La Provincia - Diario de Las Palmas

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Zigurat

El dolor del siglo XXI

Es este momento histórico del siglo XXI uno de los más difíciles de enfrentar? En septiembre de 2001 la exageración de los atentados contra EE UU, escenificados en la destrucción de las torres gemelas, que creaban una parte importante de la silueta de NY y que eran símbolos de poder, de dólares, de altura sobre cualquier economía mundial, dejó al mundo sin palabras, aunque también sordo. Estuviéramos a miles de kilómetros o allí mismo, afectó tanto a la estrategia mundial que algunos han mantenido que la posmodernidad geopolítica empezó precisamente allí en la zona cero, entre escombros, humaredas y seres humanos sepultados. Es una exageración de los pragmáticos norteamericanos que ven en este suceso un corrimiento de alianzas, estructuras de poder y desarticulación de una política exterior que ha tenido que adaptarse para tiempos de guerra.

Tiempo de guerra han dicho los europeos, los presidentes de gobiernos donde se empezó a desarrollar la atención a las minorías culturales, la multiculturalidad, que tenia en cuenta tanto a los pueblos y culturas que no tenían visibilidad pero mucho que decir y otra vía para los ciudadanos de orígenes diversos pero nacidos y educados a la manera occidental en los países de acogida de sus mayores.

Algunas décadas antes del hundimiento de los mástiles de Manhattan, en la década de los ochenta, ya se habían producido importantes acontecimientos que condujeron, por inercia y por política, a la desmembración de repúblicas cosidas como dictaduras, la creación de nuevos estados nacionales y la manipulación de fronteras y culturas.

Los años noventa seguían en su dinámica de promover la asimilación de los drásticos cambios que se estaban produciendo, introduciendo un factor clave para entender lo que está ocurriendo ahora: la guerra de Irak, Afganistán y la contención de los malvados allí donde se encontraran. Episodios tan dramáticos e inhumanos, de una y otra parte, que si no llega la televisión para programar la guerra en directo no lo creeríamos.

De horror en horror, tenemos lejana la segunda guerra mundial o al menos eso es lo que se infiere de la naturaleza de las declaraciones de Occidente que ha hecho madeja de un hilo. Digo occidente, porque cuando hablan EE UU, Francia y Reino Unido es como si hablara la ONU y si los presidentes norteamericanos, y luego el inglés y más cerca el francés hablan y han hablado de guerra, ya sean socialistas, demócratas, monárquicos, republicanos, o lo que sea, es que estamos en entreguerras, pero sin paz ni guerra fría: la guerra fría se libra ahora en la redes, en la espina dorsal de este mundo, que es la que se mueve por impulsos periféricos y estremece el cuerpo y el espíritu de nuestro tiempo.

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