Reflexión

Chira-Soria

Para aprovechar debidamente el sol y el viento, hay que tener medios de almacenamiento de la energía renovable que vaya sobrando en los momentos de bajo consumo, para utilizarla en los momentos de alto consumo. Por eso es muy importante para esta isla el proyecto Chira-Soria

Atilio González Hernández

He leído con estupor el artículo publicado en el apartado de Opinión de este periódico, el día 9 de febrero, con el título Chira-Soria debe paralizarse de inmediato por incumplir la normativa europea y me dirijo a ustedes –por propia iniciativa– con el ruego de que publiquen estas reflexiones sobre el citado artículo, que entiendo pueden ser útiles para situarlo en su contexto.

El artículo se extiende de manera minuciosa en analizar la tramitación del proyecto Chira-Soria en relación con la legislación europea. La conclusión a que llega es que se trata de una obra ilegal, que contando con las bendiciones del Gobierno de España, del Gobierno canario y del Cabildo Insular de Gran Canaria ha percibido indebidamente fondos de la Unión Europea y que por su hipotética situación de ilegalidad, debe detenerse de inmediato. No hay otro enfoque. No se tiene en cuenta si el proyecto es o no es útil para esta isla. Porque si el proyecto fuera útil –y además importante como creo que es– para la economía de la Isla y para el bienestar de sus habitantes, proponer su inmediata cancelación y la devolución de las millonarias subvenciones europeas disponibles para el mismo, podría constituir un asalto a los intereses de nuestra comunidad.

Todo el mundo sabe que las energías llamadas renovables no son contaminantes y que son mucho más baratas que la energía obtenida a partir de los combustibles fósiles. El problema para la generación de energía eléctrica a partir de energías renovables es que estas solo funcionan satisfactoriamente en nuestra isla cuando el viento o el sol son favorables. Y para aprovechar debidamente el sol y el viento, hay que tener medios de almacenamiento de la energía renovable que vaya sobrando en los momentos de bajo consumo, para utilizarla en los momentos de alto consumo. Por eso es muy importante para esta isla el proyecto Chira-Soria: porque aporta un medio muy flexible y eficaz de almacenamiento de energía. Porque nos permitirá dar un paso de gigante en el camino que lleva a substituir los combustibles fósiles por energía renovable, y así alcanzar la anhelada huella cero de carbono. No es sólo relevante el interés ecológico del proyecto, sino también su interés económico, al facilitar el acceso a una energía que además de no contaminar es barata y virtualmente ilimitada.

No será la primera instalación de este tipo en el archipiélago canario, puesto que en el año 2014 se inauguró la central hidroeólica Corona del Viento en la isla de El Hierro. Dicha instalación combina la energía eólica con la hidráulica, para aprovechar al máximo la capacidad de generación que aporta el viento. En el artículo de la Wikipedia Central hidroeólica de El Hierro, se describen los notables beneficios que la instalación hidroeólica aporta a la isla y se indica que su propiedad se distribuye entre el Gobierno Canario, el Cabildo de El Hierro y la compañía eléctrica italo-española Endesa.

Según el artículo citado, el problema del proyecto Chira-Soria consiste en que su propietario es la empresa española Red Eléctrica de España. O sea, que si en lugar de Red Eléctrica el propietario fuera, por ejemplo Endesa, o Iberdrola, deduzco que los autores de dicho artículo estarían satisfechos. Me suena al viejo truco del «quítate tú para ponerme yo». A ese planteamiento le respondería con el conocido aforismo de Deng Xiaoping «¿Gato blanco o gato negro? ¡Lo importante es que cace ratones!». O el dicho canario, «Piña asada piña mamada».

Yo no soy abogado, sino ingeniero, natural y vecino de la isla de Gran Canaria, jubilado de Red Eléctrica desde hace 20 años. Ante la intrincada argumentación jurídica que despliegan los autores del artículo, se me ocurre que no estará ni mucho menos tan clara la ilegalidad del proyecto Chira-Soria, puesto que los Gobiernos de España, de Canarias y del Cabildo Insular –que cuentan con abogados extremadamente competentes– lo han bendecido y apoyado, considerándolo beneficioso para nuestra isla.

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