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Emilio Gómez: Adiós al mecenas de una generación

Quienes le conocieron hablan de Emilio Gómez como una persona buena que siempre ayudaba a los demás y que jugó un papel importante en el folclore canario

Emilio Gómez en su domicilio en una imagen de 2009 Quesada

“Hemos perdido a un gran defensor de la música en general”. Así de tajante se mostró ayer, tras la muerte el martes por la tarde del músico Emilio Gómez a los 89 años de edad, el musicólogo Maxi Rodríguez, quien fue compañero suyo durante varios años en su aventura en el programa Parranda, en el Club La Provincia. Según el experto musical, fue una persona muy querida por quien le conocía, ya que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás desinteresadamente y a dar a conocer a aquellos grupos y solistas noveles que se le acercaban, utilizando para ello el altavoz que le ofrecían, convirtiéndose en el mecenas de varias generaciones de artistas. Por su parte, la cantante Mary Sánchez, a quien le compuso varias canciones y con la que compartió escenario con Los Bandama, destacó de él que fue el mejor guitarrista que ha tenido en toda su carrera.

Emilio Gómez tenía claro desde muy pequeño que su vida se encaminaría a la música, si bien a su padre -militar de profesión- no le agradaba la idea. En su adolescencia, después que su madre le comprara una guitarra en la ferretería ‘El Candado’ de la calle Triana por 250 pesetas y mintiera a su marido diciendo que le había tocado en una rifa, formó su primer trío musical, el Trío Canteras, con el que se dio a conocer en el programa que tenía Alberto Monzón los jueves en Radio Las Palmas, en el que daba a conocer a grupos noveles. Fue en esa época cuando compondría su primer bolero, Gran Canaria, y donde conocería a una jovensísima Mary Sánchez, lo cual le cambiaría la vida.

Tras marchar a La Laguna a estudiar Derecho, carrera que no terminó al no encontrarle sentido a su vida en ella, volvió a tener contacto con Mary Sánchez, a quien una televisión venezolana ofreció un contrato anual para cantar en el país latinoamericano y decidió llevarse al antiguo Trío Canteras con ella, ahora reconvertido en Los Bandama. En su periplo por esas tierras, que duró finalmente tres años ya que recorrió otras naciones como Colombia, México o Perú, destacó como gran compositor y se llegó a codear a personajes ilustres de la época como Cuco Sánchez, a quien acompañó en Guatemala en un tour en los años 60. Durante esa segunda etapa de su vida, creó muchas canciones como Viva la Fiesta Mayor, desde Miami, o Venezuela Generosa, una oda de agradecimiento a ese país por haber acogido a tantísimos canarios que emigraron buscando un futuro mejor. 

Precisamente de este último tema tuvo ayer un especial recuerdo Mary Sánchez al recordar al difunto. “Tuvo un éxito tremendo, fue una canción muy bonita y especial”, opinó, para luego añadir que fue el “mejor guitarrista” que tuvo en su larga trayectoria. Además, no dudó en afirmar que Gómez fue una persona “muy buena, seria en su trabajo” y que siempre “cumplía con su guitarra” cada vez que ensayaban o se subían a los escenarios juntos. En ese sentido, Maxi Rodríguez apuntaló que se trataba de un hombre “bonachón”, que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás y que tenía un gran sentido del humor, que estaba todo el día haciendo bromas. “Yo no escuché a nadie, en todos los años que lo traté, que hablara mal de él en lo más mínimo”, aseveró el musicólogo.

Su madre le compró su primera guitarra por 250 pesetas mintiendo a su marido.

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En otra cosa en la que tanto Rodríguez como Sánchez coincidieron fue en el papel que jugó con las nuevas generaciones de músicos isleños muchos de los cuales se dieron a conocer gracias a su amparo. “Él tenía un estudio en la calle León y Castillo, cerca de la Casa del Marino, donde se reunía gente, tenía sus guitarras. Allí llegaban personas y le pedían consejos musicales, y él se sentaba con la guitarra, sacaba la voz que tenía, y les ayudaba”, recordó el musicólogo. Asimismo, desde el programa Parranda impulsó las carreras de muchos músicos y grupos que estaban empezando y a quienes no llamaban para tocar en ningún escenario de Canarias. Ahí estuvo durante un cuarto de siglo, entre 1992 y 2017. También, desde mediados de los 80 empezó a publicar semanalmente una canción en LA PROVINCIA, con el patrocinio de Ópticas Jaén, donde trabajó durante 25 años como dibujante y publicista.

Un método infalible

En su época por Guatemala, Emilio Gómez también inventó una suerte de método numérico con el que aprendió las canciones de Cuco Sánchez de forma más rápida, ya que tuvo poco tiempo para ensayar. Con ese sistema, enseñó a muchos estudiantes de la Escuela de Folclore, de la que fue profesor de guitarra desde que se fundó en los años 70, y también lo publicó en varios libros de canciones que fueron muy codiciados en su época y que muchos siguen consultando hoy en día. 

En opinión de Rodríguez, el difunto fue “uno de los grandes boleristas de España”, conocido también por las numerosas canciones de corte más romántico que compuso, e insistió en que puede ser una de las personas “que más conoce de boleros en todo el país”. Además, fue quien introdujo, tras sus giras por Latinoamérica, el requinto, después de vérselo al grupo Los Panchos, y fue el primero en crear canciones para este instrumento musical. Y es que, tal y como resaltó Mary Sánchez, “él valía mucho, mucho”, y lo hacía en innumerables facetas.

Gómez ideó un método numérico con el que enseñó a tocar sin tener que aprender solfeo.

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La cantante recordó ayer alguna de las anécdotas que vivieron juntos en su periplo por Venezuela. “Luchamos mucho por las canciones y lograr cumplir nuestros sueños, y cuando subíamos a los escenarios, rezábamos para que todo nos saliera bien”, reconoció. Sánchez y el Trío Canteras de aquel entonces hicieron una gira por los pueblos para tratar de conseguir el dinero para los pasajes, que finalmente les prestó don José Herrera, dueño de una tabaquería en frente de su casa. “Estábamos muy unidos”, comentó con tristeza. Hoy, Emilio le seguirá guiando desde donde esté.

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