La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una de cada diez viviendas de Gran Canaria supera los límites de gas radón

La mayor concentración se sitúa en el suelo de Tejeda, Artenara, San Mateo y San Bartolomé

El doctor Luis Quindós, este miércoles en el Aula de Piedra de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. José Carlos Guerra

"El 10% de las casas en Gran Canaria podría tener concentraciones superiores de gas radón (Rn-222) al límite de 300 becquerelios por metro cúbico (Bq/m3)", desveló ayer el director del Departamento de Física de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Jesús García Rubiano, durante una jornada técnica sobre un elemento químico que se origina en la desintegración natural del radio y se considera parte de la radiactividad habitual del ambiente.

No obstante, García Rubiano, también miembro del Grupo de Investigación en Interacción Radiación-Materia (Girma-Iunat), tranquilizó a la población isleña al subrayar que "en el 99% de las veces basta con ventilar la casa. Si aún así se detecta un exceso tres o cuatro meses después, conviene instalar un sistema de ventilación forzada del exterior, no demasiado caros, para evitar que el radon del suelo vaya a la vivienda", añadió el codirector del encuentro junto a Juan Carlos Santamarta Cerezal, de la Universidad de La Laguna.

Con el título Un enemigo invisible para la salud, la jornada sobre Rn-222 difundió los últimos datos sobre su presencia en suelo, rocas y materiales de construcción de la provincia de Las Palmas recabados por el doctor Héctor Alonso Hernández para su tesis, cuyos resultados corroboran la fiabilidad de los mapas previos elaborados mediante estudios geológicos y radiológicos tanto por la ULPGC como por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). "Fuerteventura y Lanzarote no son zonas propensas al radon, no significa que no haya sino que es poco probable, mientras que Gran Canaria, de un tercio a casi la mitad de la isla en su parte central, sí lo es, como puedan ser otras zonas graníticas de España", detalló el doctor García tras situar "la mayor proporción de viviendas por encima de 300 Bq/m3 en Artenara, Tejeda, San Mateo y San Bartolomé de Tirajana".

Aún así, "los valores no son alarmantes, como suele ocurrir en zonas más uraniferas, pero hay que bajar esos niveles, evidentemente", completó director del Grupo Radón de la Universidad de Cantabria, Luis Quindós Poncela, ponente en la jornada con una charla sobre treinta años de investigación y perspectivas de futuro acerca del gas inerte. En su opinión, "ya se realizaron las mediciones y mapas que delimitan las zonas calientes, por lo que procede continuar para identificarlas mejor y prevenir la presencia de este gas en las nuevas construcciones".

No en vano, la transposición de una directiva de la Unión Europea obliga desde este año a los estados miembros a medir los niveles de Rn-222 en edificios residenciales, además de la anterior exigencia para centros de trabajo y dependencias públicas, aunque España aún no aprobó el nuevo código técnico de la edificación y el asociado reglamento de protección contra radiaciones. "Todos esperamos expectantes la nueva normativa, ojalá salga lo antes posible porque será más facil", confió el doctor Quindós antes de observar una "sensibilidad importante" sobre el radón en Canarias.

A su juicio, "ya hay laboratorios preparados para tomar medidas y la administración autonómica está apoyando, pero lo importante es que lo siga haciendo, esta gente [de la ULPGC] no empezó ayer, ya lleva unos cuantos años trabajando y tiene medios y conocimientos suficientes, además son jóvenes y colaboran con grupos externos no solo de España sino de toda Europa, un contacto importantísimo". También se mostró optimista el director de Física en el campus de Tafira al observar que "las administraciones están empezando a interesarse y a reaccionar, ya financian proyectos para conocer la situación en cada municipio".

El Departamento de Física de la ULPGC cuenta, según recordaron desde la institución académica, con una base de datos de medición del radón en Gran Canaria que se considera imprescindible para el cumplimiento del control regulatorio exigido por la UE, ya que el gas del suelo puede penetrar en las edificaciones a través de grietas de los cimientos o las paredes y huecos, incluso por las cañerías de baños y cocinas o los cerramientos en contacto con el terreno.

Compartir el artículo

stats