Más de un centenar de pacientes acude mensualmente a la Unidad de Dolor de Hospitales San Roque en busca de un alivio a la patología que padecen. "Muchos dolores no tienen solución, sin embargo, su adecuado tratamiento mejora la vida y el confort de los pacientes", señala el doctor Airam Sadarangani, uno de los responsables de la Unidad de Dolor de Hospitales San Roque, junto con Daniel José Cárdenes, ambos médicos especialistas en Anestesiología.

Dicha Unidad para el tratamiento del Dolor, que se creó hace seis años, trata diferentes dolencias, siendo las más prevalentes, el dolor lumbar y las contracturas musculares, que aglutinan entre un 70 y un 75% del total de casos tratados, según explica el doctor Sadarangani. "En muchos casos se trata de pacientes frágiles que, por condiciones personales como su pluripatología, no pueden ser tratados de forma quirúrgica, sino que precisan técnicas que, siendo menos invasivas y muchas veces menos resolutivas, mejoren su calidad de vida".

"Muchas veces hay que explicar a los pacientes que no podemos mejorar determinadas patologías, pero sí su calidad de vida. Es de vital importancia que el binomio paciente-médico tenga claros unos objetivos realistas a conseguir. Hay personas que conviven con el dolor, pero si en vez de sentir un dolor de grado 10 sienten uno de grado 7, ya han mejorado. Te dicen mi dolor sigue, pero ya puedo ir al mercado o fregar los platos o salir con mis amigos y pasear por Las Canteras", explica el especialista.

La unidad también trata a pacientes con fibromialgia y oncológicos. "En el manejo del paciente oncológico y del paciente terminal es fundamental el apoyo psicológico, no sólo al paciente sino también a sus familiares"·