Lleva seis meses como consejero de Sanidad. Cuando comenzó, anunció que su primera medida sería realizar un pronóstico de la situación. En ese análisis, y tras publicar la actualizada lista de espera, ¿cuál es el análisis y las conclusiones a las que llega?

Unas veces se tiene la sensación de que se habla de defensa de la sanidad pública siempre con mensajes negativos, así que es difícil pensar que se pueda defender emitiendo este tipo de mensajes. Créame que en las listas de espera hemos avanzado de forma significativa. Si bien es verdad que, aunque se ha reducido el número de pacientes en lista de espera quirúrgica y en consultas, lógicamente, cuántos más pacientes consultamos, más pacientes necesitan pruebas. Pero primero quiero aprovechar el momento para agradecer a todos los profesionales su trabajo, porque han hecho un sobresfuerzo terrible. Tenga en cuenta que durante este verano es la primera vez que se abren quirófanos de tarde para tratar de mantener el nivel de actividad. ¿Qué pasa? Que tenemos un gran problema en los sistemas de información de lista de esperas. Yo lo he trasladado en reiteradas ocasiones y cuando se nos pidió la información de los pacientes que esperaban, así lo hicimos. Dimos los famosos 200.000 de todos los servicios. Además, tenemos un problema importante para poder analizar. Nuestros esfuerzos están ahí, en racionalizar los sistemas de información y llevarlos a un punto que requieren los técnicos de la Unidad Central de Listas de Esperas, no el consejero, ni el director del servicio. Parece ser que lo habían demandado en reiteradas ocasiones y ahora, que disponemos de una cierta disponibilidad presupuestaria, hacemos el esfuerzo para poder avanzar. Porque para resolver los problemas primero debemos conocerlos en profundidad. En lista de espera hay un elemento fundamental que tenemos que ser capaces de resolver y es atender a más pacientes de los que nos llegan, porque sino nuestra lista de espera siempre irá creciendo. Es lo que se llama índice de entrada y salidas, y es lo que queremos que esté por debajo de la actualidad.

¿Qué tiene que decir sobre la denuncia de la Asociación de Defensa de Sanidad que calificó la lista de espera de "amaño"?

Estos datos ni los hace el consejero, ni un representante elegido por el Gobierno, los hacen los técnicos que forman parte de la Unidad Central de Listas de Espera. El mismo equipo técnico que elaboró las informaciones de 2016 y que traslada la información al Ministerio. Es decir, no se cambió a nadie en ese departamento, cuyos técnicos son muy valiosos.

¿Y por qué cree que surgen esas acusaciones?

Me remito a lo que le dije al principio, es muy difícil defender ninguna institución pública emitiendo sistemáticamente mensajes negativos de la misma. Llevo muchos días recorriendo muchos centros de salud y estoy, que ya lo sabía, impresionadísimo con la profesionalidad y los servicios que se prestan. Ya los ciudadanos lo dicen, porque la verdad es que tienen una impresión positiva y nos dan una valoración que supera el ocho con cinco ¿En qué tenemos el hándicap? En resolver en tiempo los problemas que tienen la gente, en conseguir esa accesibilidad.

Este julio ha aportado datos con los que ha demostrado que la lista de espera puede disminuir...

Bueno, fundamentalmente en la gente que llevaba esperando más de seis meses. Era un tema que nos preocupaba mucho. Había uno de los planes, el Plan Demora, que trataba de abordar a los pacientes que llevaban ese tiempo en lista de espera y ha sido especialmente eficaz.

¿Es uno de los planes que puso en marcha cuando asumió la titularidad de Sanidad?

Sí, el Plan Demora específicamente es uno de los nuevos. Hay otros planes que hemos mantenido, como es el Plan Funciona. Ahora, en la primera quincena de septiembre, vamos a evaluar el funcionamiento de cada plan, porque hay algunos que no han funcionado muy bien o que son eficaces en unos hospitales y en unas áreas y en otros no. Entonces, para nosotros es vital procesar bien toda esa información. Por eso digo que necesitamos hacer un esfuerzo en los sistemas de información de las listas de espera; porque es tremendamente laborioso con el nivel de información que tenemos poder hacer esas evaluaciones y porque los sistemas no son buenos.

¿Ha llegado a alguna estimación de lo que puede conseguir en esa planificación?

Nosotros tenemos un objetivo que marcó el presidente del Gobierno, que es el famoso objetivo del 5% en lista de espera quirúrgica. No obstante, créame que nuestro objetivo es mucho más ambicioso que ese, pero permítame que me lo reserve.

Y ahora mismo. ¿A qué distancia está de ese 5%?

Es un 5,6% a 30 de julio. Previamente, teníamos un poco más de reducción, pero subieron unos puntos más en los últimos meses.

Otro tema difícil de tratar es la Estrategia de la Cronicidad. Intervienen muchas instituciones y su complejidad impide conocer los recursos que se destinan a esta acción en concreto...

