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Honores y distinciones José Falcón Martín Fiscal de paso y decano costalero de la Asociación de Costaleros del Carmen de La Isleta

José Falcón: «La primera vez que cargué con la Virgen del Carmen con 17 años estaba llorando»

«Un año tiraron unos voladores y cayeron sobre una alfombra de serrín, se prendió fuego y tuvimos que salir corriendo hacia atrás con la Virgen»

José Falcón, costalero de La Isleta, nombrado hijo predilecto de la ciudad. ANDRES CRUZ

Isletero de nacimiento y de corazón. José Falcón Martín (1968) reconoce que la primera vez que cargó a la virgen del Carmen sobre sus hombros lloró. «Es lo máximo, fue un honor que me eligieran de costalero», apunta en esta entrevista. El próximo 23 de junio será nombrado hijo predilecto de Las Palmas de Gran Canaria, un reconocimiento «a los costaleros de la Virgen y a todo lo que hemos conseguido con la asociación».

Isletero de nacimiento. ¿Cómo empezó su vinculación con la parroquia del Carmen?

Con la parroquia empecé desde muy pequeño siendo monaguillo. Con 17 años comencé a cargar la imagen en el trono antiguo y hasta la fecha. Ahora mismo soy fiscal de paso de los costaleros de la Virgen del Carmen.

¿Cómo eran esas fiestas antiguas del Carmen? En su niñez.

Todo el mundo esperaba que llegara el mes de julio y las fiestas del Carmen. Hacíamos las alfombras; recuerdo el olor a serrín, a pintura, la gente tirada en la calle desde la tarde hasta la madrugada o al día siguiente cuando la Virgen pasa por mi calle, Artemi Semidán. Al final es lo que me inculcaron mis padres, vivir las fiestas del Carmen con mucho amor y devoción. En casa hacíamos de todo, verbenas, juegos infantiles.

¿Recuerda la primera vez que cargó un paso?

Estaba llorando. La primera vez fue un orgullo como isletero que soy. Todo el mundo quiere algún día cargar la imagen y para mí fue un honor que me eligieran de costalero. Apenas con 17 años cargando la Virgen desde la parte de afuera, al final es llevar sobre tus hombros la imagen de nuestro barrio; eso para cualquiera del barrio es lo máximo.

¿Qué papel tiene actualmente dentro de la cofradía?

Soy fiscal de paso, el responsable de hacer de intermediario entre costaleros, capataces y el párroco. Ya no cargo pero sigo colaborando con ellos eso sí, pertenezco a la cuadrilla como se suele decir. He sido costalero, contraguía, que sería el que manda en la parte detrás del trono, la voz del capataz, y por último fiscal de paso. Además de eso, participo en muchas labores sociales en Cáritas, ayudas a la Cruz Roja, Pequeño Valiente. También tengo un hijo costalero.

Es algo que se transmite en la familia.

Tengo dos hijos mellizos y uno me ha salido costalero, ha seguido la tradición del padre.

¿Es algo que se lleva dentro?

Se lleva en la sangre. Para nosotros los isleteros es como si fuera nuestra madre, queremos que llegue el mes de julio. Estamos en junio ya y estamos muy nerviosos, el sábado comienzan los ensayos precisamente. Para que llegue el día 16 y cargarla, que para nosotros es lo máximo. Trabajamos todo el año para esto.

Justo este año recuperan la procesión y las fiestas tras la pandemia.

Cogeremos todo con mucha más ganas, con más fuerza. Tenemos una responsabilidad muy grande, encima ha caído la suerte de que el día grande será del viernes para el sábado y esperamos una gran cantidad de gente. Al final el público lleva impaciente durante tres años. No sabemos cómo va a salir por la gran cantidad de feligreses que vendrán a la procesión.

Ya de normal es una procesión multitudinaria.

Normalmente arrastra a muchas personas, pero es que lleva tres años sin salir. Esta iglesia está abierta todos los días y siempre viene gente a hacer promesas, imagínate cómo estará el 16.

El premio al final es un reconocimiento a la fiesta del Carmen y a los isleteros.

Es un reconocimiento no solo a mí. Es a los costaleros del Carmen y a lo que hemos conseguido con la asociación. Que se engradezca esta fiesta más de lo que es. Es un honor que haya sido elegida en mi nombre, pero también se lo debo a los costaleros, a la parroquia y al párroco. Y al barrio de La Isleta, por supuesto, que sea reconocido fuera de aquí. Te puedo decir que viene gente de toda España a ver la imagen.

