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La fortuna vuelve a Los Tarahales

La administración ‘Porfirio’ que regenta José María González reparte 2,8 millones de la Bonoloto

El lotero José María González, administrador de Porfirío, en Los Tarahales, donde han repartido este martes 2,8 millones de euros en la Bonoloto. Andrés Cruz

Hay un nuevo millonario en la Isla. La administración de Loterías ‘Porfirio’, en el barrio de Los Tarahales vendió un boleto premiado este martes con 2,8 millones de euros de la Bonoloto.

¿Qué haría usted si ganara 2,8 millones de euros jugando a la lotería? Sin duda, es una cantidad que a más de uno le resolvería la vida. Comprar una casa (o varias), emprender un negocio, dar la vuelta al mundo o incluso dejar de trabajar -si está cerca la edad de jubilación- son solo algunos de los posibles. Y desde este martes hay un nuevo millonario en la Isla que ya está haciendo cálculos y elaborando su propia lista de deseos. La administración de Loterías y Apuestas del Estado número 23 de Las Palmas de Gran Canaria, situada en la Carretera General del Norte número 212, repartió en la noche de este martes, 31 de agosto, 2.831.800 euros del sorteo de la Bonoloto.

La fortuna volvió esta semana a Los Tarahales. La sucursal de loterías que regenta José María González lleva más de tres décadas repartiendo suerte en Ciudad Alta. El local, que lleva el nombre de su padre, Porfirio, fundador del negocio a finales de los años 80, llevaba mucho tiempo sin repartir un premio como este, «la última vez fue una Primitiva en 2010», señala el lotero, «en aquella ocasión fueron 2,5 millones». Y aunque desde entonces ha vendido boletos premiados con importes para nada despreciables de hasta 88.000 euros, el de esta semana ha sido de récord.

«Siempre reviso los números y cuando lo supe vine corriendo por si me había tocado a mí», apunta el lotero

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«Me enteré anoche, porque siempre reviso los números premiados antes de dormir, y cuando vi que cayó en mi administración vine corriendo», indica el Lotero; «quería ver si el boleto era el mío», reconoce entre risas, «siempre me quedo con una Bonoloto para mí, además de participaciones con un grupo de amigos». Pero, en esta ocasión no pudo ser, el vote se lo llevó alguno de los cientos de clientes que pasan por su mostrador semanalmente.

Aún así, «la alegría siempre te viene cuando repartes algo, por pequeño que sea», se sincera González. Desconoce a quién le vendió el boleto de los 2,8 millones de euros, «ni siquiera sé si fue de máquina o de ventanilla», pero eso no es motivo para no mostrar la satisfacción por haber repartido un buen pellizco -más que eso realmente- en plena pandemia.

Las felicitaciones tampoco se hicieron esperar, al fin y al cabo no se reparte tanto dinero todos los días. «No he parado en toda la mañana de recibir llamadas y mensajes por WhatsApp», reconoce el lotero. «Incluso, me llamó una señora de Vecindario para decir que dónde era esta administración exactamente, ella por lo visto había venido hace poco a comprar a Las Palmas y había comprado una bonoloto, pero no recordaba bien dónde», cuenta González, «ni siquiera la conocía».

Esa mujer no era la afortunada. «Por aquí viene sobre todo gente de Los Taharales y La Paterna», indica; de hecho, la administración está situada justo enfrente de la bajada a este último barrio desde la Carretera General del Norte. «Pero como por aquí también pasa mucha gente que está de paso, para ir a Siete Palmas o Tamaraceite pues a saber a quién le he vendido el boleto», explica.

Una casita en el campo

¿Qué haría este lotero si él hubiera ganado esos 2,8 millones de euros? González lo tiene claro. «Comprarme una casita en el campo, eso lo principal, con un terrenito para plantar», destaca. «Después de la cuarentena me di cuenta de lo bueno que habría sido tener algo así y no estar encerrado en casa en la ciudad». Y es que, de haber un nuevo confinamiento, tiene claro que iría allí «corriendo» a pasar el tiempo. «Me conformo con algo sencillo», aclara. Este amante del campo señala que el resto lo emplearía en el día a día, ahorrarlo y en el futuro de sus hijos, dos mellizos aún en edad escolar, cuenta.

En los próximos meses el lotero espera hacer el ‘agosto’ con la lotería de Navidad, «ahora va a pegar fuerte»

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Este premio ha llegado, además, en el mejor de los momentos. El verano va tocando a su fin y la Navidad está ya a la vuelta de la esquina. «Esta es la mejor publicidad que hay para sacar adelante el negocio», cuenta. Y es que si ya desde julio ha ido vendiendo Lotería de Navidad, en los próximos meses espera hacer el ‘agosto’, «ahora va a pegar fuerte», apunta. Y es que la suerte, si cae en un sitio, atrae al público y, al mismo tiempo, atrae al azar. Pura estadística, claro está.

La última vez que la administración Porfirio repartió un premio jugoso fue una Primitiva de 88.000 euros en febrero de 2020, «poco antes de la cuarentena», señala. Además en 2014 vendió un boleto premiado con un cuarto de la Lotería de Navidad, a 20.000 euros al décimo. Pero, en las tres décadas de historia de esta sucursal llevan varios números agraciados a sus espaldas. «En la época de mi padre [él tomó las riendas del negocio en 2001] el Gordo cayó aquí un par de veces», apunta.

Puede que José María González nunca sepa quién se ha llevado los 2,8 millones de euros que repartió este martes, «hay quien viene un año después y te dice que fue él quien se llevó el premio», pero queda esa «alegría» por regar con la ilusión del azar Los Tarahales.

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