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Una joven testifica a favor del novio que la reñía y que dejó en coma a un policía

Llevó un "piñazo en la cabeza" por una bronca de pareja, afirma una vecina - El agresor niega que usara el 'vale tudo' para golpear al agente

Ricardo Santana rueda la silla para sentarse en el banquillo al inicio del juicio celebrado ayer en la Audiencia. SANTI BLANCO

La novia del luchador que dejó en coma a un policía nacional el 6 de diciembre de 2014 defendió ayer a su pareja durante el juicio celebrado en la Audiencia de Las Palmas. "Es falso que me diera tres bofetones y me arrinconara contra la pared. Tampoco dijo que hacía vale tudo y los iba a matar. Estaba de espaldas cuando le golpeó", testificó María Cristina O. P. sobre la actuación de Ricardo Santana Domínguez, su novio, que se enfrenta a diez años y medio de cárcel por atentar contra el agente, intentar matarlo de un puñetazo y conducir sin carné, según las conclusiones provisionales de la Fiscalía.

La abogada que ejerce la acusación en nombre de los tres sindicatos policiales solicita tres años más de prisión. La defensa, en cambio, reclama la absolución al considerar que no hubo intención de matar y, en el peor de los casos, reclama una pena bastante inferior por lesiones imprudentes.

La petición de absolución se basa, en parte, en el testimonio de María Cristina O. P. La joven niega que Ricardo Santana, Richard, discutiera violentamente con ella, "sino como cualquier pareja". Estaban en la calle Bernardo de la Torre, pasó una patrulla de la policía y su novio le espetó "míralos, ¿no querías llamarlos? Ahí los tienes".

Los agentes, al ver la riña, pararon para intervenir, pero Richard se puso "muy nervioso" y trataron de reducirlo. La testigo afirma que lo pusieron contra el coche y le doblaron el brazo contra la espalda. Asegura que su pareja les pidió que "dejaran de hacerle daño", que iba a "colaborar", pero en el forcejeo para "quitárselos de encima" golpeó a uno de ellos. María Cristina cree que los policías se molestaron porque su novio les contestó de malas maneras, con un "aquí no pasa nada", "sigan a lo suyo", "son cosas de pareja".

Ese, prácticamente, fue el único reproche hecho sobre el comportamiento de su novio, pues su testimonio fue claramente exculpatorio. Lo mismo que el de Mauricio R. N. Se trata del amigo que les prestó el coche ese día. En instrucción declaró que estaba en un bar cercano, que no vio la agresión y que la pareja tenía una relación "bastante conflictiva", pero ayer negó esto último y cambió de versión, con la excusa de los nervios y la presión de la policía. El testigo sostiene ahora que vio a los agentes hacer daño a Richard mientras éste les pedía, "por favor", que "no le pegaran más". El cambio de versión no gustó a la fiscal Beatriz Sánchez, que lo acusó de mentir y pedirá su imputación por falso testimonio. Asimismo replicó que no tenía marcas de porrazos o similares.

Francisco Javier E. N. estuvo dos meses en coma, se incorporó al servicio el pasado julio y le dieron una medalla al mérito policial, pero arrastra secuelas que afectan a su vida. "No recuerdo nada de ese día. Lo siento mucho. Me desperté ido de la cabeza en el hospital, pensaba que me había caído", contó al tribunal.

Esa ausencia de recuerdos no repercutirá en la prueba. Una vecina de Bernardo de la Torre vio lo ocurrido desde el balcón de su casa. Su versión desmonta la ofrecida por la novia, el amigo y el propio acusado, que sólo respondió a las preguntas de su abogado y negó que tuviera intención de matar al agente. "Jamás pensé que fuera a pasar lo que pasó. Solté el brazo hacia atrás para quitármelos de encima", señala Santana.

La vecina, en cambio, rechaza que los hechos ocurrieran de esa forma. "Nada de codazo, fue con todo el puño cerrado. Le soltó un piñazo en toda la cabeza", repuso María N. J. en su interrogatorio. La testigo, que declaró por videoconferencia, explicó que Santana aparcó el coche, discutieron y le dio un "tortazo" tras arrinconarla contra la pared. Luego ella se fue y él cerró el coche con sus cosas dentro, volvieron, siguieron gritándose y apareció la policía.

Los agentes, como marca el protocolo, empezaron a separarlos, pero Santana se acercaba cada vez más a la joven y al otro policía, que estaba con ella. Decía que le conocía y no respetaba la distancia de seguridad ni colaboraba. Por eso lo cogieron de los brazos, pero se soltó y agredió "de frente" a Francisco Javier, según la testigo. El compañero de patrulla coincidió con ella, con el matiz de que el puñetazo se lo propinó con el impulso del giro al zafarse. Escapó y fue arrestado cerca de Farray por tres agentes de la Policía Local. Todos, junto a la jefa de Homicidios y otros agentes, declararon ayer. El juicio sigue el 19 de abril con los médicos forenses.

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