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Reflexión

El octubre negro del polisario

El Frente Polisario suspende los contactos con el Gobierno de España

Poco o nada se ha hablado de las sucesivas noticias que han ido rodeando al Frente Polisario y sus intereses a lo largo del pasado mes de octubre, todas y cada una de ellas de signo negativo. Un mes ‘horribilis’ en toda regla que no por casualidad, y salvo honrosas excepciones, ha pasado de puntillas en el panorama mediático patrio.

Probablemente esta mala racha, digna de destitución de cualquier entrenador si hablásemos en términos futbolísticos, empezase allá por el 22 y 23 de septiembre en Las Palmas de Gran Canaria, con la exitosa celebración por parte del Movimiento Saharauis por la Paz de la 1ª edición de su Conferencia. Un evento en el que la asociación de la que soy vicepresidente, el Fórum Canario Saharaui, tuvo el honor de colaborar. En aquella ocasión escuchamos y leímos todo tipo de historietas basadas en la desinformación y la inventiva. Según algunos, Las Palmas se convirtió en el Berlín de los años 60. Una suerte de guerra fría intimidaba a la isla, con decenas de espías marroquíes inundando las calles de la ciudad. En el centro de todo, un contubernio hispano-marroquí —bautizado por Ignacio Cembrero como ‘Foro Saharaui’—, del que parece ser que nosotros formábamos parte, organizaba, controlaba y financiaba dicho evento, para con ello amenazar la causa del Polisario (y los que viven de ella).

Cuanta imaginación, ni a Walt Disney se le hubiera ocurrido algo semejante. Al final te lo tienes que tomar a broma. Porque, aunque a base de repetir una mentira decenas de veces traten de convertirla en verdad, no lo van a conseguir. Pero esa es su estrategia. Saben que no van a pagar ningún precio profesional, porque no es un tema de primer orden entre la opinión pública española y juegan con ello, con lo cual mentir les sale gratis. Pero de eso, y del fantasmagórico pseudo informe del CNI en el que se basan estas mentiras, tal vez hablemos más adelante en otro artículo.

Como decía, aquel encuentro fue un punto de inflexión que tuvo su continuidad en octubre. Durante dicho mes asistimos a numerosos hechos tanto a nivel nacional como internacional que dejan en evidencia a la pandilla de fanáticos que regenta Brahim Ghali y su cúpula. Primero asistimos a denuncias y reprobaciones internas hechas públicas desde las juventudes del Polisario hacia sus gobernantes, exigiendo una «necesaria renovación generacional por desconfianza hacia el liderazgo polisario debido a sus conductas irresponsables y perjudiciales». Y lo hicieron «colándolo» nada menos que en sus medios oficiales, algo inédito. «Estamos hartos, nos gobiernan unos dinosaurios», han llegado a decir los jóvenes que malviven en Tinduf. Es la gerontocracia que tantas veces hemos denunciado. Y ahí seguirán, no esperen cambios.

Pero tal vez lo más relevante de ese octubre negro ha sido presenciar cómo, tras más de 15 años denunciándolo desde este Fórum Canario Saharaui, fue el propio Frente Polisario quien reconoció numerosos casos de represión interna y múltiples violaciones de Derechos Humanos durante su medio siglo de existencia. Fue el propio Ghali quien lo anunció (eso sí, algo eufemísticamente) ‘reparaciones a las víctimas de errores y abusos del pasado’. O sea, reconocer por vez primera en 50 años, la comisión de crímenes de lesa humanidad en los campamentos argelinos de Tinduf contra su propia población disidente. Ahora habrá que ver cómo y cuándo serían las reparaciones, o si es un anuncio hecho de cara a la galería, como según parece.

