La Sociedad Científica El Museo Canario cumplirá pronto 140 años de vida. Surgida por la iniciativa de un grupo de ciudadanos culturalmente inquietos, desprendidos y altruistas, se puso desde su primer día a disposición de nuestra población, pese a la vocación de universalidad que los motivaba. El Ayuntamiento de nuestra ciudad celebró con gran alborozo su nacimiento y ofreció casi inmediatamente un local de las casas consistoriales para que allí se instalara, de tal modo que durante casi cincuenta años museo y ayuntamiento compartieron el histórico edificio de la plaza de Santa Ana.
El estrecho vínculo que ha unido a la corporación y a nuestra institución ha sido perenne y se ha manifestado en decisiones como las siguientes: en 1882 acordó el Ayuntamiento acceder a que la Sociedad Científica El Museo Canario usara como distintivo el sello de Gran Canaria, que también es propio de la corporación municipal; desde 1932 hasta hoy se ha hecho cargo nuestra entidad de la antigua biblioteca municipal; y en 1993 le fue otorgada a El Museo Canario la medalla de oro de Las Palmas de Gran Canaria.
Esa empatía con nuestra Sociedad Científica ha sido plenamente correspondida por ella, si atendemos a gestos como éstos: el doctor don Gregorio Chil y Naranjo, de quien El Museo Canario es heredero universal, dispuso, por una parte, que el alcalde de nuestra ciudad fuera permanentemente presidente de la junta testamentaria que instituyó y, por otro lado, estableció que, si nuestra sociedad desapareciera, el producto resultante de los bienes que le legó se invirtiera en establecimientos de beneficencia de la ciudad.
Aún más: los estatutos de la Sociedad Científica, cuya más reciente redacción data de 2016, disponen que "el patrimonio que resulte de su liquidación se entregará a la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria". Difícilmente cabría mayor generosidad.
A pesar de todo lo expuesto, el actual gobierno municipal viene adoptando una actitud displicente hacia la entidad más valiosa de las que radican en el municipio, si atendemos a sus funciones como museo y como centro de documentación. Nos consta que la representación institucional de El Museo Canario no ha cesado de hacerle continuas propuestas de colaboración y de revalidación de sus lazos históricos, que han sido desoídas e ignoradas.
A mayor abundamiento, los tres grupos municipales hoy en la oposición -Partido Popular, Ciudadanos y Unidos por Gran Canaria- presentaron una moción que adoptó forma de acuerdo plenario unánime el 31 de octubre de 2017 y contenía dos compromisos: por un lado, la iniciación de "los trabajos de preparación de un convenio estable de colaboración con la Sociedad Científica El Museo Canario en el que se defina una carta de servicios a prestar por esta entidad al Ayuntamiento y a la ciudad, así como su correspondiente contraprestación económica anual" y, por otra parte, "que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria firme un convenio específico para, según disponibilidad presupuestaria, terminar las obras de ampliación de la sede de la Sociedad Científica El Museo Canario en un plazo máximo de cinco años desde el próximo 2018".
A pesar de ello, no hay indicios hasta el momento de intención de cumplirlo, puesto que los presupuestos municipales para 2018 no contienen previsión alguna que haga factible su ejecución. Sabemos también que al menos tres escritos dirigidos por la presidencia de El Museo a la alcaldía en noviembre del pasado año ni siquiera han merecido acuse de recibo.
Esta actitud contrasta de forma clamorosa con el Acuerdo por la Ciudadanía de junio de 2015, que los tres grupos municipales firmantes convirtieron en su programa de gobierno, puesto que en él se afirma lo siguiente: "Igualmente, consideramos que el Ayuntamiento debe prestar una especial atención a El Museo Canario, institución centenaria de gestión privada que precisa un mayor compromiso de las instituciones públicas. Nos planteamos incrementar el apoyo municipal y abordar con seriedad su futuro con el resto de las instituciones públicas".
Dada nuestra condición de socios de El Museo Canario, sabemos que nuestra asociación no está mendigando; por el contrario, está haciendo al municipio inteligentes propuestas de colaboración, con la finalidad de trascender el marco actual de mera entidad subvencionada y conferir al empleo de fondos públicos, en este caso municipales, mayor eficiencia, más control y mejor utilización en beneficio de los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria y de sus visitantes.
Por último, hacemos un llamamiento al señor alcalde para que adquiera conciencia de que la ejecución de las obras de ampliación y mejora de la sede de El Museo Canario está suspendida desde hace seis años, por la desidia en ejecutar el compromiso para cofinanciarlas que adquirió el Ayuntamiento en 2006. En los dos últimos mandatos se ha esgrimido el argumento de la crisis económica para justificar tamaño incumplimiento. Ahora desconocemos las razones que siguen avalando esta forma de actuar, pero poco se compadece ésta con las palabras del primer edil cuando, al presentar los presupuestos para 2018, afirmó que "son los que más han crecido en la historia de la ciudad".
