La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a José María Vega García a cuatro años y seis meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa, cometido al apuñalar con un cuchillo jamonero a una amiga cuando ambos se encontraban en su vivienda de la calle La Naval, en el barrio de La Isleta de la capital grancanaria.
En una sentencia conocida ayer, los magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial consideran probado, por los testimonios de la víctima y del propio acusado, que el intento de asesinato se produjo sobre las 15.30 horas del 7 de septiembre de 2017.
El hombre, con el propósito de acabar con la vida de su amiga, "cogió sorpresivamente un cuchillo jamonero de uno de los cajones de la cocina y sin que ésta además se lo esperara, pues el procesado se encontraba a su espalda, se lo intentó clavar en varias ocasiones a la mujer, quien pudo defenderse cogiendo el cuchillo con sus manos, produciéndose cortes en ellas", señala la sentencia.
Vega García, que no tenía antecedentes penales y se encuentra en prisión desde el 9 de septiembre de 2017, consiguió causarle a la víctima una herida inciso-penetrante de 1,5 centímetros en la cresta ilíaca izquierda, "que ocasionó que la hoja del cuchillo se rompiera", provocando además dos heridas incisas superficiales en la cara interior del cuello, una de tres centímetros por debajo del mentón y la otra de unos dos centímetros más abajo".
En los hechos probados, la sentencia relata que el procesado "no consiguió su propósito puesto que cuando intentó clavarle el cuchillo desde atrás y de izquierda a derecha en el abdomen,se produce el choque con la cresta ilíaca, hueso plano de gran consistencia, lo que provoca tanto la detención del recorrido del arma como la rotura de la misma, pues si ello no se hubiera producido, el arma podría haber penetrado y por sus dimensiones podría haber recorrido el abdomen de izquierda a derecha con grave riesgo vital".
Los tres magistrados sostienen en su resolución que "ninguna duda cabe de que en este caso nos hallamos ante una actuación alevosa, habida cuenta que la víctima fue atacada sorpresivamente por la espalda con un arma blanca cuando se hallaba en la cocina de la vivienda en una situación de confianza con un amigo a quien preparaba la comida, habiendo aprovechado el atacante esta situación para agredirla brutalmente con el fin de acabar con su vida o aceptando esta posibilidad de manera repentina y a traición".
Confesión
En el juicio oral, celebrado el pasado 8 de abril, Vega García reconoció los hechos narrados por el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, lo que la Sala de la Audiencia Provincial valora como confesión y "verdadera prueba incriminatoria obtenida legítimamente, suficiente y hábil para desvirtuar la presunción de inocencia".
La víctima, que declaró por videoconferencia desde la Península, donde reside tras los hechos, ratificó la declaración que presentó en su día en comisaría. La mujer relató que sufrió la agresión por la espalda por parte del acusado, con quien mantenía una relación de amistad. La acuchilló repetidamente en dientes, manos, costado y cuello, hasta que finalmente logró liberarse y huir.
Sin embargo, explicó que en marzo de 2018 retiró la denuncia contra su agresor y que renuncia a cualquier tipo de indemnización económica que le pudiera corresponder. Preguntada por los motivos de la agresión, la mujer dijo que no encontraba ninguna explicación de lo sucedido.
En el juicio oral también declaró como testigo un vecino que se encontraba en la calle y vio como la mujer se le acercaba con la ropa manchada de sangre y solicitando que llamara a la policía. A Vega García se le descontarán los casi dos años que lleva en prisión preventiva.