Y, por supuesto, están las causas judiciales contra Ghali que, contrariamente a lo que se afirma, continúan con su recorrido procesal (Madrid Y Zaragoza). Con respecto a la última, la de la entrada ilegal de Ghali en España, es de alabar la perseverancia y paciencia del juez Rafael Lasala, así como la del abogado que ejerce la acusación popular, Antonio Urdiales, reconduciendo la investigación al esclarecimiento de la posible comisión de delitos de prevaricación y falsedad documental del señor Brahim Ghali ¿O deberíamos decir Mohamed Benbatouche? Con respecto a la que continúa abierta en la Audiencia Nacional, en la que se acusa a Ghali de delitos de detención ilegal, torturas y lesa humanidad cometidos en 2019 en los campamentos de Tinduf, hace tan solo unos días el Juez Pedraz tomó declaración a Abba Bouzeid, testigo de las torturas que el activista saharaui Fadel Breica habría sufrido a manos del Frente Polisario.

En la declaración, el juez escuchó de boca de Bouzeid durante 90 minutos los detalles del secuestro, tortura y detención arbitraria a los que fue sometido junto con Fadel Breica, en los centros de detención de Al-Rashid y Al-Dhiba, que habitualmente utiliza el Polisario para estos menesteres en los campamentos de Tinduf (Argelia). En dicha declaración, Bouzeid confirmó las torturas a Fadel Breica. Con respecto a Ghali dijo que lo vio en la prisión el día que escuchó los gritos de Breica. La Audiencia Nacional ya ha rechazado en varias ocasiones los intentos de la defensa de Brahim Ghali de archivar esta causa, en la que también existen otros imputados, tales como Bachir Mustafa Sayed, número dos del Polisario, o Mustafa Mohamed Ali Sid el Bachir, que ocupaba el cargo de Ministro del Interior.

También en octubre, no olvidemos la bofetada en toda regla que para el Polisario supuso el contenido de la reciente resolución 2654 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Donde, además de reafirmar la posición del Consejo desde 2007, y a través de él de la comunidad internacional, de que la solución a este conflicto regional debe ser política, realista, pragmática, sostenible y basada en la avenencia, también se denunció en dicha resolución las malas prácticas del Polisario en cuestiones básicas que afectan asimismo a derechos elementales. Estas reprobaciones van relacionadas directamente con la petición del Consejo de Seguridad a las organizaciones humanitarias, de que se aseguren que «la entrega de ayuda humanitaria se realice conforme a las buenas prácticas de la ONU», debido al periódico y repetido desvío de dicha ayuda para lucro personal con la connivencia del Polisario. Un desvío confirmado en varios informes del Alto Comisionado para los Refugiados, de la oficina antifraude de la Unión Europea (OLAF), y que llevamos años denunciando.

Por otra parte, la resolución también solicita que se desplieguen todos los esfuerzos para proceder al registro de las poblaciones, o censo de los campamentos de Tinduf, mediante el Alto Comisionado para los Refugiados. Una petición rechazada insistentemente por Argelia y el Polisario desde hace más de 25 años. Un rechazo a censar la población que tiene por objeto ocultar la población real, cuyos datos actuales son estimativos y están «inflados» por el Polisario, debido a que la ayuda humanitaria desviada a la que se refiere el Consejo de Seguridad, se otorga en función de los datos poblacionales. Cuanta más población más ayuda, cuanta más ayuda, más desvío y, por ende, más corrupción.

Así que, con la excepción hecha de la resolución de la ONU ¿qué difusión ha tenido la mayor parte de anteriormente descrito en España? Entre cero y nada. Especialmente por los habituales voceros del Polisario en nuestro país que. día tras día no solo lo negaban y defendían a sus perpetradores (Ghali y cia.), sino que se mofaban de aquellos que denunciábamos estos hechos. ¿Dónde se han metido ahora estos portavoces oficiosos del Polisario en España que tanto critican este tipo de sucesos cuando van en otra dirección? Ni están ni se les espera. Solo tienen ojos y oídos para estas cosas cuando atienden a sus intereses, que suelen coincidir con los de Argelia, huelga decir los motivos. Esto es una vía de doble sentido, y lo que se denuncia hacia una parte, debe hacerse hacia la otra y no ponerse de perfil.

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