Pasión con cabeza

Freno a la euforia colectiva. La UD saborea el liderato de la mejor la liga del planeta. Un logro alcanzado por derecho propio, pero sin olvidar que las glorias, siempre efímeras, acaban en el recuerdo. El parón será tiempo de reflexión para ser conscientes de que la Liga no ha hecho más que empezar. La pasión balompédica debe ser comedida y hay que ser muy conscientes que el camino, nunca exento de dificultades, es sinuoso. Las sensaciones son inmejorables, pero la cordura debe imponerse. Las ansias de fútbol y más victorias son buenas, pero sin perder el rumbo. Eso del 'partido a partido' es la mejor de las consignas para afrontar el futuro. Algo que Setién sabe de sobra. Los seguidores amarillos tienen derecho a soñar, pero sin olvidar que la línea entre ilusión y fracaso es mínima. Las exigencias, no obstante, no serán menores y el equipo debe aspirar a latir en la zona media de la tabla. Tontear con el descenso sería un soberano despropósito. Los 25 millones -coste del plantel- no son gratuitos. La UD tiene mimbres y fútbol para soliviantar la pasión, pero con cabeza.