Rubén 'garantía' Castro. Aferrados al justiciero del área. Una vez más. El Moña -38 años, 229 dianas en la élite- es el arma de destrucción masiva infalible de Pepe Mel. A dos semanas de la vuelta de la competición -viernes 12-, el estilete de La Isleta pugna con Narváez y Cristian para salir de inicio ante el Girona en el Gran Canaria. En el casting de pólvora, Rubén luce un don. Cuando perfora la meta rival, solo hay un 18,75% de posibilidades de que la UD se ponga de rodillas. A tenor de lo acontecido en su segundo periplo de amarillo -las dos últimas ediciones ligueras 2018-19 y 2019-20-, conviene que el '7' vea puerta.

El máximo realizador histórico del Real Betis contabiliza 170 duelos de amarillo y 58 dianas. Desde que regresase a la Isla, en julio de 2018, hizo 20 goles. Quince fueron en la pasada campaña y cinco en la actual, que acaba el 19 de julio. La aportación realizadora queda enmarcada en 16 contiendas.

Cuando vio portería, la UD ganó cinco partidos, empató ocho y solo sucumbió en tres. Aquí se cimienta su condición de amuleto.

Si Rubén besa el gol, Las Palmas tiene un 50% de opciones de arrancar un punto, 31,25% de abrazar el triunfo y solo un 18,75% de recibir una puñalada en el corazón. Para Mel, como ya lo fue en el Betis, que el Moña esté inspirado conforma un atajo hacia la salvación. Operado en Finlandia, el isletero causó baja durante cuatro meses -de septiembre a enero-. No pudo coincidir con el festival Jonathan Viera.

Ya sin el Maradona de La Feria, la UD encadena once jornadas sin un triunfo -10 partidos de 2020-. Se acabaron las conjeturas, aguarda el abismo. Ante el Girona, solo vale ganar para comenzar la nueva era del gel sin taquicardias. La agonía del descenso está a tres puntos.

Hay un incontestable problema con la pólvora. En los diez duelos de este año (900'), la UD de Mel lleva seis tantos -uno cada 150 minutos-. Rubén, tras regresar de su lesión en enero -fue intervenido del tendón semimembranoso-, se ha convertido en el pichichi de las tinieblas con dos dianas. Le siguen Benito, Fede Varela y Eric Curbelo -un autogol del Dépor completa la secuencia-. Hay que reactivarse, patentar las credenciales de fantasía del 24 de noviembre al 15 de diciembre -10 dianas en cuatro partidos, uno cada 36 minutos-.

Son precisos cuatro triunfos para alcanzar la cifra mágica de 50 puntos. El pasaporte hacia la tierra prometida. La permanencia es la primera cota. Mel anunció que habrá rotaciones. No se descartan incluso en el arco -arde la competencia entre Raúl Fernández, Josep y Álvaro Valles-. Por jerarquía, el Moña -que el 27 de junio cumple 39 años- parte como activo franquicia. Serán 38 días de máxima exigencia. El desgaste físico será brutal. Jugar a puerta cerrada y contra el virus con un protocolo avalado por el CSD.

A Rubén le resta un año más de contrato con la UD -hasta junio de 2021-. La intención del presidente Miguel Ángel Ramírez es la de estirar el segundo periplo del artillero total, que se estrenó como realizador con la UD ante el Madrid de Casillas en el Insular (2001). Un inmortal que deberá elegir su momento para colgar las botas.

El cruento escenario económico que se avecina -ante el desplome de los ingresos por la pandemia-, con nueva bajada de salarios incluida, es otro punto de confrontación. Pero antes hay que evitar el descalabro de un descenso al cementerio de 2ª B. Y las botas de Rubén son mágicas, confeccionadas para extraer petróleo. El Betis ya le tentó para tener un cargo en los despachos. Pero faltan once batallas.

Segundo test a Deivid

El zaguero David Rodríguez 'Deivid', que se reincorporó este martes a los entrenamientos tras concluir su cesión en el Nea Salamina de Chipre, superó ayer su segundo test de la Covid-19 en menos de una semana. Cuenta con el permiso de LaLiga para ejercitarse en Barranco Seco. Antes de salir de Chipre también fue testeado. El resto del plantel, también ha sido examinado en las últimas horas.