La pasarela Onda Atlántica, que conectará el muelle Sanapú con el Mercado del Puerto enlazando las dos bahías capitalinas sobre la Avenida Marítima, comienza a ser una realidad tres años después de que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria diera a conocer el ganador del concurso de ideas convocado para el diseño de la estructura. En el entorno del Mercado del Puerto se ven desde esta misma semana las primeras vallas con las que se está procediendo a delimitar la zona de trabajo en la que pronto será instalada la maquinaria con la que arrancará la construcción.
Fue el miércoles cuando los operarios procedieron a cerrar el paso de peatones y bicicletas en el tramo peatonal de la avenida Juan Rodríguez Doreste -nomenclatura de esta zona de la Avenida Marítima- comprendido entre las calles Pérez Muñoz y Tenerife, en la zona contigua a la plaza Alcalde Manolo García. Desde entonces un cartel impide el paso a la zona de obras mientras en el espacio restringido se realiza un acopio de vallas para ir ubicándolas en las distintas áreas en las que se trabajará mientras se construya la infraestructura. La zona estará ocupada al menos hasta el 22 de agosto, según indicó el Ayuntamiento en el pequeño anuncio oficial con el que el pasado 1 de abril dio por notificado el cierre de la zona y el desvío alternativo, que discurre a través de las calles Poeta Agustín Millares y Eduardo Benot.
A partir de la próxima semana está previsto que llegue a la zona la maquinaria con la que se harán los cimientos de la pasarela, uno de los primeros trabajos que llevará a cabo la empresa Tecyr, adjudicataria del proyecto básico y de ejecución de la pasarela. Será entonces cuando comience a verse movimiento de operarios en el espacio donde se realizarán los trabajos.
El deseo de unir las dos orillas del istmo salvando el foso de asfalto que supone la GC-1 se remonta al final de la pasada legislatura (febrero de 2015), cuando el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria acordaron impulsar la relación Puerto-Ciudad con un concurso de ideas para una pasarela en el que resultó seleccionada la Onda Atlántica. El jurado valoró positivamente la propuesta por su estudio estructural, su recorrido curvilíneo que facilita la integración espacial y la utilización de paneles fotovoltaicos, entre otras ventajas.
Tuvo que pasar algo más de un año, hasta julio de 2016, para que el consistorio dispusiera de un proyecto de obra que desarrollara las actuaciones de acuerdo con los criterios recogidos en los pliegos del concurso, y aun así fue necesario más tiempo para realizar modificaciones. Tras ser presentada a diferentes administraciones se obtuvo una respuesta del Cabildo Insular "al considerar que el proyecto actúa sobre el área de protección de carreteras" y exigió subir el gálibo a 5,50 metros, según se recoge en la propia memoria del proyecto. La necesidad de respetar la pendiente máxima para que la pasarela sea accesible obligó a modificar el trazado y a redactar un nuevo documento maestro.
Una vez incluidas las modificaciones arrancó la fase de licitación de las obras, por la cual mostraron interés hasta 10 empresas. La concurrencia permitió aligerar el presupuesto de licitación, que debido a las modificaciones en el trazado ya ascendía a 3.272.200,13 euros. Finalmente será construida por 2.387.482,84 euros.
