En voz baja

La saga Domingo Alonso

La saga Domingo Alonso

La saga Domingo Alonso / La Provincia

Rubén Reja

Rubén Reja

La primera generación empresarial arriesga y arranca la actividad con incertidumbre. La segunda hornada explota el negocio, que rueda con solvencia y el tercer relevo generacional vende para arañar los últimos beneficios, enterrando en el olvido la compañía. La historia se repite como la cadencia de un motor y en un mundo global en constante evolución, pocas empresas logran trascender generación tras generación con éxito. Sin embargo, existen ilustres excepciones como el Grupo Domingo Alonso. Su capacidad de adaptarse al entorno, la innovación y la diversificación ha sido determinante para seguir en la brecha durante los últimos 70 años.

Esta empresa familiar cumple este curso un doble aniversario con sentimientos encontrados y con un sabor agridulce. Por una parte, alcanza las siete décadas de intensa actividad y, de otro lado, hace ya un lustro que Sergio Alonso, pilar indiscutible de la segunda generación, nos dejó, sellando un legado simplemente modélico. Un empresario de alta gama donde la cultura del esfuerzo, el afán de superación y la humildad le venían de serie. Tras esta ejemplar gestión le ha seguido, solapándose en el tiempo con gran agilidad, Oliver Alonso. A este incansable entusiasta le toca de pleno consolidar la internacionalización y la diversificación, que son su particular bandera a cuadros. Defensor a ultranza de la libre competencia y censor vehemente de la subvención y el intervencionismo, Oliver Alonso, remangado al frente de la tercera generación, ha sabido tomar con firmeza el testigo de una empresa, que a buen seguro seguirá desafiando al calendario.

Para lograrlo, su compromiso inquebrantable con la innovación, la apuesta decidida por las tecnologías de vanguardia y la sostenibilidad será decisorio. Hasta la fecha, las cifras reafirman que Grupo Domingo Alonso tiene ante sí un futuro prometedor. Los 1.200 empleados que trabajan bajo el paraguas de Domingo Alonso en cerca de 35 países y las más de 200.000 unidades vendidas (solo Volkswagen) representan el mejor catalizador para sostener su crecimiento.

En su estrategia de presente se rodea de los mejores talentos y redobla sus esfuerzos por abarcar el conocimiento invirtiendo en divisiones especializadas en tecnologías de la información, comunicación y consultoría.

En los próximos ejercicios, el cuentakilómetros de Grupo Domingo Alonso seguirá avanzando con la luz larga puesta preparada para afrontar los desafíos del camino. Muchas felicidades y suerte a la saga Domingo Alonso porque si el devenir le es propicio y venturoso; a Canarias también le irá bien.

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