La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Durán

reseteando

Javier Durán

La huerta murciana

La feracidad de la huerta murciana no viene sólo de sus frutas y verduras relucientes, sino también de sus tránsfugas, tan luminosos y llenos de jugo como los cargamentos de melones que llegan puntuales a los mercados gracias a los camiones frigoríficos. La sensación placentera que transmite el mordisco de la pieza al paladar es equiparable al frescor que transmiten Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez, cosecha de Ciudadanos, que bien regados por Teodoro García Egea han decidido traspasar sus raíces al PP y dejar el plantío descompuesto de cara a la moción de censura de Arrimadas y el PSOE. La huerta murciana, por tanto, es tierra feraz, pero también con condiciones inabarcables para realizar giros capaces de reconvertir su producción agropolítica de la noche a la mañana: a las lechugas, habas, pimientos, tomates y berenjenas, Wikipedia se prepara para abrirle paso a los tránsfugas. La denominación de origen, no obstante, necesita alguna que otra acotación, puesto que en esencia no son de la especie tamayazo, dado que se bajan del barco antes del momento culmen de la votación de la moción de censura, mientras que los que acabaron en Madrid con el sueño de Simancas conspiraron con el poder económico para cubrirse los riñones. En la huerta murciana ha bastado la presencia del lugarteniente de Casado para revertir la situación, y por supuesto, los sueldos y sinecuras innatas al cargo. El periodista Corpus Barga ya destacaba en sus memorias, Los pasos contados, la capacidad de influencia de la periferia española sobre la capital, y a la inversa, gracias al caciquismo de la estirpe familiar en el agro del interior, dedicada en cuerpo y alma a amarrar el mayor número de votos. El fenómeno no tiene el mismo perfil, pero así y todo el terremoto alcanzó Madrid con una convocatoria electoral e impulsó sendas mociones de censura del PSOE y Más Madrid, aparte de una operación relámpago por parte del PP para frenar la desaparición del feudo murciano. Ayuso, por su parte, pierde la justificación que le llevó a convocar elecciones en el caso de que los tránsfugas mantengan su palabra de desertar. La huerta murciana y sus cambios de cultivo, sin llegar a la modalidad transgénica, da de sí una biodiversidad que ha puesto el mercado patas arriba. Lo peor de todo, dicen los puesteros, es que el género, aunque sano en apariencia, interiormente está tumorizado y ni las cámaras pueden evitar una fetidez insoportable.

Compartir el artículo

stats