"Es y seguirá siendo un referente". Carlos, el nieto del presidente de Astilleros Canarios (Astican), Germán Suárez, agradeció con unas sentidas palabras el apoyo recibido ayer en el funeral celebrado en memoria del empresario, así como las condolencias recibidas durante la última semana. Suárez, fallecido el sábado en Las Palmas de Gran Canaria a los 74 años, reunió a una amplia representación de la vida social de las Islas en la misa celebrada en la Catedral, en el que no faltaron hombres de negocios, políticos y dirigentes sociales.

La familia recordó algunas de las palabras y enseñanzas que les dejó el patriarca, sin dejar de lado la imagen diaria de Germán Suárez caminando de la mano de su esposa Mari Luz por las calles de la capital. "Dijo que trabajaría hasta el final, y lo ha hecho", "nos decía que a veces había que perder para luego ganar", "tenía una gran visión de futuro y era un trabajador incansable", y que "detrás de un hombre hay una gran mujer", para sentenciar con "es y será un referente a seguir". Las palabras de agradecimiento fueron extensibles a "todos los que han venido de lejos", con una mención especial en inglés dirigida a esas personas. No hay que olvidar que su empresa mantiene estrechos lazos de negocios como compañías internacionales.

El obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, ofició la ceremonia religiosa, recuperando el texto que pronunció el propio Germán Suárez en el pregón de la Semana Santa en 2015. Y, a su vez, admitió su sorpresa porque en estos días había escuchado en los medios de comunicación de distintas ideológicas palabras coincidentes sobre su figura.

Cases recordó que ambos se llamaban hermanos gemelos extraños, porque habían nacido el 23 de octubre de 1944, aunque de distintos padres. "Yo era cuatro horas mayor, y le decía que me tenía que tener respeto porque era mayor".

Francisco Cases manifestó que las palabras del empresario en aquella ocasión hubiesen sido hoy políticamente incorrectas. Entre ellas, que era "cristiano, creyente y practicante", y que esas raíces le habían llegado desde su infancia familiar, y sus enseñanzas como monaguillo.

En su alocución, el Obispo releyó que la familia es el foro principal para la educación de sus descendientes, y ya hacía mención en aquella ocasión a sus dos hijos y cuatro nietos. Y, a su vez, de los 48 años que llevaba casado con su esposa Mari Luz. De su preocupación por crear empleo y de que en su pregón mencionó hasta en tres ocasiones sobre "la llamada del señor". También que "los cristianos tenemos la esperanza de ver algún día la luz, la luz del rostro de Jesús". con todo ello, Cases sentenció que, "sin canonizar a Germán, Dios ha pasado por su vida. Él ha visto la luz del rostro de Jesús".

El funeral de Germán Suárez, un referente tanto en el Puerto de La Luz como en la economía canaria y que llegó a presidir la Unión Deportiva Las Palmas, reunió a representantes de todos los ámbitos. Entre ellos, el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, Agustín Manrique de Lara; la Confederación Regional Canaria de la Pequeña y Mediana Empresa (Cecapyme), José Juan Socas; el presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Juan José Cardona; empresarios como Eustasio López y su familia, Ángel Ferrera y Ángel Marrero, Claudio y Óliver Alonso, Pedro Agustín del Castillo y Andrés Megías. También estaban el nuevo presidente del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Jesús León; y altos cargos políticos, como los expresidentes canarios, Jerónimo Saavedra y Paulino Rivero; el vicepresidente del Ejecutivo, Pablo Rodríguez; y el expresidente insular, José Miguel Bravo de Laguna, entre otros muchos.