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Inteligencia artificial para aliviar el tráfico

La celebración del Congreso Internacional Eurocast reúne a más de un centenar de investigadores en el Museo Elder para abordar teorías de sistemas por computador

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XVII Congreso Internacional sobre Teoría y Aplicaciones de Sistemas por Computador Eurocast

La inteligencia artificial destinada a regular la congestión del tráfico aéreo, terrestre y marítimo ocupa uno de los ejes principales del Congreso Eurocast 2019, en la conmemoración del trigésimo aniversario de esta cita bienal organizada en conjunto por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y la Universidad Johannes Kepler de Linz (Austria). Así lo anunció ayer el presidente general del encuentro y catedrático emérito de la ULPGC, Roberto Moreno-Díaz, durante la celebración de la jornada inaugural de este evento que reúne hasta el próximo jueves 21 de febrero a 140 investigadores en el Museo Elder de la capital grancanaria, con el fin de abordar teorías de sistemas por computador.

"La conducción inteligente con sistemas de inteligencia artificial tiene una gran importancia para poder regular los problemas de tráfico a nivel terrestre, aéreo y marítimo, porque está incrementando de forma considerable", expresó Moreno-Díaz.

Según explicó el catedrático, es "fundamental" controlar el flujo de tráfico de una forma organizada y global. Un objetivo que solo se puede lograr a través de ordenadores. "Estos se encontrarían interconectados para que de esta forma sea posible tomar decisiones rápidas atendiendo a las directrices que les marquemos", determinó el presidente.

En este sentido, y en base al testimonio de Javier Sánchez, uno de los investigadores de la ULPGC que participa en este congreso internacional, "lo que estamos intentando hacer es aprovechar los datos que se están capturando a tiempo real en muchas ciudades. Esta información puede proceder de los sensores que coloca el sector del tráfico en las calles, dispositivos, o aplicaciones móviles. Nuestro gran reto consiste en analizar, modelar y predecir", detalló Sánchez.

Para lograr este propósito, se están realizando simulaciones a nivel de laboratorio que pasan por la elaboración de modelos predictivos. "Lo ideal sería poder pronosticar el estado del tráfico en un amplio margen de tiempo, lo que nos ayudaría también a dar aviso a las autoridades para que puedan mitigar el problema".

No obstante, otra gran línea de debate son los denominados procesos de imágenes, y más en concreto aquellos centrados el marco de las "señales bioquímicas", para que tengan la capacidad de detectar la presencia de productos químicos que puedan resultar perjudiciales y estén suspendidos en el aire. "Esto permitiría poner en marcha las alarmas adecuadas y así tomar las medidas correspondientes", argumentó Moreno-Díaz.

Sin embargo, los procesos de señales se extrapolan también a nivel biomédico, visual, e incluso, auditivo. "El reconocimiento visual, por ejemplo, es una de las tareas más difíciles para un ordenador. Resulta complicado que un computador reconozca un rostro con la misma precisión que un humano, y aún estamos muy lejos de conseguirlo. Por eso, la percepción visual es otro de los ejes de investigación más fuertes", indicó el catedrático.

Por lo que respecta a la dirección que está siguiendo la computación, el experto garantizó que esta rama "es como un octopus que camina en múltiples direcciones y tiene muchos brazos". Una afirmación que sustentó al considerar a los ordenadores como una herramienta "que el ser humano utiliza para sustituir sus propias labores y caminar por todas aquellas ramas en las que el conocimiento se puede mecanizar y formalizar".

En cuanto al objetivo que persigue la cita, el catedrático resaltó dos metas fundamentales. Por un lado, "poner a los investigadores en contacto, porque es muy importante el contacto físico para llegar a conclusiones". Por otro, acercar la ciencia y la tecnología a la gente joven, "para que tengan la posibilidad de interactuar con investigadores más veteranos".

La jornada inaugural contó también con la presencia del rector de la ULPGC, Rafael Robaina; y el profesor de la Universidad Johannes Kepler, Franz Pichler. Por su parte, Robaina quiso poner en valor la relevancia del congreso "que ya se ha convertido en una tradición y le concede un gran prestigio a la Universidad". Una realidad que asocia a la "excelente calidad" de este evento que reúne cada dos años a cientos de investigadores procedentes de una nutrida variedad de países.

En esta ocasión, son más de una treintena las nacionalidades que estarán presentes en el espacio para analizar la innovación en el ámbito de la informática. "El mundo de la ciencia y la tecnología evoluciona a un ritmo muy rápido, y los expertos tienen que estar muy atentos a estos cambios", apostilló el rector de la ULPGC.

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