Las personas pobres son cada vez más pobres en el Archipiélago. "Desde hace varios años no nos preocupa tanto el número de familias, sino que la situación ha empeorado, es decir, si antes tenían una falta de necesidades básicas, ahora tienen falta de acceso a la educación, a la salud, a la vivienda... La pobreza se ha diversificado y cronificado, es el mayor problema de las familias en exclusión", advirtió ayer la secretaria general de Cáritas Diocesana de Canarias, Caya Suárez, como balance provisional de 2017 a dos días de su conclusión.
Precisamente, la responsable de Cáritas en la provincia de Las Palmas no pudo facilitar el número exacto de ciudadanos atendidos durante los últimos doce meses, pero estimó que la cifra anual se mantiene sobre 10.000 personas. Más de 25.000 individuos en total con necesidades básicas en las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote si se contabilizan todos los miembros de las familias ayudadas por la organización católica, dependiente de la Diócesis de Canarias.
Además de cronificada y diversificada, por tanto, Cáritas define la pobreza en el Archipiélago como estructural, porque ya no constituye una situación coyuntural como consecuencia de la crisis económica, en teoría, en vías de recuperación. "Es una pobreza que no depende exclusivamente de las familias, ni podemos hacerlas responsables de su situación, sino que requiere de unas políticas públicas transversales, que no ataquen solo a casos concretas, se necesitan acciones que posibiliten la educación, las necesidades básicas o el acceso a derechos y es un camino en el que tenemos que encontrar alianzas y redes que apoyen a estas familias para que puedan tener una oportunidad de salir de esa situación", explicó Caya Suárez tras firmar junto al presidente de Cruz Roja Española en Canarias, Gerardo Mesa, la renovación de los convenios con la Fundación Acuorum Iberoamericana Canaria de Agua para luchar, justamente, contra la exclusión social, sobre todo en los hogares con menores de edad.
"A veces hay más y otras menos, depende de la situación económica o política, pero una sola persona que tenga problemas nos importa mucho y tratamos de ayudar a la mayor cantidad de gente posible, aunque no abarquemos todo lo que deberíamos", lamentó el máximo responsable de Cruz Roja en Canarias antes de apostar, en sintonía con el acuerdo suscrito, por formar a los niños y jóvenes en valores solidarios para reducir las actuales desigualdades. No en vano, "luchamos por una sociedad igualitaria en la que no tengan que existir Cáritas o Cruz Roja y aportar dinero o bienes otras organizaciones para las personas más pobres, que van heredando la pobreza, pero hasta que lleguemos a ese punto hacemos todo lo posible para que cada persona pueda vivir dignamente, llegar a fin de mes o no estar marginada", concluyó Gerardo Mesa.
La valoración realizada ayer por Cáritas Diocesana de Canarias durante el acto con Cruz Roja y Fundación Acuorum coincide con las conclusiones alcanzadas en el último informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN, por sus siglas en inglés), presentado a mediados de octubre. Según el documento, el 44,6% de la población de Canarias corre el riesgo de sufrir pobreza o exclusión, es decir, más de cuatro de cada diez ciudadanos isleños, cerca de la mitad.
El Archipiélago presenta el peor índice del conjunto de España, con una media estatal del 27,9%, y casi duplica el promedio de la Unión Europea, situado en el 23%, según El Estado de la Pobreza. España 2017 VII Informe anual sobre el riesgo de pobreza y exclusión. El estudio de EAPN muestra los cambios registrados en el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social mediante el estudio de la evolución del indicador Arope (siglas del inglés At Risk Of Poverty and Exclusion) durante el periodo 2008 y 2016, que cerró un total de 12,9 millones de personas en España con ingresos personales inferiores a 684 euros o familiares (5 miembros) a 1.700 euros, una carencia material severa (retraso en el pago de la vivienda o carecer de televisión, teléfono o vacaciones) o baja intensidad en el empleo (trabajo de menos de dos horas diarias). A tenor del avance de Cáritas, Canarias no mejorará en el próximo informe El Estado de la Pobreza.
