Observaciones del Observatorio Gemini (Estados Unidos) han identificado una huella clave de un quásar extremadamente distante, lo que permite a los astrónomos tomar muestras de la luz emitida desde los albores del tiempo. Los astrónomos descubrieron este profundo vistazo al espacio y al tiempo gracias a una galaxia de primer plano sin complicaciones que actuaba como una lente gravitatoria, que magnificaba la antigua luz del quásar.

Las observaciones de Géminis proporcionan piezas críticas del rompecabezas para confirmar este objeto como el quásar de apariencia más brillante tan temprano en la historia del Universo, lo que aumenta la esperanza de que se encuentren más fuentes como esta.

Antes de que el cosmos alcanzara su billonésimo cumpleaños, parte de la primera luz cósmica comenzó un largo viaje a través del Universo en expansión. Un haz de luz en particular, procedente de una fuente energética llamada quásar, pasó accidentalmente cerca de una galaxia intermedia, cuya gravedad se inclinó y magnificó la luz del quásar y la reenfocó en nuestra dirección, permitiendo que telescopios como el Géminis del Norte exploren el quásar con gran detalle.

"Si no fuera por este telescopio cósmico improvisado, la luz del quásar parecería 50 veces más tenue --subraya Xiaohui Fan, de la Universidad de Arizona, quien dirigió el estudio--. Este descubrimiento demuestra que existen quásares con lentes gravitacionales a pesar del hecho de que hemos estado buscando durante más de 20 años y no hemos encontrado otros tan lejanos en el tiempo".