Le doy unas pinceladas pero es dentro de unos meses cuando nos reuniremos todos los técnicos para tratar específicamente este tema. La Comunidad Autónoma tiene una estrategia de la cronicidad que está en pleno proceso de revisión, porque lógicamente los planes se tienen que ir adaptando a las necesidades y a las cuestiones que quedan resueltas. Esa es la situación de la cronicidad: está en un proceso de revisión para su actualización. Hay una realidad que nadie se puede saltar y es que la Comunidad canaria fue de las últimas que se incorpora al proceso de envejecimiento tan duro que se sufre en todo el Estado. Que es una de las causas más importantes de la pluripatología en los pacientes. Pero sí deseo trasladar un pensamiento fundamental que rige la Estrategia de la Cronicidad que había anteriormente, como la que en el futuro iremos diseñando, y es que todos los técnicos insisten en lo importante que es tratar de mantener a estos pacientes crónicos en sus entornos habituales, porque logramos disminuir su deterioro y conseguimos mejores resultados. Aparte, no hacemos un uso de recursos innecesarios, en el sentido de ocupar servicios sanitarios que no se requieren. Toda la estrategia de cronicidad irá dirigida fundamentalmente a la filosofía de nuestro eslogan "movernos", en lugar de moverlos. Para ello, entendemos que la atención domiciliaria es fundamental y que el refuerzo de los médicos de familia también es primordial, porque son los que trabajan en su entorno. El trabajo irá en esa línea. Para dar una pincelada, se valora que un 25% de nuestra población será mayor de 65 años para el año 2030.

¿Y cómo se puede saber que inversión se destina a esta estrategia?

Es muy complicado porque no tenemos valoraciones a día de hoy concretas de cuánto se está gastando en un paciente que es atendido por diferentes servicios, con diferentes patologías y que requiere asistencia social. Sí estamos interesados en tratar de dar un cierto marco económico, pero es de una grandísima complejidad.

¿Qué tal la relación con el resto de instituciones implicadas?

La relación con la Consejería de Políticas Sociales es excepcional. Es vital que sea así porque este tema pasa por una hiperrelación entre el nivel sanitario y el social para dar la cobertura más ajustada posible a cada caso.

Muchos profesionales que trabajan directamente con pacientes crónicos y envejecidos explican que uno de los principales problemas es la ausencia de una figura que coordine a todas las instituciones e informe a las familia.

Hay una figura relativamente reciente que es la enfermera de enlace, que se encuentra en determinados centros de salud y que enlaza las diferentes áreas especializadas, servicios sociales y medicina de familia. Mi pensamiento es que es preciso hacer un sobresfuerzo añadido en ese ámbito. En lo que respecta a nuestra parte sanitaria, sí tenemos los planes inmediatos de reforzar las conexiones de los especialistas con los médicos de familia para que a través de vía telemedicina puedan tener un refuerzo. Es un objetivo inmediato.

Sobre el Plan de Urgencias, el Consejo Económico y Social subrayó que se encontraba en situación de incertidumbre...

Nosotros heredamos el Plan de la Consejería anterior y decidimos respetarlo porque nos pareció que era un trabajo importantísimo que no se puede despreciar pero, como decía anteriormente, como todo plan, con su aplicación lo iremos actualizado. Me sorprende del Consejo Económico y Social que, tras tanto tiempo para iniciar a su operatividad, esperando para ver lo que nos aportaba, ahora trate los problemas insulares. Me resulta rocambolesco porque lo ha elaborado un equipo anterior liderado por un canarión. Los planes se tienen que adaptar a las realidades que existen. Lo que intentamos es dar un tratamiento equiparable y equitativo a todos los ciudadanos, se encuentren donde se encuentren, y eso es lo que diseña el Plan de Urgencias. Los territorios son desiguales en cuanto a necesidades y el tratamiento se dirige a esa desigualdad, que es ese principio de equidad que debe tener nuestro sistema. Entonces, la realidad que existía entre Tenerife y Gran Canaria eran distintas. Eso sí es verdad. En Tenerife hay dos planes de inversiones, uno de ellos son las urgencias hospitalarias, que son los espacios más complejos para dotar de infraestructuras físicas. No es lo mismo el Hospital Doctor Negrín, que es relativamente nuevo, que el Insular, que está en proceso de obra; así como el de La Candelaria, que necesita una inversión enorme, y que es parte de lo que genera esos desbalance que han visto en la ficha económica del Pluscan.

Ese desbalance de entre un 10 y un 60% no es muy amplio?

Porque en Urgencias, el Negrín no tiene ninguna dotación específica para sus infraestructuras. Sin embargo, en Tenerife tenemos el Plan de la Candelaria, que es especialmente importante. Le repito que el Pluscan es importantísimo. Partíamos de una realidad, pero no deja de ser un plan que debe ser flexible y adaptable en la medida en que vamos implementando actuaciones.

Un tema polémico con su entrada en el Gobierno fue la posible privatización de la sanidad. En cuanto a los conciertos con las empresas de salud privada, ¿en qué situación están?

Había un objetivo que heredé de la Consejería anterior: sacar en este año el concurso de media estancia y en ello estamos. Yo estimo que en este último trimestre se dará el acelerón final y se publicará la resolución. Y en cuanto a la polémica de mi llegada desde la empresa privada, yo quiero pensar que con el paso de los meses no soy sospechoso de nada. Yo he dicho en todos los foros públicos que con la demanda actual que existe en Canarias, toda la red pública estará al 100%. Es nuestro primer esfuerzo. Los recursos privados se utilizarán cuando lo público no sea capaz. Qué quiere decir, funcionando todo el tiempo posible durante toda la legislatura. Recuerdo que se hacen pruebas los fines de semana, por lo que reitero mi agradecimiento a los profesionales por el sobresfuerzo que han aportado.