Cáritas no puede hacer más de lo que está haciendo con los necesitados. Para muchos expertos en el tema, las ayudas que recibe no están al completo. Hoy es más evidente que nunca en Canarias... El rotundo fracaso de la llamada crisis alimentaria no es un fenómeno correspondiente a los últimos años, aunque la profunda crisis económica actual contribuya a acentuarla. En rigor, la crisis alimentaria, entendida como existencia de hambre y desnutrición para grandes masas de nuestro pueblo, ha sido casi siempre simultaneada con el exagerado consumo alimenticio de ciertas minorías. Más allá de las cifras que se barajan en Canarias, los índices y lo datos estadísticos, en sí mismos terribles en su fría elocuencia, está la trágica situación individualizada de cientos de personas, que representan el hambre, la pobreza absoluta y el desamparo total. Es la expresión del inmenso abismo que separa hoy a los ricos de los pobres. Pero esto es lo que hay, y como tal, la vida sigue...