También ha participado en la comisión de fiestas.

Antiguamente era vicepresidente, de 2016 a 2019, después de haberlas dejado Barragán, que hizo un gran impulso. Seguimos los pasos de él y la hemos engrandecido.

Lograron ser reconocidos como Fiestas de la ciudad.

Ahí estuvimos una serie de personas, entre ellos un compañero, David Sánchez, y entre los dos impulsamos para lograr el reconocimiento de fiestas de la ciudad. También los costaleros tenemos la medalla de Oro. Tenemos además el Roque Nublo de Plata en labor social, el único que nos faltaría son los premios Canarias; este año estuvimos nominados, así que lo intentaremos en los años venideros.

José Falcón, costalero de La Isleta, nombrado hijo predilecto de la ciudad. ANDRES CRUZ

¿Cómo ha sido compaginar la vida de costalero con la profesional y familiar?

Llevo años de pensionista por enfermedad. Me dio un síncope, me pusieron un marcapasos, antes era vigilante jurado y escolta. Ahora tengo todo el tiempo del mundo para esto. También intento ayudar en lo que pueda a muchos conocidos; el otro día conseguimos unos 30 bonos y los entregamos a distintas ONGs.

Al final es una persona muy conocida y reconocida en el barrio.

Por desgracia sí [risas]. No solo por la parroquia en La Isleta, también en el mundo del deporte, fui jugador de balonmano y me conocen en Escaleritas y en otros barrios. Además, mi padre era cantante folclórico, tocó el timple desde los cinco años.

¿A usted nunca le dio por el folclore?

No, pero me gusta ir de copas [risas]. Me encanta el folclore, eso sí, he tenido una buena cuna.

Estará deseando que vuelvan las romerías.

El lunes pasado tuvimos el paseo romero del Victoria y fue una pasada volver a ver la gente, el jolgorio. Hemos vuelto a una pequeña normalidad. Se pasó muy bien. Me alegré mucho, que la gente participe, vuelva a las calles.

¿Tienen buena salud las fiestas del Carmen?

Por supuesto. El Carmen nunca va a decaer. Las fiestas llevan aquí desde que llegó la imagen en 1913 y desde entonces va cada vez a más. Esta es una procesión que espera todo el mundo, que la señora vuelva a recorrer su calle. Además, hemos conseguido que se retransmita la procesión por televisión y a nivel internacional por La2. Ya no es una fiesta de barrio, perdona que te diga, pero diría que es la segunda que más personas congrega en la Isla después del Pino.

Todo un logro.

Y al final miras la iglesia y es muy sencilla. El párroco desde que llegó hace 10 años ha hecho algunos arreglos, las vidrieras son nuevas. Pero al final la imagen es la que importa. Ya lo que tenemos ahí arriba vale mucha la pena. Virgen del Carmen hay muchas pero como esta, perdona que lo diga, no hay ninguna.

Dicen que tiene una mirada especial, diferente a las de otros lugares.

Esta imagen lo que tiene es que es una talla muy bonita de cara. Parece una señora, una mujer. Es preciosa. No parece una virgen normal.

Han sido décadas en la fiesta, ¿recuerda algún momento en especial?

La anécdota más grande que tengo y que siempre me quedaré con ella, ocurrió el año pasado. La comisión de fiestas organizó una exposición de fotos y me encontré una en la que estaban mis hijos pequeños de bebés, con su madre, ya fallecida. Siempre me quedaré con eso grabado. Los cuatro delante de la virgen del Carmen.

Habrá sido un gran momento emotivo.

Esa foto no la conocía y fue un privilegio, ahora la tengo en mi poder. Otra anécdota ocurrió hace unos años. Tiraron unos voladores y los restos cayeron sobre una de las alfombras y era de serrín. Se prendió, tuvimos que salir corriendo hacia atrás con la virgen. Nos llevamos un susto, encima el serrín es tóxico, los olores. Salieron los vecinos con baldes de agua a apagar el fuego. También recuerdo a mi familia la víspera del 25 de julio todos los años haciendo asaderos en casa, recuerdo a mi padre con la guitarra en la mano y animando a todos los vecinos.

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