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Yurena Tejera.JOSÉ CARLOS GUERRA

El 13% de los jóvenes presenta riesgo de dependencia

La legalización de las casas de apuestas en 2014 disparó la cantidad que se juega en la red

El 13% de los jóvenes presenta riesgo de engancharse a las nuevas tecnologías o es ya un adicto a ellas, según concluye un informe elaborado por el centro Aluesa sobre una muestra de 900 chicos de entre 12 y 29 años pertenecientes a distintos niveles educativos.

Este documento centra sus conclusiones en el segmento de los jóvenes, especialmente expuesto a las nuevas tecnologías y sobre el que pivotan muchos estudios y estrategias de trabajo relativas a este problema.

La psicóloga Yurena Tejera bosqueja un perfil que puede aflorar entre los que acuden a su consulta en busca de ayuda profesional para superar una situación de este tipo: "Puede ser un joven que ha tenido problemas familiares previos, quizá de padres divorciados, que usa la tecnología como forma de olvidarse de estas cuestiones. Deja de ir a clase, deja de bañarse, empieza a saltarse comidas, muestra mal humor, inventa discusiones para ir a encerrarse en su habitación. Cuando los padres le ponen una clave al ordenador, puede llegar a lanzarlo, o romper el teléfono móvil adrede para que los padres le compren uno nuevo del último modelo...."

El informe de Aluesa dedica una parte de sus conclusiones al ámbito de los videojuegos, una fórmula de ocio con especial presencia en la vida de los adolescentes y jóvenes. Así, el 14,3% de los encuestados cree que debe reducir el tiempo que dedica a jugar, mientras que el 16,4% ha perdido tiempo de estudio por ello. Un 10,8% se ha sentido culpable por jugar, un 9,3% reconoce sentirse impulsado a hacerlo, un 8,9% ha tenido problemas familiares derivados de esta práctica, un 7,7% ha ocultado que lo hizo y un 3,7% ha llegado a dejar de asistir a clase para jugar.

Un tipo de juego muy diferente son las llamadas apuestas online, que cada vez mueven más dinero en España, según explica Tejera. El punto de inflexión habría sido la legalización de las casas de apuestas en 2014.

En el caso del cibersexo, se combinan dos dependencias, la tecnológica y la adicción al sexo. La psicóloga ha conocido casos de jóvenes que, avergonzados por haber caído en este patrón de dependencia, son incapaces de confiárselo a sus padres.

Finalmente, la terapeuta se muestra escéptica con el establecimiento de una edad universal por debajo de la cual los jóvenes no deberían tener teléfonos móviles. "La edad no la podemos marcar, cada vez es menor la que ellos se plantean para acceder al móvil. Siempre les digo a los padres que sólo ellos conocen la madurez de sus hijos, pero si les compran una terminal, que sea con control.

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