T odas las mujeres que habitan en mí es el lema de su último disco y de su nueva gira en Canarias. ¿Qué mujeres la habitan y cómo son?
Dentro de mí hay múltiples personalidades que forman a una sola, a la Vanesa de carne y hueso. Creo que la vida nos va poniendo por diferentes situaciones en las que nosotros mismos nos sorprendemos actuando de una manera u otra. Pienso que la flexibilidad, reconocerte y aceptar ese cambio es algo muy positivo para seguir aprendiendo. Con este título del disco pretendo reflejar esa variedad en tanto a la música, a las canciones, a las emociones y a la vida en general. Creo que la flexibilidad y la capacidad de adaptarte a lo nuevo que venga es prioritario para seguir creciendo.
Su producción fonográfica es incesante. Entre las grabaciones, los conciertos y los viajes, ¿qué tiempo reserva para componer?
Compongo por impulsos. Según voy necesitando contar alguna historia, cuando preciso de algún desahogo, compongo sobre la marcha. Este disco, por ejemplo, en su mayor parte lo he ido haciendo en el tiempo libre que me dejaba la gira anterior del álbum Munay. He aprovechado los tiempos de hotel, de coche, de avión y algún día libre.
¿Y qué tiempo restante tiene para vivir?
El tiempo libre además de el que paso trabajando porque para mí la música no supone un trabajo sino un lenguaje, un medio de vida, mi forma de comunicarme con el mundo. Creo que soy una privilegiada por poder disfrutar todo lo que me está tocando vivir con mi equipo, mis músicos y el público. La gente me ha traído hasta aquí y ha hecho que mi carrera vaya creciendo. A día de hoy tengo un equipo de trabajo maravilloso que complementa todo esto.
No solo escribe para usted misma, también para otros famosos. ¿Lo hace pensando en su carácter y estilo, o en el suyo propio?
Depende, soy bastante camaleónica y me meto en la piel del artista que me pida una canción. Otras veces hago temas para mí que, por lo que sea, no entran en un disco. A veces me ha ocurrido que hago un álbum y tengo una canción que merecía estar en él, pero no me cuadra en el repertorio porque el disco ya esté editado y sí le cuadre a otro artista que la escuche y le encante.
¿Qué tal lo asimilan estos artistas ?
Si me piden las canciones es porque las desean. Tengo la gran suerte de que han sido artistas a los que admiro, quiero mucho y cuyas trayectorias valoro, de modo que se da una admiración mutua.
En una gira anterior, cuando salió su disco Munay la escucharon en directo unas 200.000 personas. ¿Qué les da, para que acudan a verla y escucharla?
No lo sé, habría que preguntarles a ellas. Yo estoy feliz con lo que hago. En los conciertos en directo, por suerte, no hay ni trampa ni cartón, están funcionando muy bien. El próximo 12 de mayo llego a Las Palmas con todo mi equipo, con las propuestas nuevas de este disco Todas las mujeres que habitan en mí. Se trata de un concierto muy enérgico, vital, lleno de horizonte, de luz y de viajes al interior de nuestra vivencias. Espero que resulte mágico como lo está siendo hasta ahora cada noche de actuación en vivo.
En catorce años de carrera ha lanzado seis discos de estudio, dos álbumes reeditados y otros dos en directo. ¿Es posible esta fecundidad sin repetirse?
Es posible. Hay que estar alerta y tienes que exigirte a ti misma siempre, no te puedes acomodar nunca porque si no le pones un peldaño a la puerta de salida
La emotividad que derrama en sus conciertos puede llegar a ser desgarradora, leemos en los textos promocionales. ¿Se recupera bien, o paga un desgaste inevitable?
Me sumerjo de lleno en los tres o cuatro minutos que dura la canción. Vivo cada historia como si la estuviera cantando en presente. Después tengo mi tiempo de adaptación porque las personas viscerales y que nos dejamos la piel en el escenario lo necesitamos, pero me recupero sin problema.
Muchos cantantes suelen sufrir crisis que enriquecen sus medios. ¿Qué hechos o sentimientos motivan sus crisis?
No sé de las crisis que sufren otros ni lo que necesitan para componer. Yo canto al día a día, a la vida, a lo que voy experimentando, observando y me va calando dentro. Hablo de historias universales que creo que puede vivir cualquier persona. No todas son autobiográficas, obviamente, porque no me ha dado tiempo a tener tantas experiencias, pero sí que es verdad que le canto a la pasión, al amor, al desamor y a las emociones en el sentido más amplio de la palabra, desde una postura muy igualitaria, desde el aprendizaje y la necesidad de permanecer en el aquí y el ahora.
Sus públicos son básicamente españoles, portugueses y sudamericanos. ¿De cuáles recibe los mejores retornos?
Tengo un público muy agradecido. Estoy muy contenta con todos. No distingo, como otros artistas, entre los del sur y los del norte. La gente que viene a mis conciertos es cálida, pasional y efusiva. Creo que conectamos con una filosofía de vida común, con la alegría, espontaneidad, frescura y fuerza por ambas partes. Estoy muy agradecida de mis espectadores y disfruto mucho de ellos.
Además de otros galardones ya tiene dos discos de oro. ¿Se ha fijado una meta como cantautora, o seguirá adelante mientras dure el éxito?
Seguiré adelante mientras tenga aliento para seguir ilusionándome como el primer día.
¿Qué tal ha resultado la experiencia como coach de La voz kids ?
Maravillosa, me lo he pasado muy bien con los niños y el equipo de producción que es estupendo. El formato está muy cuidado. En España tenemos un talento asombroso. Los niños son generosidad, inocencia y compañerismo. Somos fuentes de aprendizaje para ellos, pero yo también he aprendido y disfrutado mucho con los pequeños.
