La música reggae y sus derivaciones, tiene profundas raíces en Canarias. Los ecos de The Wailers, con Bob Marley al frente, Peter Tosh, la escudería Trojan, las acrobacias sonoras de Lee Perry, de Clement Coxsone Dodd o King Tubby, o los ecos de Alpha Blondy, entre infinidad de aristas que han amplificado y enriquecido esa música caribeña que tuvo en Kingston, Jamaica, su cuna geográfica, ha dejado una estela por la que se han movido una serie de artistas insulares. Es el abrazado desde la distancia la parte menos mística y más lúdica de la cultura rastafari. Tirintaña es un buen ejemplo del cultivo del reggae en las Islas desde el lado roots del género. La banda grancanaria Tiritaña es una institución en este género, y el 25 aniversario de este combo que tiene a Manuel Tiritaña de frontman lo celebra con el lanzamiento de un segundo álbum Conectando, que se presenta mañana sábado en directo en la sala el sábado 3 de junio en el Paper Club, a las 23.00 horas.

La banda que se puso en el mapa en 1996 da un paso al frente sin renunciar a la herencia y la tradición a la que venera. Nada es igual, ni repertorio ni actitud, que cuando Tiritaña registró Al corazón y la conciencia (2005), que tuvo al timplista José Antonio Ramos entre sus colaboradores. Paisajes de jazz y rock, y tratamientos electrónicos son recursos de estilo que apuntan a una ligera mutación en las formas musicales que ahora defiende Tiritaña. El disco ha sido grabado en los Estudios IIIR, en la capital grancanaria, y Sonoland, en Madrid, con mezclas en Evim a cargo de Vinod Rewachand y José Juan Abrahante, en una producción musical de José Quintana, con arreglos y edición de Manuel Tiritaña, José Quintana, Aday de la Coba, Carlos Sosa y Rayco Gil.

Colaboraciones de rístides Moreno, Begoña Bang Matu de la Orquesta Kinsgton o el prestigioso trombonista neoyorquino de latin jazz Norman Frederick Hogue, entre otros, se cruzan en este Conectando que suma 25 años de reggae a la sombra de Tiritaña. El aniversario trae además un trabajo documental firmado por el realizador Alejandro Ramos que se proyecta antes del concierto.