La fila para recoger el cordón de San Blas avanzaba ayer ligera en la plaza de Santo Domingo, en Vegueta, donde el santo tiene su ermita, justo al lado de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán. Cinco voluntarios de la parroquia contribuían desde el archivo parroquial a despachar a buen ritmo al gentío que se había congregado para hacer acopio del popular hilo. Tanto es así que apenas había que esperar unos minutos para tener entre las manos el cordel santificado y la estampita del que fuera obispo mártir en el año 316 durante la época romana.

La tradición marca que el cordel se amarre al cuello hasta el Miércoles de Ceniza, en recuerdo del milagro que obró el santo camino del cadalso en su ciudad natal de Sebaste (Armenia) al quitar una espina de dicho lugar a un niño a punto de morir. Pero ayer nadie seguía la costumbre, sino que guardaba con delicadeza el cordón de yute en el bolsillo del abrigo o del bolso de mano para repartir, probablemente después, entre familiares y amigos.

"La voluntad nunca la tiene que perder", comentaba con humor uno de los voluntarios a una turista despistada que no sabía si había que entregar algún donativo a San Blas a cambio del hilo para que obrara el milagro de la sanación o de la prevención, tras indicarle donde se encontraba el cepillo. Los donativos entregados por los cordeles servirán a la parroquia para obras sociales de Cáritas y para seguir manteniendo el comedor social.

Mensaje tras la laringe

El significado del cordón de San Blas, que además de máximo sacerdote de su ciudad fue médico, tiene, sin embargo, más enjundia que la mera sanación de las enfermedades relacionadas con la faringe. La propia oración destinada al santo, que ayer era visitado por cientos de fieles tras recoger el cordel, daba lugar a más de una reflexión: "Concédeme San Blas, una garganta sana, sin quejas ni lamentos. Aleja de mi toda crítica o comentario sobre nadie. Haz brotar en mi una palabra de aliento y esperanza a quien la necesite. Dame la valentía de manifestarme creyente, y defender la fe".

Fue el mensaje que también quiso trasmitir el sacerdote rector de la ermita de San Blas, Julio Roldán, que presidió la misa dominical de las once en Santo Domingo de Guzmán. "El Papa ya habla de este tema, y tiene un golpe muy bueno. Dice que el que habla mal de alguien es como un terrorista porque el terrorista no dice quién es, va y lanza la bomba. Pues lo mismo con el que habla mal de otro; va, lanza el chisme y se va. Y lo que hay que hacer es morderse la lengua", comentaba el párroco fuera de la iglesia, mientras numerosas personas esperaban su bendición, que se producía incluso en plena calle.

"El pasado año muchas personas venían a que les bendijera los cordones pero estos ya están bendecidos, yo les dije que bendecía a las personas que son más importantes que las cosas. Y de este modo se me acercan hoy; les digo una oración, un abrazo, les doy mi tarjeta por si me necesitan", comentaba el sacerdote que ha grabado un vídeo en la misma ermita de San Blas, y que está colgado en youtube, para que aquellos que necesiten consuelo se acerquen a la ermita aprovechando que es Capilla de Adoración eucarística y el primer templo de Las Palmas de Gran Canaria que permanece abierto 14 horas al día, de lunes a viernes.

La cola para recoger el cordón de San Blas sorprendía a los turistas que a esa hora paseaban por la plaza de Santo Domingo, que al mediodía había perdido ya su habitual tranquilidad al llenarse de gente con motivo de la festividad del santo, que como San Isidro Labrador también gozó de la amistad de los animales. Los turistas preguntaban por la cola y sonreían al saber de qué se trataba.

En el centro social del barrio, situado en la misma plaza, también había animación. Y es que la cofradía de la Esperanza de Vegueta celebraba una tómbola para recaudar fondos para sus obras sociales aprovechando que San Blas congrega cada año a cientos de devotos y curiosos en busca del cordón sanador en este rincón de Vegueta.

"Es el día ideal para celebrar la tómbola porque este es un barrio muy tranquilo habitualmente", declaraba la hermana de la cofradía Rosario García Campos. Y puntualizaba que la cofradía de nazarenos tiene un apartado de caridad "y un 10% de la cuota que pagamos va destinada a obras sociales con la que ayudamos a las familias que lo necesitan a pagar, por ejemplo, un recibo de la luz, una cuota de hipoteca, alimentos. La tómbola que hacemos el día de San Blas, con cosas que nos dona la gente y las empresas, se suma a ello".