¿Qué le llevó a trabajar en el Puerto? Concretamente como guardamuelles, cuando ninguna mujer lo había hecho antes.
Salieron plazas y me presenté. Por aquel entonces [año 1982] trabajaba en la Cooperativa de la Junta del Puerto y salieron varias plazas de guardamuelle, así que decidí presentarme, como si fuera cualquier otro tipo de trabajo.
Estaba ya vinculada con el Puerto entonces.
Mi padre trabajaba aquí, pero no de guardamuelles. Además vivía aquí cerca en los bloques. El Puerto lo conocía, pero no es lo mismo venir a trabajar que verlo de dentro. Antes había mucho barco, sobre todo pesquero, que daban mucho trabajo.
¿Ha cambiado el trabajo desde entonces?
Antes se hacía todo a mano, a maquina los escritos, no teníamos coche y había que andar de un muelle a otro a pie.
Una vez gana la plaza, ¿supo que era la primera mujer guardamuelles?
Me dijeron que era la primera canaria. No sé si habrá alguna fuera, pero creo que no.
¿Cómo fue el primer trato con su entorno cercano?
Mis compañeros muy bien. Conocía a muchos, porque había estado trabajando en la cooperativa. Aprendí mucho con ellos, me trataron estupendamente. No era de aquí pero antes dentro del muelle todos se conocían, eran como una familia. Conocías a montón de gente y había mucho trato cercano.
Y los marineros que llegaban, ¿no se extrañaban al ver a una mujer en el muelle?
Sí, los barcos con japoneses o coreanos. Los españoles se asomaban algo pero no era lo mismo. Los coreanos empezaban a murmullar y a señalarme con el dedo. Veían que tenía el pelo largo con la coleta y decían "aquello es una mujer". Hasta que ya se lo iban tomando como algo más normal con el paso de los años.
¿Cuánto tiempo fue la única mujer en el cuerpo?
Entró una compañera al año siguiente. Estuvimos montón de tiempo las dos solas pero ahora si hay unas cuantas compañeras más. Se han ido animando, antes no había en ningún cuerpo. Pero yo entré como si nada en su día, a mi me daba igual, no tenía miedo y los compañeros daban confianza.
¿No tuvo dudas?
Yo quería presentarme. Dije voy a estudiar, me lo tomé como una plaza normal, ni de hombres ni mujeres, si sale me presento. Nunca pensé que no fuera a salir, mi ilusión era tener un trabajo mejor, simplemente.
¿Recuerda alguna situación complicada en sus primeros años?
Estábamos en el Muelle Deportivo en ese momento. Cuando llegué nos avisaron que había un hombre flotando en el agua boca abajo. Fue algo muy difícil. Nunca había visto un muerto y menos en el agua. Supuestamente se dio un golpe y cayó al agua. Llevaba poco en el cuerpo.
¿Sintió discriminación por ser mujer?
La mujer está más integrada ahora. Se ven muchas más que antes. Pero siempre me han tratado muy bien, nunca me he sentido discriminada.
¿Notó un trato diferenciado por parte de sus superiores o compañeros?
No. Empecé con mis compañeros pero luego me mandaban a los puestos que me correspondían. Si estaba en la zona y ocurría algo en la zona iba yo, estuve muchas veces sola en la dársena exterior. Y siempre en todos sitios había gente conocida que te ayudaba.
¿Ahora sí se animan las mujeres y están más integradas?
Si claro, cuando salen plazas para la Policía Portuaria se presentan bastantes mujeres, a día de hoy hay varias en la bolsa. Es un sitio en el que se siguen presentando mucho más hombres que mujeres, pero es diferente a como era esto antes. Ahora se ven más mujeres en casi todos los sitios en el Puerto. Las animo a que se presenten, porque es un trabajo como otro cualquiera, no hay que pensar que es algo que no se pueda hacer por ser mujer, hay que tirar.
