El Ayuntamiento de la capital grancanaria ha ofrecido el gimnasio del pabellón deportivo 29 de Abril, en Schamann, para que puedan dormir bajo techo los 35 migrantes africanos llegados en patera a Gran Canaria durante el pasado fin de semana y que fueron abandonados en las calles de la capital por la falta de plazas para acogerlos. La cesión del alojamiento es temporal, hasta el próximo lunes, mientras la Delegación del Gobierno de España en Canarias, que dirige Juan Salvador León, busca otro lugar, dado que es esta institución la que tiene la responsabilidad de garantizar una acogida en condiciones a estas personas. La Cruz Roja se encargará de atender a los migrantes durante su estancia en el pabellón de Schamann, a donde llegaron a partir de las ocho de la noche de ayer.

Los migrantes pudieron dormir bajo techo la noche del pasado miércoles, gracias a la acción solidaria de Cáritas que desplegó a todos sus voluntarios y los recursos que tenía a mano para impedir que se quedaran en la calle, habilitando las instalaciones de la parroquia de Santa Isabel de Hungría, donde durmieron en el suelo. Los 35 africanos, entre los que hay siete mujeres, forman parte de dos grupos: uno de 26, que llegaron al sur de Gran Canaria en patera el pasado fin de semana y otro de nueve, que arribaron el pasado lunes y que fueron también abandonados en la calle durante la tarde del pasado miércoles. La Delegación ha optado por dejarlos en la calle ante la saturación del Centro de Retención Inmediata (CIE) de Tenerife, porque el de Gran Canaria permanece cerrado. A la carencia de este dispositivo se une la falta de plazas de acogida. Cáritas teme que vuelva a ocurrir lo mismo con los 29 supervivientes que fueron rescatados el pasado domingo por el petrolero Blue Bird. Durante el pasado mes de octubre arribaron a las costas canarias 469 personas en 20 embarcaciones.

Por su parte, el portavoz y consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno canario, Julio Cruz, anunció la puesta en marcha de un "dispositivo inmediato" para mejorar la atención y el alojamiento de los migrantes, ante el repunte de llegada de pateras, que ha puesto de manifiesto la falta de recursos para prestar un acogimiento digno a estas personas, pese al incremento sostenido que se registra desde el pasado año.

De hecho, 26 de los 35 africanos que fueron acogidos por Cáritas pasaron la noche del pasado martes en el parque de Santa Catalina, hasta que la Policía Local los dirigió a la Cruz Roja, cuando acudieron al cuartelillo pidiendo comida y agua. La Cruz Roja les dio bocadillos y zumos y los derivó a Cáritas, a donde llegaron caminando desde León y Castillo el mediodía del miércoles. "Cuando llegaron", explicó la secretaria general de Cáritas Caya Suárez, "activamos todos los recursos para que se ducharan, cambiarles la ropa, darles un saco de dormir y le dimos abrigo para pasar la noche. Almorzaron y cenaron y activamos a todo el personal y a todos los voluntarios para que estuvieran acompañados y les dieran cariño, porque estaban muy nerviosos". Suárez indicó que movieron "cielo y tierra" para que los africanos se pudieran quedar en las instalaciones de la parroquia. "No es el lugar más adecuado, pero al menos no durmieron en la calle. Nosotros no podemos ofrecer un servicio alojativo permanente e hicimos el esfuerzo de alojarlos , con la condición" de que la Delegación activara al día siguiente el protocolo de acogida y les buscara un lugar donde pernoctar. Al mediodía de ayer, Cáritas desconocía qué iba a ocurrir con los migrantes y advirtió que si la Delegación no cumplía con su obligación, dormirían en la calle. Tras varias horas discutiendo sobre el sitio donde acogerlos, la Delegación, que prefería llevarlos a una nave en el Puerto de La Luz, aceptó el ofrecimiento del Ayuntamiento para alojarlos de manera temporal en el pabellón de Schamann.