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INFRAESTRUCTURAS

El Ayuntamiento vuelve a vallar el paseo de la Avenida Marítima por el mal estado del malecón

Vías y Obras justifica la medida para garantizar la seguridad ante el deterioro de los contrafuertes del muro y advierte que el arreglo es competencia del Cabildo

Tramo del paseo marítimo vallado ANDRES CRUZ

Apenas un mes después de finalizadas las obras de urgencia que se acometieron en el paseo de la Avenida Marítima, cerca de Lady Harimaguada, para rellenar un socavón causado por el embate de las olas y la falta de mantenimiento, el Ayuntamiento capitalino ha vuelto a vallar otro tramo de la zona peatonal, en este caso, el más cercano al barrio de San Cristóbal por razones de «seguridad» debido al mal estado en el que se encuentran los contrafuertes del malecón.

Desde el área de Vías y Obras, que dirige la concejala de Servicios Públicos Inmaculada Medina, advirtieron que la solución del problema «corresponde» al Cabildo de Gran Canaria.

La Concejalía de Urbanismo, que dirige Javier Doreste, justificó hace dos meses la urgencia de la última obra -después de tener nueve meses parte del paseo vallado y cerrado- porque las conclusiones de un estudio que encargó advirtieron de que existía riesgo de hundimiento que podía afectar a la autovía GC-1 si no se rellenaba el socavón y se reforzaba la escollera.

 En esta ocasión, la parte vallada está casi a un kilómetro de distancia, al lado del barrio de San Cristóbal y no hace falta fijarse mucho para darse cuenta del tremendo deterioro que sufre también la balaustrada del paseo y el pavimento, con piezas levantadas y grietas entre las filas de losetas que están a diferentes niveles por el hundimiento del terreno.

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Zona vallada en el paseo de la avenida marítima frente Hospital Insular Andrés Cruz

Un portavoz de la Concejalía de Vías y Obras centró el problema en el «mal estado en el que se encuentran los contrafuertes del muro que da al mar», cuyo pésimo estado se arrastra desde «hace tiempo. Se ha colocado la valla por seguridad y se ha dejado un espacio más pegado a la vía en el paseo para que la gente pueda pasar caminando o en bicicleta».

Añadieron que el pasado 27 de mayo, día en el que se valló esa parte del paseo, «se informó del tema al Cabildo de Gran Canaria para que actúe en el paseo porque es la institución competente en este caso, ya que lo que se encuentra mal es la parte que da al mar. No tiene nada que ver con el socavón anterior, aunque es una zona muy próxima».

«El ayuntamiento», subrayaron, «ya arregló el socavón, pero el Cabildo debe arreglar los contrafuertes que dan al mar porque, de lo contrario, se seguirá deteriorando el paseo».

El pésimo estado de los contrafuertes del principio del paseo es evidente. El oleaje golpea contra ellos con fuerza y la zona carece, por ejemplo, de la protección de los grandes dados de hormigón que se pusieron hace algunos años para resguardar el resto del malecón del embate del mar.

Los usuarios se preguntan ahora cuanto tardarán las administraciones en arreglar un problema derivado de la falta de mantenimiento y de una inversión que refuerce el malecón.

Los técnicos ya advirtieron hace cuatro años, en un informe encargado por el Cabildo de Gran Canaria, de la necesidad de reconstruir y ampliar la escollera para evitar nuevos socavones y hundimientos en la calzada de la GC-1, el último de los cuales se produjo en febrero de 2018. Los socavones posteriores sólo han afectado al paseo.

 Los ingenieros plantearon también que es preciso reconstruir el muro del paseo, porque el actual está destrozado y «ya ha cumplido su vida útil». La situación actual recuerda la ocurrida a finales de mayo del pasado año, cuando operarios de Vías y Obras se limitaron a vallar un tramo de la avenida, cerca de Lady Harimaguada, tras detectar un socavón. Las administraciones se pasaron la pelota. Costas rechazó cualquier responsabilidad argumentando que la estructura de la escollera forma parte de la autovía, y la actuación corresponde por tanto, o al Gobierno canario titular de la vía o al Cabildo, gestor de la misma.

Desde el Cabildo manifestaron que «la competencias de la zona peatonal son del Ayuntamiento, la parte de abajo que da al mar es de Costas y la zona de asfalto es del Cabildo». Mientras las administraciones miraban para otro lado, la zona permaneció vallada hasta que edil de Urbanismo encargó un estudio, pese a que la competencia es de Vías y Obras, y contrató la obra por la vía de urgencia, actuación que no deja de ser otro de los tantos parches que no resuelven el problema de fondo.

El estudio detectó la existencia de un grave riesgo de hundimiento de la calzada y de rotura de la gran tubería de abasto que circula por debajo del paseo, debido al socavón que abrieron las olas. Los técnicos municipales concluyeron que el relleno del socavón era competencia del ayuntamiento porque afecta al paseo. La escollera, añadieron, es responsabilidad de Costas y el muro que ejerce de estructura de contención de la GC-1, "es del Cabildo".

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