Reseteando

Un PIO que huele a pescado viejo

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales. / la provincia

Javier Durán

Javier Durán

Me gustaría creer que el Plan Insular de Ordenación de Gran Canaria (PIO-GC) que va a aprobar el gobierno cabildicio y ecosostenible de Morales es un pescado viejo y podrido que ha sacado de una gaveta del palacio de Bravo Murillo, puesto a airear por la proximidad electoral y porque tanta demora en su tramitación apesta que da gusto. No me he metido entre pecho y espalda el mamotreto que planifica el crecimiento de la Isla, pero he visto que en el importante asunto de las carreteras futuras al documento sólo le falta proyectar una circunvalación alrededor de la pieza escultórica de Chirino en Triana. Agaete, Telde, El Tablero de Maspalomas, Tamaraceite, San Mateo, Teror, Mogán y La Aldea, entre otros, son agraciados por una vía de ronda: un futuro de asfalto. Nos dedicamos a desmenuzar como posesos los límites de la capacidad de carga o el consumo de suelo rústico en Gran Canaria. Sin embargo, la alerta se esfuma del documento estratégico para gobernar el suelo de la Isla, donde hay un homenaje al vehículo de uso privado, aparte de una negación frente al hecho de que a más carreteras más vehículos. Una espiral fatídica que le ha dado al Archipiélago el contradictorio mérito de ser, pese a su carácter insular, un devorador sin pausa ni concierto de monstruosos presupuestos para carreteras que afectan de forma irreversible a su paisaje y comprometen un crecimiento turístico verde. El PIO y sus vías tratan de buscar una solución a los atascos de núcleos que dejan atrás su modelo rural por el crecimiento demográfico, nuevas urbanizaciones y parques comerciales. Esta convulsión necesita abordarse con más transporte colectivo y soluciones imaginativas que limiten el coche privado. No es concebible una apuesta por el tren para ir al Sur o a Agaete, y a la vez alimentar el terreno insular de una telaraña de circunvalaciones y autovías. La construcción de las mismas, como se sabe, está vinculada a recalificaciones especulativas de suelo donde están los mismos de siempre. El PIO debería innovar y no atufarnos.

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