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Las reinas de la naviera Cunard siempre vuelven al Puerto de Las Palmas

El ‘Queen Elizabeth’, protagonista de las escalas de cruceros en la última semana del año | Los trasatlánticos de Cunard Line llevan 58 años realizando cruceros por las Islas

El Queen Elizabeth, atracado en el Puerto de Las Palmas el pasado mes de noviembre.

El Puerto de Las Palmas cierra esta semana un año histórico para el sector de cruceros con nueve escalas de TUI, Fred. Olsen o Saga, aunque entre todas ellas sobresale la del Queen Elizabeth, digna representante de una estirpe de trasatlánticos que llevan casi seis décadas siendo fieles a Canarias. La llegada del buque de Cunard Line, que este lunes efectúa parada en Puerto del Rosario y tocará Las Palmas de Gran Canaria el miércoles, coincide en el tiempo con el aniversario de la primera escala del Queen Mary en la ciudad, ocurrida tal día como este pasado domingo, 26 de diciembre, pero en 1963. 

Aquella primera escala tuvo lugar, como las de esta semana, en un momento de transformación para las grandes navieras de trasatlánticos. Si en la actualidad los cruceros tratan de reinventarse tras la debacle provocada por la pandemia del coronavirus, 58 años atrás andaban a la búsqueda de una solución para el agujero que la aviación comercial estaba haciendo en sus cuentas. Compañías como Cunard Line, que durante décadas habían sido el método de viaje habitual entre Europa y América, tuvieron que reinventarse y encontraron un nicho en el turismo: el viaje dejaba de convertirse en un medio y pasaba a ser un fin en sí mismo. 

«Hoy, en Las Palmas, el Queen Mary, el mayor pasaje entrado hasta ahora en un puerto español», titulaba aquel mismo día en su portada el Diario de Las Palmas. La crónica, firmada al alimón por José Ferrera Jiménez, Fernando Díaz Cutillas y Luis García Jiménez, destacaba el carácter de «trascendental importancia para la vida de Gran Canaria y de España» que tenía aquella escala, un acontecimiento que venía a demostrar «las excelentes condiciones» «para recibir a las embarcaciones de mayor tonelaje y calado que puedan existir».

Nuevos barcos

Las 82.000 toneladas del Queen Mary continuaron regresando a Las Palmas de Gran Canaria hasta en 14 ocasiones. Al buque insignia de Cunard Line se le sumó en 1964 el Queen Elizabeth, que se distinguía del otro por tener una chimenea menos, pero las dos veteranas naves -habían sido construidas en la década de 1930- fueron retiradas del servicio entre 1967 y 1969. Su destino no pudo ser más dispar: la primera fue vendida a la localidad californiana de Long Beach, donde más de medio siglo después continúa atracado como museo flotante, pero la segunda acabó naufragando en Hong Kong a comienzos de la década de 1970 tras un intento infructuoso de replicar el modelo de California en Florida. 

Cunard Line continuó visitando Canarias con su nuevo barco, el Queen Elizabeth 2, que comenzó sus travesías desde Southampton en la primavera de 1969. El «más moderno y lujoso barco», como anunciaba LA PROVINCIA un día después de su primera visita, ofrecía a sus pasajeros travesías «maravillosas», según relató en estas mismas páginas José Vera Suárez tras colarse como polizón en el trayecto inaugural entre Gran Canaria y Tenerife y pasar la noche en el salón noble del buque.

El Queen Mary, durante una de sus primeras escalas en la década de 1960. LP/DLP

Medio siglo después, la industria de los cruceros tiene poco que ver con aquellas históricas navieras. Las compañías de trasatlánticos como Cunard acabaron siendo adquiridas por corporaciones; en su caso, por la estadounidense Carnival. La inyección de capital que supuso la llegada de la nueva matriz permitió afrontar la renovación de la flota y en 2008, el ya veterano Queen Elizabeth 2, por entonces con más de cinco millones de millas náuticas de navegación, fue retirado del servicio.

Estrellas de Hollywood

Su sustituto había llegado cuatro años antes y su primera aparición en Las Palmas, el 17 de enero de 2004, se convirtió en otra fiesta. La ciudad entera se paró para ver el Queen Mary 2 haciendo su entrada en la ciudad y miles de personas se dirigieron hasta el muelle Santa Catalina para dar la bienvenida a sus pasajeros, que fueron recibidos con actuaciones folclóricas y «saludaban como si fuesen estrellas de Hollywood en la gala de los Oscar», según plasmó Raúl Gil en su crónica publicada un día después en este periódico.

Casi seis décadas después de aquella primera escala, los tres buques que forman parte de la flota de Cunard en la actualidad -el Queen Mary 2, el Queen Elizabeth y el Queen Victoria- continúan recalando en Las Palmas de Gran Canaria varias veces al año, mientras la compañía cuenta con una cuarta construcción naval en cartera -su nombre aún se desconoce- cuya ejecución arrancó en 2019 en el astillero Fincantieri, el mismo que en 2010 dio forma al Queen Elizabeth que llega esta semana.

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