Los terrenos de la extinta Fadesa en el Lazareto de La Isleta, a la venta por 3,5 millones

Los vecinos, divididos entre quienes quieren seguir en sus casas de toda la vida y quienes padecen el narcotráfico

Los vecinos del Lazareto de La Isleta padecieron en los años 2000 la peor cara de la burbuja inmobiliaria. Situados junto a la subida al Sebadal y a la entrada del Puerto, las inmobiliarias, más concretamente la extinta Fadesa, se interesó entonces por este enclave de casas terreras para llevar a cabo una macro operación urbanística. Quienes vivían allí denunciaron extorsiones y prácticas poco éticas por parte de la promotora. Unas maniobras que quedaron zanjadas en 2010 por la vía judicial, tras tumbar el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) la Unidad de Actuación 02 vigente entonces en el Plan General de Ordenación (PGO) de Las Palmas de Gran Canaria. Años después, la memoria de aquello ha regresado.

La inmobiliaria Alemany Real State, con sede en Barcelona, ha puesto a la venta por 3,5 millones de euros los terrenos adquiridos en su día por la extinta Fadesa. Se trata de una parcela de 2.278 metros cuadrados, el 53% del terreno correspondiente a la extinta UA-02 Lazareto y reconvertida en área diferenciada en el PGO de 2012. Aunque con una edificabilidad que puede alcanzar los 10.569 metros cuadrados distribuidos en tres edificios de cuatro, siete y nueve plantas. La zona no ha parado de deteriorarse en la última década y muchas de las casas que no llegó a derribar la promotora gallega hoy son narcopisos o están en ruinas.

"Era un acoso continuo"

“De acuerdo de irnos al 100% no vamos a estar, imposible, pero esperamos que nos den lo que nos pertenece”, resalta Vicente Ramos. Residente en la calle Roger de Lauria, todavía tiene en la retina el acoso que sufrieron por parte de Fadesa. "Cuando derribaron la casa que estaba al otro lado, tabique con tabique, nos hicieron un boquete enorme en la pared y destrozaron la cocina, tuvimos que sacar a un niño corriendo", relata, "encima los aparejadores nos decían que no denunciáramos y al final nos pusieron una encimera pésima, aquello era un acoso continuo para que nos fuéramos".

Casas del Lazareto de La Isleta a subasta

Calle Roger de Lauria, en el Lazareto. / Juan Carlos Castro

Su madre, Carmelina, lo tiene claro, "no me he ido de La Isleta, menos voy a hacerlo ahora, ni aunque me regalen una casa en Triana". Y es que por encima del valor económico, señalan que está "el sentimental" y la cercanía de hacer vida en su barrio de toda la vida. Fadesa, cuenta, le ofreció un piso en una promoción cercana en Juan Rejón, "pero aquello era una caja, me dijeron que tenía tres habitaciones, les pregunté si no había de cuatro y me respondieron que no, cuando yo en mi casa tengo seis". "Sacarlos de aquí para muchos sería casi mandarlos a San Miguel", añade su hijo.

Subasta en el portal de procuradores

Y es que las familias de estas casas terreras llevan viviendo cara al Puerto durante generaciones. "Querían darme un piso y que yo pusiera otros 10 millones de pesetas [60.000 euros] con una hipoteca, cuando yo acababa de pagar un crédito por ese entonces", resalta Loli Díaz, otra vecina de la subida al Sebadal y quien también participó en la lucha judicial contra Fadesa. "Esto es una parcela muy codiciosa", matiza. Y es que, como resaltan entre ellos, "esta es la última oportunidad de construir en primera línea del Puerto". Los terrenos ya salieron a subasta a través del portal de los procuradores de España el pasado mes noviembre por 2,7 millones de euros.

Casas del Lazareto, en La Isleta

La Provincia

"Con esto no podemos salir perdiendo, en mi caso estamos al lado de nuestros trabajos, mi marido es portuario", añade Omayra Quevedo, vecina también de la misma calle. "Tan felizmente no nos van a echar de aquí, ¿Cómo van a quitarnos esto por algo más pequeño?", resalta Bárbara, aunque ella matiza que la plazoleta que tienen ante sus casas es más conocido como 'el parque Félix', "por Félix el tartanero, que era el marido de la tía de mi marido que vive con nosotros", ahora con 92 años.

Casas del Lazareto de La Isleta a subasta

Fondo de saco de la calle Cambaluz. / Juan Carlos Castro.

No obstante, las opiniones entre quienes quedan en el Lazareto no son unánimes. "Estoy viviendo un infierno", señala Pino Figueroa. En su caso vive junto a un callejón por el que pasan decenas de personas dispuestas a tocar la puerta de los narcopisos que hay en las casas abandonadas que hay en la trasera de la suya. Las mismas que Fadesa compró en su momento, pero que no llegó a derribar. "No tienen ningún miramiento, hay peleas, hacen aquí sus necesidades, se ponen de madrugada a tocar una puerta de hierro a lo bestia", relata. Que sobre su casa tengan que decidir ocho hermanos complicará, eso sí, la supuesta venta. "En su momento nos querían dar una porquería y mi tía no quiso vender", aclara. Ahora, queda expectante.

"Quiero quedarme tranquila"

Una situación parecida a la que está viviendo Tina, en la calle Cambaluz. "Mi padre no quiso vender y luchó para que tumbaran el plan, pero yo quiero quedarme tranquila y poder salir a la calle", señala tras su puerta. A su alrededor este punto de La Isleta, como ocurriera en el cercano fondo de saco de Anzofé, se ha convertido en un foco de drogadicción. "La Policía frecuenta mucho la zona", comentan en los bares cercanos, al tiempo que en una casa tapiada en la esquina con la calle 22 de mayo de 1986 la palabra "peligro" grafiteada sobre el cemento advierte a quienes pasan por allí. En esta misma calle hay un edificio de tres viviendas en venta por 365.000 euros.

Casas del Lazareto de La Isleta a subasta

Ruinas y basura en el Lazareto de La Isleta. / Juan Carlos Castro.

El Ayuntamiento adjudicó a Fadesa la ejecución de la UA-02 Lazareto en enero de 2003, en tiempos de José Manuel Soria, con el propósito de regenerar esta parte de La Isleta. La idea era construir en lugar de las viejas casas terreras -muchas de ellas de principios del siglo XX- pisos de lujo rodeados de zonas ajardinadas. La torre más alta, de nueve plantas, cogería la altura del número 108 y 110 de Juan Rejón -edificio que queda excluido del plan- y por detrás, a modo de zócalo va otro inmueble de cuatro y un tercero de siete en el lateral oeste para quedar alineado con los de la Junta de Obras del Puerto. Además, debía guardar espacio para una pequeña dotación cultural.

Pese a que el TSJC tumbó este planeamiento urbanístico de manera definitiva en 2010 -la sala de Lo contencioso-administrativo dictó una suspensión cautelar en 2007-, el Ayuntamiento reconvirtió la figura en un área diferenciada en 2012. De tal manera que el PGO vigente mantiene esta distribución para la parcela delimitada por las calles Juan Rejón, Roger de Lauria y 22 de mayo de 1986 -la calle Cambaluz, en el interior de la manzana, desaparecería-. Tras el derribo de muchas de las viviendas que llegó a adquirir la promotora, la paralización del plan urbanístico y la quiebra de la compañía en 2008 hicieron que el resto fueran simplemente tapiadas o quedaran abandonadas. Hoy son auténticas ruinas de otro tiempo, muchas de ellas ocupadas para usos fraudulentos.

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