El juicio contra la joven acusada de tentativa de asesinato por dejar incapacitada y ciega de un ojo a otra mujer quedó este miércoles visto para sentencia, con la petición de perdón por parte de la atacante y la solicitud de diez años de condena por la Fiscalía.

En la segunda sesión del juicio llevado a cabo en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas, la defensa de Rosa Angélica E. R. explicó que la acusada entendía que debido a su testimonio "quedó desvirtuada la presunción de inocencia". Sin embargo, solicitó la pena en su mínima extensión.

En el uso de su derecho a la última palabra, la autora confesa pidió perdón por todo el daño causado y resaltó que lo hizo influenciada por otra persona. "Me metieron cosas en la cabeza y fue un trauma para mí", aseveró. También manifestó que su expareja no hacía más que repetirle que la víctima era más guapa que ella. "Todo eso me llevó a hacer lo que hice, porque estaba mal, no era consciente de lo que hacía", subrayó. "No viviré para pedir perdón, no me lo merezco, lo sé, pero le pido perdón", finalizó la acusada.

El ministerio público solicitó una disminución de la pena de 15 a diez años de prisión. "Con la condición de que estos sean íntegros y de que la acusada no pueda optar a licencias ni permisos durante ese lapso de tiempo", afirmó el abogado de la víctima. Además, la acusación resaltó la petición de que la pena no pueda ser sustituida por la expulsión del territorio nacional, la prohibición de acercamiento a 500 metros de D. V. C. por un periodo de 20 años y una indemnización de 732.141,88 euros por concepto de responsabilidad civil.

La médico forense, María José Meilán, señaló que "si la joven no hubiese recibido atención médica inmediata, sin duda, hubiera estado muerta", pues las "lesiones fueron bastante graves", señaló. La forense también hizo énfasis en que las heridas que sufrió la víctima -que en ese entonces tenía 23 años- ocasionaron que esté incapacitada no solo para trabajar, sino también para realizar cualquier actividad cotidiana, pues tiene una "gran invalidez", afirmó.

La psicóloga destacó que la acusada no tiene ninguna enfermedad mental. "No se detectó que Rosa Angélica presentara algún trastorno que modifique su percepción de la realidad consensual y por tanto sus actuaciones", aseguró.

En las conclusiones, el ministerio público alegó que no existía duda, debido a que la acusada aceptó los hechos. Además resaltó que las heridas en sus manos producto del ataque, las pruebas periciales que revelaron las búsquedas en internet de cómo asesinar a una persona, sobre si podía ser rastreada su ubicación a través del móvil una vez que este estuviese apagado y la "alevosía traicionera con la que actuó" son evidencias suficientes para la sentencia condenatoria.

Las puñaladas que le asestó la acusada provocaron que D. V. C., este ciega del ojo derecho, presente visión borrosa en el izquierdo, tenga estrés postraumático y sufra de hemiplejía derecha flácida que la hace estar en silla de ruedas y la obliga a necesitar de una tercera persona para realizar sus actividades cotidianas. Por lo cual continúa en tratamiento de rehabilitación.