Editorial

RUP: Toque de atención a Bruselas

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, en Bruselas, en la Conferencia de Presidentes de las RUP

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, en Bruselas, en la Conferencia de Presidentes de las RUP / Zacarías García

Un dictamen del Comité de las Regiones, sin abandonar el lenguaje diplomático habitual entre instituciones comunitarias, insta a la Comisión Europea a una estrategia ‘renovada y ambiciosa’ para las Regiones Ultraperiféricas y a mirar con mayor detenimiento y profundidad la situación de estos territorios y sus nuevas vulnerabilidades por la crisis climática, los efectos de la pandemia o la guerra de Ucrania”

Canarias y el conjunto de las Regiones Ultraperiféricas vuelven al campo de batalla en la defensa de sus derechos e intereses en la Unión Europea, en esta ocasión para impulsar una estrategia comunitaria “renovada y ambiciosa” en relación con las situaciones específicas de estos territorios, y en el actual contexto económico y geopolítico de alta incertidumbre.

Los cinco millones de ciudadanos de la UE que viven en los nueve territorios incluidos en las RUP (además de las Islas Canarias, los de Guadalupe, Guayana Francesa, Martinica, Reunión, San Bartolomé, San Martín, Azores y Madeira) se enfrentan a vulnerabilidades específicas permanentes como consecuencia de las características geográficas, lejanía y aislamiento de estos territorios, pero esas vulnerabilidades se han visto acentuadas en los últimos tiempos por una serie de catástrofes naturales, cada vez más frecuentes debido a la crisis climática, así como por la pandemia, la guerra rusa contra Ucrania, y la consiguiente escalada mundial de la inflación por el incremento de los productos energéticos, que en Europa amenaza ahora con socavar la recuperación de estas regiones.

La consecuencia de toda esta amalgama de elementos es la dificultad para estos territorios de encauzar la recuperación económica de antes de la pandemia y la ampliación de la brecha en términos de desarrollo social respecto al territorio continental europeo.

“Solo una política que se adapte a las características específicas de las RUP permitirá un desarrollo estructural y sostenible que aporte esperanza a sus poblaciones”, avisaba recientemente el impulsor del Dictamen que acaba de aprobar el Comité de las Regiones (CdR) de la UE, el azorano Pedro De Faria e Castro, respecto a la comunicación que la Comisión Europea presentó el pasado mes de mayo sobre una estrategia renovada para las RUP.

En ese Dictamen, el CdR expresa su insatisfacción por el contenido del documento político del gobierno comunitario, lejos aún de contemplar las urgencias con que se deben afrontar las nuevas vulnerabilidades de estos territorios. Canarias, como territorio más extenso, poblado y de mayor peso económico y político del conjunto de las RUP, está totalmente involucrada en este proceso y ha contribuido a dar contenido a ese Dictamen que viene a poner los puntos sobre las íes en relación a las deficiencias que contiene la propuesta de Bruselas para afrontar los retos de estas regiones porque no aborda adecuadamente algunas de las políticas esenciales para su desarrollo.

El dictamen del Comité de las Regiones, sin abandonar el lenguaje diplomático habitual entre instituciones comunitarias, “insta” a la Comisión Europea a una serie de mejoras que suponen de facto una exigencia a mirar con mayor detenimiento y profundidad la situación de las RUP en los contextos antes descritos, llamando la atención sobre la urgente necesidad de abordar las importantes desigualdades sociales y económicas de las regiones ultraperiféricas en comparación con la Europa continental y pide a la Comisión Europea que apoye a estas regiones en el proceso de convergencia con el resto de la UE.

Entre otras cuestiones, pide fomentar la autonomía energética de estas regiones mediante políticas de apoyo específicas que permitan “una transición adecuada y asequible de la actual dependencia de los combustibles fósiles a las fuentes sostenibles”. El reto de la transición energética hacia una economía medioambientalmente sostenible es una de las obsesiones del conjunto de la sociedad canaria expresada tanto en la acción política del Gobierno regional, como del conjunto de formaciones políticas de las Islas y de las entidades empresariales y del mundo económico. En palabras del presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, “la estrategia para las RUP debe implementarse de manera consistente, coordinada e integrada para lograr la doble transición energética y digital, y su pleno desarrollo económico y social”, además deben “inscribirse en las políticas europeas desde su concepción hasta su puesta en marcha”.

Las RUP también trasladan desde ese dictamen del CdR sus reproches al Ejecutivo comunitario en relación a otro tipo de políticas que no acaban de despegar: pesca, desarrollo del turismo o los procesos normativos, que a veces se eternizan y pierden eficiencia.

En materia de pesca se recuerda el papel que cumplen las regiones ultraperiféricas en el refuerzo de la dimensión marítima de la UE, pues gracias a ellas el club comunitario cuenta con el mayor espacio marítimo del mundo e “importantes oportunidades económicas”, especialmente en relación con las estrategias de economía azul de los próximos años.

El dictamen pide al Ejecutivo comunitario que acelere el desarrollo de una política europea de turismo que prevea la creación de una Agencia Europea de Turismo, a la que aspira Canarias, y que apoye la doble transición de los destinos turísticos europeos y fomente la recuperación de este sector estratégico para estas regiones.

Apelando a la lejanía y el aislamiento con respecto al continente europeo, las RUP, apoyadas por el CdR, sostienen que el cumplimiento de los nuevos objetivos en materia de emisiones y fiscalidad de los carburantes derivados del paquete de medidas «Objetivo 55» corre el riesgo de incidir de manera desestabilizadora en las economías y sociedades de las regiones remotas, una referencia directa a la ‘guerra’ de estos territorios contra la tasa al queroseno de aviones en los vuelos internacionales.

En definitiva, las RUPy el Comité de Regiones piden que se adopten urgentemente soluciones “pragmáticas y adaptadas”, aplicando sistemáticamente el artículo 349 del Tratado de Fundación de la UE, para evitar que se socave el objetivo de una recuperación económica y social sostenible para estos territorios.

Los estados miembros afectados, España, Francia y Portugal, y las propias RUP, por su parte, deberán hacer los esfuerzos necesarios y gestionar eficientemente sus propios recursos y los que les llegan desde la UE para no perder el paso en la modernización de sus sistemas productivos, y en la recuperación económica y el desarrollo social, evitando situaciones como la que se está dando en Canarias en relación con la ejecución de los fondos Next Generation, que buena parte de ellos podrían perderse ante la imposibilidad de las administraciones de gestionar su tramitación y hacer que esos recursos lleguen a las empresas y a los proyectos para los que se han solicitado.

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