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Arranca en mayo el arreglo del Pueblo Canario

El Bodegón y las tiendas abrirán sus puertas en la primavera de 2018, tras 20 años de abandono

Imagen del patio central del Pueblo Canario, con el Bodegón al fondo. JUAN CASTRO

El gobierno Tripartito prevé iniciar por fin la rehabilitación del Pueblo Canario el próximo mes de mayo, tras más de veinte años de abandono que han provocado, además del deterioro de todo el conjunto, el cierre del Bodegón. La actuación, cuya licitación está pendiente del dinero del Fondo de Desarrollo Regional (Fdcan), se prolongará por espacio de tres años y comenzará por el arreglo de los techos de todo el conjunto, así como del Bodegón, que ha cumplido ya un año cerrado y así se mantendrá durante al menos otro año más. El Tripartito pretende abrirlo en el primer cuatrimestre del próximo año. Pero antes, tendrá que sacar a concurso en febrero la primera fase de las obras de rehabilitación.

El proyecto de reforma, que respetará fielmente el proyecto de Miguel Martín-Fernández de la Torre, contempla también la eliminación del edificio que se añadió al hotel Santa Catalina en los años noventa, para albergar el desaparecido casino.

La primera fase de la restauración consistirá en el arreglo e impermeabilización de las cubiertas de todas las edificaciones y la mejora de las estructuras de todo el conjunto arquitectónico, según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, durante su comparecencia en la comisión de pleno de Desarrollo Sostenible, tras una pregunta del edil de Unidos por Gran Canaria (UxGC), David Suárez.

Una vez esté concluida la impermeabilización, se abordarán los arreglos de las fachadas y la reforma de la instalación eléctrica y el saneamiento. El Ayuntamiento pretende sacar a concurso a finales de 2017 la explotación del Bodegón y de los locales comerciales.

Las actuaciones de los grupos folclóricos y de los conciertos de Musicando se trasladarán al parque Doramas a partir del próximo junio, fecha en la que se espera que las obras impidan el desarrollo de estos eventos. "Si podemos mantenerlos más tiempo, lo haremos", explicó el edil.

Las obras tienen un coste total de 2,5 millones y una duración de tres años. La licitación de la primera fase, que durará todo este año y tiene un presupuesto de 500.000 euros, está pendiente de que el Gobierno libere el dinero del Fdcan y el Ayuntamiento apruebe el listado definitivo de las obras en el pleno.

La rehabiltiación incluirá la ermita -que se encuentra muy deteriorada debido a la humedad que está afectando a los frescos de Jesús Arencibia- y el Museo Néstor. Estas dos actuaciones se abordarán en 2019. Las obras durarán tres años y se espera que estén concluidas en su totalidad entre 2019 y 2020.

Aunque la actuación tendrá que respetar escrupulosamente el proyecto original, es necesario eliminar las barreras y hacer accesible todo el conjunto a las personas con movilidad reducida.

El responsable de Urbanismo atribuyó el pésimo estado de conservación en que se encuentra el Pueblo Canario, que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2013, a la "desidia" de los responsables municipales del anterior mandato, una acusación que rechazó el concejal del Partido Popular (PP), Pablo Barbero, quien planteó la necesidad de elaborar un plan de viabilidad y explotación del conjunto para que "sea sostenible en el tiempo".

"Ha sido el actual gobierno", recalcó Doreste, "el que ha buscado los fondos necesarios para rehabilitar " el conjunto. En palabras del concejal de Turismo, Pedro Quevedo, el deterioro del conjunto es consecuencia de más de veinte años de abandono. "El Bodegón estuvo en unas condiciones lamentables e inaceptables durante años. Desde antes del año 2000 se estaba viniendo abajo. Ahora tenemos que revertir esa situación", destacó. La sociedad municipal Hotel Santa Catalina se encargará de realizar el plan de viabilidad del bodegón y las tiendas para sacar a concurso su explotación, que llevarán a cabo empresarios privados.

El Tripartito prepara también en estos momentos el concurso para renovar la concesión del Hotel Santa Catalina, que vence en noviembre y cuya renta anual será elevada de los 24.00 euros actuales a un mínimo de 900.000 euros. Además se exigirá al nuevo concesionario una inversión mínima de diez millones para reformar el edificio, aunque Quevedo aclaró que aún no se han concretado las cifras definitivas.

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