Reseteando

Feijóo cree que los españoles son imbéciles

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la junta directiva nacional.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la junta directiva nacional. / Fernando Sánchez

Javier Durán

Javier Durán

No me he comido ninguna rodaja de mortadela siciliana caducada, pero me he llenado de erupciones y ando intoxicado, lleno de intolerancias que no llegan todavía al vómito. Me cambiaría, como dije aquí hace unos días, con los que siguen en la playa, digiriendo entre ola y ola el resultado de un 23-J que ha dejado a Feijóo de oración en la catedral de Santiago. La mística es la único que le puede ayudar. Pero esta urticaria que me asalta los sobacos se desarrolla por la inveterada capacidad que tiene el PP para tomar a los españoles por imbéciles, pese a que ha sido la masa la que ha rechazado al führer Abascal a través de las urnas. Un ejercicio de responsabilidad democrática, admirado en la Centroeuropa donde escalan los ultras, que deja a lo líderes populares a la altura del betún. Y ahora, perdida la ocasión con Vox, se contonean con un pacto de Estado con Sánchez, que hasta el otro día era el sanchismo, el mismo que encendía el infierno de la Divina Comedia. ¿No me dirán que no es para sentirse con las pupas supurando? La más realista frente a esta iluminación de la guardia pretoriana desmembrada del PP es, sin lugar a dudas, Isabel Díaz Ayuso, que no ve ni con catalejo ese acuerdo, primero porque con «el desastre» no se llega a ningún sitio, afirma en voz alta. Y segundo, la verdadera razón de fondo, aunque no lo verbalice, porque Feijóo está acabado, no logró llegar ni a los 160 escaños, si bien su tribu de pelotas le daba mayoría absoluta con los flechillas. El jefe de los populares no tiene autoridad moral ni numérica para pedirle algo así a los socialistas: quizás reciba el consuelo del Felipe González, Alfonso Guerra o Emiliano García-Page, pero nada más que para una tertulia de mesa camilla con tazas de infusión digestiva y una cajas de kleenex grandes, y con el sociólogo electoral José Félix Tezanos de pitoniso para instruirlos sobre qué ocurrió la noche electoral. Voy a urgencias para que me inyecten algún tipo de medicación. Ojos hinchados. El fichaje gallego no sólo ha sido devorado por su expectativa errónea, sino que ha dejado el PP lisiado.

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