Los vecinos de la calle Batalla de Brunete, en el barrio de Los Tarahales, han contabilizado más de treinta baches y socavones en el tramo final, una cifra que se queda corta si se incluye el conjunto de la vía, que podría perfectamente cambiar su nombre actual por el de Los Hoyos. Es verdad que la pésima situación del asfalto en general, donde se pueden apreciar las huellas que han dejado los parches que se han ido poniendo a lo largo de los años, se agrava a partir del número 100, tramo en el que los baches empiezan a adquirir la categoría de hoyos y el asfalto se convierte en gravilla suelta. Hay tramos tan destrozados que parece que han sufrido una especie de terremoto o una tremenda tromba de agua.
Los vecinos están hartos de llamar al Ayuntamiento para que arregle la calle, pero hasta ahora sólo han recibido buenas palabras y a veces ni eso. Carlos Domínguez mandó un aviso a la aplicación municipal LPGC avisa el pasado mes de mayo para que fueran a tapar los socavones. "Me mandaron un correo y me dijeron que lo tenían en cuenta, pero por aquí no han aparecido. A principios de agosto puse otro aviso, y lo mismo", asegura Domínguez, que recuerda que "hace muchísimo que no se asfalta esta calle. Ni siquiera se parchea; antes cuando llamaban venían y ponían un parche, pero es que ahora ni siquiera parchean. Hacer años, venían cada tres o cuatro meses y rebacheaban, pero ahora ni eso".
Teodoro García Guerra, dueño del taller Teodoro, asegura que fue hace cuatro años la última vez que asfaltaron, coincidiendo con la renovación de la red de saneamiento, que tuvo la calle cerrada "seis meses', pero "la capa de asfalto que pusieron fue tan fina" que tardaron más en ponerla que en levantarse. García Guerra asegura que hace unos meses asfaltó con su dinero el tramo más cercano a la entrada de su taller. Le costó 300 euros, pero los pagó porque estaba en tan mal que le daba vergüenza por sus clientes, explica mientras recuerda que los vecinos de esta calle también pagan impuestos. "El último asfaltado fue una porquería. En la parte de arriba no hay baches, hay hoyos. Es mejor no ir con coche porque te dejas las ruedas en el camino. Este barrio está olvidado por el Ayuntamiento. Lo que hace falta es que se asfalte en condiciones", reclama. La de Batalla de Brunete no es la única de la zona que está mal. El último tramo de Ibiza, el que conecta con la carretera de Los Tarahales, ni siquiera está asfaltado. Sólo tiene una capa de cemento. "Está fatal" es la frase común usan los vecinos para referirse a la calle.
Así lo afirma también Cresen, otra vecina, que además se queja de la suciedad de algunas calles de la zona, la que forman parte del circuito de paseo de los perros. "Yo sé que los responsables de la suciedad son los dueños, que se dejan las cacas tiradas, pero si no lo limpian ellos, lo debe hacer el Ayuntamiento, que para eso pagamos impuestos", señala Cresen, que el pasado sábado se las vio y se las deseó para cruzar la carretera de Los Tarahales convertida en un lago con cuatro gotas porque las rejillas de aguas pluviales están tapadas. Fuentes de la Concejalía de Servicios Públicos, que dirige Inmaculada Medina, "la zona está medida y presupuestada a la espera solamente de presupuesto para poder hacer un trabajo de asfaltado y no de bacheos". "Lo tenemos contemplado", añadieron, "igual que muchas calles de la ciudad. En el mando anterior invertimos cerca de nueve millones y queremos seguir en esa línea este mandato".
