José María Robaina, un joven grancanario de 24 años, graduado en Medicina por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), ha conseguido obtener la octava calificación más alta en el examen Médico Interno Residente (MIR), con un total de 189 preguntas netas, sobre un máximo de 225. A la prueba, que como cada año se realiza a nivel nacional, se presentaron 11.217 médicos. "Para mí el resultado ha sido una auténtica sorpresa, pero me lo he tomado con tranquilidad. Mi objetivo no era otro que poder elegir la especialidad que quisiera", manifiesta Robaina con gran entusiasmo e ilusión.
El examen se celebró el pasado sábado día diez de febrero, a las 15.00 horas (16.00 horas en la península), y solo en la capital grancanaria asistieron 284 titulados, que fueron convocados en el edificio de Ingeniería de la ULPGC, situado en el Campus universitario de Tafira. "A medida que se acercaba la fecha de realización de la prueba, los nervios afloraban", confiesa Robaina. Sin embargo, en base a sus palabras, el hecho de ser capaz de mantener el equilibrio emocional fue lo que le permitió salir exitoso de una prueba que llevaba esperando mucho tiempo. "Había que tener confianza en el trabajo que estaba haciendo. Fui con mucha ilusión el día del examen, pues se trataba del fin de una etapa importante de mi vida", indicó el universitario con orgullo.
Este joven médico obtuvo, durante la carrera, una nota media de 8,85, y llevaba desde el mes de junio del pasado año centrado, únicamente, en estudiar para esta prueba, que decidiría su futuro profesional. "Decidí hacer la preparación a distancia, a través de una academia con muy buenas referencias. Las jornadas incluían entre cinco y siete horas de estudio diarias, además de una hora y media de entrenamiento realizando preguntas tipo test y otras de repaso", explica Robaina.
En cuanto a su reacción tras conocer el resultado del MIR, el joven garantiza que no esperaba obtener una nota tan alta. "Jamás pensé estar entre las diez personas con mejor nota. No me lo esperaba para nada, pero creo que también he tenido muchísima suerte", dice con contundencia. Y agrega que muchos conocidos se pusieron en contacto con él para mostrar alegría. "Me sentí muy arropado. Enseguida empezaron a llamarme compañeros, profesores, e incluso, recibí felicitaciones y muestras de cariño por parte de la academia en la que estaba haciendo la preparación para el MIR".
Aún sin asimilar la buena posición que ha logrado ocupar en el MIR, y sin poder salir de su asombro, el joven desconoce cuál será la especialidad médica que va a escoger y en qué hospital realizará la residencia. " Siento que soy muy afortunado por poder elegir la vía que prefiera. Estoy dudando entre especializarme en medicina interna, neurología o hematología". Y añade que, "tengo sentarme a reflexionar si quiero seguir en la Isla, o por el contrario, irme fuera a hacer la residencia. En Gran Canaria estoy muy cómodo, pero aún no tengo claro lo que voy a hacer".
De los centros hospitalarios de la capital grancanaria, Robaina destaca que tanto en el Hospital Insular como el Hospital Doctor Negrín "son estupendos". "En el caso de que decida quedarme aquí", prosiguió, "tendría que pasarme por estos hospitales para poderconocer el funcionamiento del servicio y a los profesionales que allí trabajan. Eso me ayudará mucho a decantarme por un hospital o por otro. Es una decisión muy importante y tengo que pensar muy bien mi elección".
Por lo que respecta a su experiencia educativa en la ULPGC, el joven garantiza haber disfrutado mucho durante el transcurso de la carrera. "Solo puedo decir que me lo he pasado fenomenal. He aprendido muchísimo y he tenido la gran oportunidad de conocer a excelentes profesores y a compañeros maravillosos, que hoy en día puedo decir que son grandes amigos", apunta con gran emoción el universitario.
Cabe destacar que su vocación por la Medicina viene casi desde la adolescencia. Una ciencia que no solo coincide con sus inquietudes, sino que concibe como su pasión. "Hubo una época de mi vida que decidí cursar estudios de piano en el Conservatorio, y en su momento, me planteé dedicarme a la música. Sin embargo, el mundo de la Medicina llamaba mucho más mi atención, y para mí es todo un lujo poder ejercer como médico", enfatiza José María Robaina.
Un ejercicio de cinco horas
El Examen MIR está compuesto por un test de 225 preguntas, con cinco opciones posibles, siendo solo una de ellas la respuesta correcta. La prueba cuenta además con 10 preguntas de reserva. El tiempo máximo para la realización del ejercicio está fijado en cinco horas. Asimismo, la nota de este examen representa el 90% de la calificación final de los estudiantes, mientras que el 10% restante corresponde al expediente académico.
Se trata de una prueba que permite a los médicos acceder a una especialidad, a través de la cuál pueden adquirir las competencias necesarias para ejercer la profesion en esa rama. Este sistema de formación de especialistas médicos está vigente en el territorio nacional desde el año 1976.
