En el NCY Taxi Bar trabajan, además de los tres socios, diez personas, que engrosarán las filas del paro, tras el cierre del local. "Además de dar trabajo, pagamos impuestos, y muchos, y generamos cultura gratuita para todos los que nos visitan cada semana, tanto de aquí, como turistas", dijo José Bravo, quien consideró desproporcionado el envío el pasado viernes de dos inspectores y dos agentes a notificarle la orden de cierre del local. "Soy muy cuidadoso con mis vecinos. Pedí un préstamo para insonorizar el local y el Consistorio debería comprobar las cosas. Evidentemente, hay mala fe", se quejó Bravo. Recordó que otros locales de la Ruta Playa Viva, impulsada en su día por el Ayuntamiento, también están teniendo problemas y han tenido que reducir los conciertos. Teresa García
