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OPINIÓN

Y llegó Madrid y se lo llevó todo

Llevamos mucho tiempo hablando de la necesidad que van a tener los ayuntamientos de buscar recursos económicos que ayuden a paliar la necesidad de fondos para sostener los servicios municipales y poder incrementar las inversiones públicas en nuestros municipios. Y una de esas fuentes de recursos, parecía ser, sin duda alguna, el dinero que durante los últimos años los ayuntamientos habían dejado de gastar. En el caso de Las Palmas de Gran Canaria, el ayuntamiento ha caído de manera considerable en su ejecución presupuestaria, de manera que de cada 100 euros que podría emplear en inversión pública, este ayuntamiento solo ha utilizado 37.

Todos los partidos políticos y expertos parecían estar de acuerdo en que esos ahorros en la situación que estamos viviendo de grave crisis económica, ahora serían vitales para mantener los servicios públicos e incrementar la inversión pública en nuestras ciudades y por tanto ayudar en la generación de empleo.

Todos los alcaldes canarios y del resto del estado esperaban que el Ministerio de Hacienda ayudara en este momento, permitiendo el uso de su superávit y remanentes a los municipios y cabildos. Eso es lo que habían expresado alcaldes de todos los colores políticos.

Sin embargo, hace unas semanas, el Gobierno central anunció a los alcaldes que "Donde dije digo, digo Diego" ya que hace una propuesta por la que incauta dichos fondos y se los queda para pagar sus gastos, comunicando a los ayuntamientos que se los irá devolviendo en los próximos años.

Los alcaldes canarios a través de la FECAM montan en cólera expresando a través de todos los medios públicos su disconformidad.

Pero, ¿qué alcalde es el primero que sale de manera entusiasta defendiendo los postulados de sus jefes de Madrid y contradiciendo la posición de la aplastante mayoría de los alcaldes canarios? Por supuesto, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, que en un gesto de la más lamentable sumisión y pleitesía a Madrid dice que le parece perfecto lo que propone la ministra de Hacienda. No hizo ni el más mínimo gesto por defender el dinero que han pagado los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria a través de impuestos, tasas, etc. y que asciende a un total de 256 millones de euros en nuestra ciudad.

El motivo por el que nuestro alcalde renuncia a defender a su ciudad y nuestros recursos no es otro que cree que es mejor que se los lleve el Estado a que estén en los bancos, pero ¿quién ha dicho que esos fondos debían estar en los bancos? No invente falsos debates, señor Hidalgo, esas "perritas" son de los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria y aquí es donde se deben quedar, porque para mantener los gastos de la administración autonómica y del Gobierno estatal ya han buscado otras vías. Y son ustedes los que han dicho que el acuerdo al que han llegado recientemente en Europa era un gran éxito para todos y que esa ayuda europea nos permitirá a todos afrontar la crisis económica con optimismo y sin tener que recurrir a ningún recorte ni confiscación de los medios con los que cuentan las administraciones locales para mantener sus servicios.

Cabe recordar, además, que la crisis de deuda pública que vive España la provoca en un 80% el gasto que realiza el gobierno central y no los ayuntamientos o cabildos, que una vez más son penalizados y tratados como menores irresponsables que no tienen capacidad de controlar sus propias cuentas, ya que en muchas ocasiones hemos oído a los responsables de las cuentas municipales de Las Palmas de Gran Canaria quejarse de las limitaciones y controles a las que les someten desde el Estado para poder gastar y ejecutar el presupuesto. Esta hubiera sido una fantástica ocasión, no solo para haber conseguido poder usar ese superávit, sino para haber reducido buena parte de esas limitaciones y que los ayuntamientos pudieran decidir a qué necesidades dedicar dichos recursos.

Pero es verdad que si uno analiza cómo ejecuta el presupuesto el ayuntamiento capitalino, parece que además de no saber invertir ni ejecutarlo para solucionar los graves problemas que tiene esta ciudad en distintos ámbitos, el consistorio tampoco va a ser capaz de ayudar a crear empleo.

El anuncio que hizo el alcalde de invertir 100 millones para ayudar a remontar la crisis y generar economía, parece otro bulo más de este gobierno tripartito formado por Podemos, Nueva Canarias y PSOE.

Y este miedo a tener recursos y dinero que no sabe cómo gestionar, es lo único que explica la actitud sumisa y servil del alcalde de Las Palmas de Gran Canaria ante el asalto que ha perpetrado el Gobierno de España a los ahorros de nuestra ciudad.

Esperemos que en ningún momento en los próximos años oigamos al señor Hidalgo quejarse de la falta de recursos para afrontar las necesidades de nuestro municipio, ya que según actúa parece que vivimos en un municipio rico y sobrado de fondos y recursos. Lamentable, señor alcalde Augusto Hidalgo.

Francis Candil. Portavoz CC-UxGC en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

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