El depósito de aguas depuradas de El Fondillo prevé aumentar el riego para la agricultura

Más de una decena de vegetación endémica será trasplantada durante los trabajos

La depuradora de Barranco Seco.

La depuradora de Barranco Seco. / José Carlos Guerra

G.M.L.

El nuevo depósito de aguas de El Fondillo prevé aumentar la capacidad de riego para la agricultura, y así, contribuir al sector primario grancanario «totalmente dependiente del agua, previendo reducir el nivel de paro y la extracción de recurso de masas de agua subterráneas o desalación». La obra, que según el Consejo Insular de Aguas está prevista que comience para el primer trimestre del próximo año, aumentará la capacidad del depósito de El Fondillo para «uno de los entornos con una de las mayores tasas de erosión de la isla». 

Antes de la ejecución de los trabajos está prevista la elaboración del estudio ambiental del proyecto. En el BOE publicado ayer, el Ministerio para la Transición Ecológica percibe bajo impacto medioambiental en el proyecto. De esta forma, simplifica el trámite para aprobar el estudio medioambiental. «No tiene el impacto suficiente para que sea ordinario», resumen el gerente del Consejo Insular de Aguas, Carmelo Santana. De otra manera, el Gobierno de Canarias, entidad encargada de facilitar el trámite, hubiera tenido que seguir el proceso ordinario, más largo y elaborado, que determina si el proyecto es viable. 

El objetivo es construir un depósito de hormigón armado de 33.000 metros cúbicos de capacidad anexo a las instalaciones de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) El Fondillo. Este nuevo depósito permitirá almacenar el agua depurada previamente en Barranco Seco. Posteriormente, el recurso se distribuirá para su uso en regadío como agua regenerada a través de la estación de bombeo de El Fondillo.

En concreto, el consumo anual de agua en la actualidad es de 9.281.612,63 metros cúbicos, de los que algo menos de la mitad proceden del agua regenerada, por lo que otros procedimientos como la desalación o la obtención de aguas subterráneas tienen mayor protagonismo. El Fondillo es el punto de encuentro de las redes de agua depurada que parten al tejido de tuberías de redes de riego de toda Gran Canaria. La obra, a su vez, otorgaría independencia a El Fondillo si existen averías en la depuradora de Barranco Seco, ya que, actualmente «el bombeo existente es ineficiente y tiene un alto coste energético».

Flora y fauna

La flora y fauna será uno de los factores ambientales cruciales para la realización de la obra. Durante los trabajos se eliminará la vegetación existente, a excepción de aquella que está protegida, como el drago o la palmera canaria. Ya está previsto, por el momento, el transplante de ocho dragos y siete palmeras canarias. Además, las obras pueden provocar daños al lagarto de Gran Canaria y el perenquén de Boettger, por ello, pretenden hacer «una prospección ambiental a pie de parcela antes del inicio de las obras» para capturar aquellos ejemplares que encuentren.

Este punto fue criticado por la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria presentó un informe desfavorable al considerar que la iniciativa podía «altera el uso agrícola» y que la «rehabilitación del paisaje agrícola de la zona se ve alterado» por las dimensiones de la infraestructura. Así como el posible daño a la flora y fauna endémica. 

El Ministerio describe en el documento que no se prevé en el paisaje «impactos significativos, ni en fase de obra ni de explotación», ya que el lugar «presenta una calidad paisajística moderada y una incidencia visual muy baja, debido a su ubicación en una zona deprimida sin apenas exposición visual». En el documento se específica que se seguirán las medidas propuestas por el área de Urbanismo «evitando la introducción de contrastes cromáticos en el recubrimiento del depósito, y garantizando su integración paisajística mediante el revestimiento del muro exterior hacia el cauce con piedra natural». 

Suscríbete para seguir leyendo