Las farmacias de Canarias son las únicas que han permanecido abiertas durante la crisis y sin necesitar ayuda económica externa del Servicio Canario de la Salud (SCS). Durante el pasado año, según la Estadística de colegiados y farmacias comunitarias 2018 del Consejo General de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos (COF) de EspañaEstadística de colegiados y farmacias comunitarias 2018, se registraron en el total estatal 880 farmacias con viabilidad económica comprometida (VEC), una situación que la legislación contempla desde 2012 y que permite optar a una bonificación para continuar abiertas.
Denominado índice corrector de márgenes, se trata de un método que posibilita a las boticas continuar abiertas, a pesar de no lograr apenas beneficios con la venta de fármacos, y que se contempla en dos reales decretos (823/2008, del 16 de mayo, y 9/2011, de 19 de agosto). En la normativa vigente "se recogen las características que debe cumplir una oficina, como una facturación inferior a 200.000 euros, para recibir ayudas determinadas, alrededor de 800 euros al mes, pero hasta ahora ninguna ha solicitado en Canarias, que sepamos", confirmó el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Las Palmas, Juan Ramón Santana Ayala, sobre la ausencia de desarrollo de la ley estatal entre los 761 establecimientos del sector en las Islas.
No obstante, Santana coincidió con la corporación homóloga en Santa Cruz de Tenerife, que esta semana alertó de una decena de boticas "peligrosamente" cerca de esta situación. "Cuantas más se abran, más se puede generar este problema, en los últimos concursos fueron 60 nuevas, puede ser que algunas farmacias estén cerca ya del límite", admitió el presidente colegial en Las Palmas antes de situar el riesgo en "números similares a la provincia tinerfeña".
Para explicar la positiva excepción de Canarias en el mercado farmacéutico de España, Juan Ramón Santana apuntó a tres motivos, fundamentalmente, en los que se combinan las peculiaridades geográficas, demográficas, económicas y administrativas de la comunidad isleña con respecto a otras autonomías españolas. "Hay algunas farmacias que facturan menos de 200.000 euros a la Seguridad Social, es cierto, pero muchas están en zonas turísticas, probablemente, donde compensan con otro tipo de ingresos", detalló en alusión a la venta de productos distintos de medicinas con receta a visitantes extranjeros.
Modelo de otras autonomías
"También tenemos en Canarias un sistema de doble concurso que no tienen en otras comunidades autónomas", continuó, "de tal forma que aquellas oficinas ubicadas en sitios aislados, cuando lleven un tiempo, se pueden trasladar y en esa zona, si no es viable una farmacia, se abre un botiquín y desaparece el problema".
"Y una tercera razón es que nuestro territorio es muy pequeño y tiene una alta concentración de población y farmacias, no hay grandes extensiones y pueblos aislados como en la Península, por ejemplo, en Castilla y León, donde se sitúan este tipo de oficinas con ayudas", completó Santana Ayala sobre la triple singularidad isleña, entre la que destaca el método de adjudicación. A su juicio, "hemos hecho los deberes bien en planificación farmacéutica, otras comunidades están intentado copiar ahora el modelo de doble concurso".
Tras calificar de "raro" el fenómeno de las farmacias isleñas que compensan la menor facturación pública con la mayores ventas turísticas, el tesorero del colegio tinerfeño, Carlos Díaz, recordó la importancia de estos establecimientos, ya que en muchos casos constituyen la puerta de entrada al sistema sanitario: "La atención primaria ahorra mucho dinero y tiempo gracias a nuestra labor".
No en vano, una farmacia es una pequeña y mediana empresa, por lo que necesita contar con un margen de beneficios a final de mes para poder sustentarse. Y al Estado no le compensa perder farmacias ya que justamente la amplitud de la red en toda la geografía española figura como uno de los valores "marca España", de hecho, incluso cuenta con más oficinas que Francia o Alemania.
También el Real Decreto-Ley 9/2011 admite que "las oficinas de farmacia juegan un papel de primera magnitud en la salud de la población" y considera que con la crisis económica "la viabilidad de algunas de ellas estaba comprometida". Según Díaz, "en los años de crisis todos tuvimos que apretarnos el cinturón, pero a las farmacias se les dio la oportunidad de ajustar sus cuentas al alza y no a la baja, ampliando su margen de beneficios justamente para no descuidar a la población".
En opinión de Santana, "se cerraron 20 farmacias el año pasado en España y casi ninguna en Canarias, pero muchas se traspasaron, algunas consecuencia justo de la crisis". La norma de 2011 modificó y propuso los tramos de márgenes, deducciones y descuentos correspondientes a la distribución y dispensación de medicamentos de las empresas para poder acogerse a estas ayudas, por las que la administración sanitaria de cada comunidad subvenciona a las farmacias con una facturación inferior a 200.000 euros anuales hasta un máximo de 833,33 euros mensuales (casi 10.000 euros por ejercicio).
La iniciativa se implantó con una dirección clara: garantizar la viabilidad de las farmacias establecidas en núcleos rurales. En las Islas, el 72,1% de las boticas se encuentran ubicadas fuera de las capitales, es decir, 549 oficinas frente a los 212 establecimientos en las principales ciudades, mientras que el porcentaje de farmacias no capitalinas se sitúa en 64,3% en toda España.
