Usted es un ejemplo de que el sueño americano se cumple. ¿Es aún EE UU un país de posibilidades para los inmigrantes?
Todos los países lo son, pero EE UU tiene características especiales, su flexibilidad social, su capacidad inclusiva, y eso es muy positivo a la hora de lograr cosas. Además, es el resultado de la confluencia de muchas culturas, un país que representa al mundo, y que cíclicamente intenta contradecir su esencia con movimientos políticos de ideología xenófoba. Creo que sigue siendo un país de posibilidades, pero entendiendo que esa realidad negativa también existe y que los lugares los tienes que construir tú.
Cada vez más políticos parecen obviar las formas.
Tras 30 años en Estados Unidos y veinte en los medios, incluido en The Washington Post, visitando la Casa Blanca de Bush hijo, de Obama y al final de Clinton, diría que la táctica de ofender para ganar puntos es muy puntual y acontece en todas partes. