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El disputado terreno de paseo de Chil

La loma de Ingeniero Salinas alberga seis casas terreras enclavadas en una parcela donde dos promotoras llevan más de 10 años intentando urbanizar

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Ladera Ingeniero Salinas Andrés Cruz

La loma del Ingeniero Salinas se erige sobre paseo de Chil como una auténtica atalaya con vistas a Alcaravaneras, Ciudad Jardín y toda la zona Puerto. La parcela que la circunda es el último reducto de los viejos arenales de Guanarteme que queda sin construir de manera masiva, de momento. El pasado pleno municipal aprobó una modificación del Plan General de Ordenación (PGO) con respecto a la Unidad de Actuación UA10 La Minilla que permite desactivar una operación urbanística estancada desde el estallido de la burbuja del ladrillo. Esta intervención se encontró entonces con dos escollos por delante: ser el último hábitat del escarabajo de La Minilla o bomboncillo negro (Pimelia Granulicollis) y albergar un grupo de seis casas terreras de la década de 1930, de las cuales cinco siguen habitadas en la actualidad.

Ahora, el sector inmobiliario se ha reactivado y con él operaciones urbanísticas que llevaban empantanadas una década. La de La Minilla es una de estas. Según un anuncio inmobiliario publicado en el portal web Idealistas, una promotora está vendiendo un terreno junto a paseo de Chil, equivalente al pasaje de la loma del Ingeniero Salinas y alrededores, dividido en ocho parcelas de 270 metros cuadrados por el precio de 300.000 euros cada una. El anuncio especifica a su vez que las obras para urbanizar la Unidad de Actuación comenzarán «en muy poco tiempo». Sugiere la posibilidad de construir un chalet independiente -de dos alturas más garaje- en base a un anteproyecto de adosados que proponen mediante planos e infografías.

Parte de estas ocho parcelas y el vial de nueva creación, el cual sería una continuación de la calle Los Arenales, coinciden con la posición de las casas terreras de Ingeniero Salinas. La última modificación del PGO aprobada por el Consistorio «blinda» la protección del bombocillo negro, de tal manera que su hábitat queda restringido a la explanada del búnker de La Minilla, delimitada por las calles Federico García Lorca, Manuel de León Falcón y la Unidad de Actuación. A la promotora le quedaría por delante el segundo de sus obstáculos: las viviendas.

Según los vecinos de Ingeniero Salinas, una promotora les ofertó «unos 150.000 euros» para comprarles a cada uno sus casas, pero de eso hace «más de 10 años», y, siempre según su testimonio, «ninguna inmobiliaria ha vuelto a pasar por aquí». «Esta casa es de un familiar de mi mujer, le pagamos un alquiler», apunta Baltasar Gómez, «pero esa otra es de mi hija que la compró hace unos años», señala a la primera casa del pasaje, reformada recientemente.

Vista general desde la explanada protegida como espacio libre para el escarabajo de La Minilla. | | ANDRÉS CRUZ

Hace poco más de una década comenzaron las obras en este lomo y, al mismo tiempo, los problemas. Concretamente, los trabajos de desmonte para crear una calle entre Federico García Lorca e Ingeniero Salinas en 2007. Al poco tiempo, los ecologistas llevaron el proyecto ante el Seprona y la Fiscalía de Medio Ambiente por alterar el último reducto de las dunas de Guanarteme, hábitat del citado escarabajo, un invertebrado incluido en el Catálogo de Espacies Protegidas de Canarias por estar en peligro de extinción.

Las promotoras de la urbanización, La Minilla Procan, S.L. y A&A Canarias ST, S.L., comenzaron entonces a recurrir, de tal manera que socilitaron, a través del Consistorio, un informe a la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias. El estudio de impacto ambiental fue aprobado por la Cotmac en 2012. La parcela quedó entonces en un largo estado de parálisis por culpa de la crisis del ladrillo. El pasado verano, nueve años después, la concejalía de Urbanismo de la capital dictaminó regularizar el estudio de detalle de la UA-10, promovido por las dos entidades privadas citadas, siempre y cuando se ajustara a los condicionantes del informe del ejecutivo autonómico.

Esta modificación del PGO «blinda» así la explanada del búnker de La Minilla como hábitat del escarabajo a modo de espacio libre, mientras que en la L que conforma la parcela en discordia de la UA-10 establece que en el lado norte las promotoras ganan edificabilidad en altura a cambio de ceder un espacio para hacer un ascensor de uso público que conecte el barrio con la plaza Juan del Río Ayala y la zona de Mesa y López, según la concejalía de Urbanismo. La otra mitad de este terreno en forma de L coincide con paseo de Chil y es donde está el pasaje del Ingeniero Salinas.

Es en este punto donde las promotoras tendrían el principal escollo para ejecutar esta operación urbanística. De hecho, el vial que prolongaría la calle Los Arenales iría situado justo encima de las actuales casas terreras. Las ocho parcelas en las que están vendiendo el terreno, que en su totalidad tiene 27.116 metros cuadrados, están dispuestas a ambos lados de esta calzada, siete por debajo -lindando con paseo de Chil- y una por encima -bajo la explanada que será espacio libre-.

El Consistorio quiere mejorar las conexiones entre La Minilla, Mesa y López y Paseo de Chil

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En uno de los planos que aporta la inmobilaria en el anuncio señala esta última parcela ya como «vendida», por lo que estarían disponibles las otras siete . Mientras, los vecinos afirman que desde el estallido de la crisis no han vuelto a tener ningún tipo de oferta para vender sus hogares. Baltasar Gómez y su esposa, Rosario Brisón, es un matrimonio que lleva en dicho pasaje toda la vida. «En aquel entonces estuvimos a punto, pero uno no quería», señalan, al tiempo que resaltan que detrás de varias de estas viviendas hay «muchos herederos»; «nosotros nos iríamos», aclaran, «esa escalera mata y la edad se nota», añaden en referencia a los más de 60 empinados escalones que les separan de paseo de Chil.

Mario Navarro también vive allí y señala que en todos estos años tampoco ha recibido ningún tipo de oferta económica desde hace una década; «de aquí no me mueven», indica mostrando su rechazo a mudarse y dejar atrás las vistas de las que goza cada mañana. Según los planos del catastro, cada casa terrera forma una parcela individual enclavadas dentro de una más grande que figura como «suelo sin edificar» y que correspondería con la zona de las promotoras.

Desde la concejalía de Urbanismo, señalan que se trata de una situación «entre particulares» a resolver entre ellos; el Consistorio sí está interesado en mejorar las conexiones entre paseo de Chil y La Minilla, dada la precariedad de la escalera actual. La modificación del PGO se aprobó en septiembre después de que las promotoras interesadas -de hecho serán quienes tendrán que hacer los dos viales en L- solicitaran al Ayuntamiento acelerar un proceso que quedó estancado en 2012 y que ahora cobra sentido con el renacer del mercado inmobiliario.

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