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El Mercado de Altavista decae entre el deterioro de las instalaciones y la fuga de puestos

Uno de las plazas históricas de la capital trata de paliar su situación creando incentivos para que los emprendedores abran sus negocios

Visita al Mercado de Altavista

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Visita al Mercado de Altavista Christian Afonso

El Mercado de Altavista, uno de los cuatro grandes referentes del comercio tradicional en Las Palmas de Gran Canaria, decae entre el deterioro de sus instalaciones, que datan de 1970, y la fuga de puestos. Con más de cinco décadas a sus espaldas, la plaza se encuentra en una situación comprometida, incapaz de afrontar los gastos para rehabilitar el inmueble, o de invertir en su promoción, tanto para atraer nueva clientela como nuevos negocios. 

De hecho, en la actualidad hay ocupados, en la planta principal del edificio, 34 de los 63 locales, poco más de la mitad, lo que muestra claramente cuál es la situación. Esta pérdida de puestos, que ha sido una constante desde hace varios años, también genera una merma de ingresos, y la sociedad gestora sí que tiene que abordar los mismos gastos, o incluso más, por el incremento, por ejemplo, del precio de la electricidad. De ahí que una de sus principales luchas sea abrir nuevas propuestas en el mercado.

Antonio Gómez, gerente del Mercado de Altavista, explicó este miércoles que se ha potenciado desde la sociedad gestora arrendamientos asequibles y otras ventajas para facilitar que afloren esos nuevos negocios. Entre ellas, una renta creciente para establecimientos de nueva creación, de tal manera que comiencen con alquileres bajos y, con el paso de los meses, vaya incrementándose gradualmente la cantidad. Y es que, tal y como comparten gran parte de los puesteros, «cuantos más puestos abiertos haya, más clientela vendrá». Gómez también abogó por incentivar la llegada de «otro tipo de actividades que sean más atractivas para el distrito», manteniendo, eso sí, «un cierto equilibrio». 

El Ayuntamiento, a través del Gobierno regional, renovará el sistema eléctrico y contra incendios

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Otro de los problemas, continuó el gerente del Mercado de Altavista, tiene que ver con el deterioro del edificio, «que solo hay que verlo». Y es que, según la ordenanza de mercados municipales aprobada a finales del siglo pasado, son las propias sociedades gestoras las que se han de encargar de los gastos corrientes y por mantenimiento, mejora y ampliación del edificio. Ante la imposibilidad de gastar grandes sumas en estos conceptos, el inmueble de la plaza presenta goteras y problemas eléctricos. La planta sótano en la que hay almacenes y cámaras frigoríficas se encuentra en muy mal estado, y es ahí donde los roedores han pelado los cables, provocando algún que otro pequeño fuego. La borrasca de hace unas semanas también levantó alguna plancha del techo y tuvieron que actuar los Bomberos para asegurar la cubierta. 

Precisamente, el Gobierno de Canarias destinó una partida de 500.000 euros para que el Ayuntamiento capitalino los repartiera entre los mercados municipales. De esta cuantía, unos 400.000 euros serán para realizar mejoras en la instalación eléctrica y crear un sistema contra incendios en Altavista. Una inversión que esperan como agua de mayo y que, según el área de Desarrollo Local, está próxima a salir a licitación, después de que hayan tenido que nombrar un técnico municipal -con el que no contaba la Concejalía, y que les «prestó» Urbanismo- para que dirigiera la obra. 

Para Juan Antonio Marrero, encargado de la carnicería Gomarpe, este es un mercado «muy local», al que suele acudir sobre todo gente del barrio, personas mayores y pequeñas familias. «Quizás la clientela joven va más con los nuevos tiempos y visita grandes superficies, aunque la que suele venir aquí a comprar productos para un asadero, ya no va a otro lado la próxima vez», indicó. 

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Mercado de Altavista José Carlos Guerra

Para un compañero puestero que no quiso dar su nombre, otro de los inconvenientes de la plaza tiene que ver con el aparcamiento. En su opinión, no se puede atraer a más clientela «si se quita el aparcamiento y el que hay, gestionado por Sagulpa, no sirve porque está en mal estado», pese a las numerosas reclamaciones que dice haber presentado ante el Consistorio, la última hace algo alrededor de una semana.

La diversificación de la actividad es una de las soluciones de la gerencia para atraer gente joven

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En cambio, para Carmelo Ramírez, encargado de una de las fruterías del mercado, el problema está en la gerencia. «La persona encargada sabe de números, pero no de cómo se gestiona un espacio como este», censuró. Con 43 años a sus espaldas -uno de los más veteranos del mercado-, apuntó que una de las posibles soluciones podría ser ampliar los horarios y abrir por las tardes, ya que «en otras ciudades sí se hace y funciona». No obstante, esta solución es rechazada por otros compañeros y, de hecho, se llevó a cabo un proyecto piloto en el que se abrió durante una temporada y se terminó desechando la idea porque no se encontraba viabilidad. Primero, porque no había una clara afluencia de más personas. Y segundo, según adujeron, porque suponía más problemas para su operatividad que ventajas.

Pese a ello, todavía sigue habiendo clientela fiel, la «familia» de Altavista, que acude religiosamente a comprar lo necesario para comer a diario, como Mari. «Aparte del buen producto, es como si estuviera con mis hijos, me conocen, y encuentro mucha más variedad», ensalzó. Son personas como ella las que mantienen vivo el mercado.

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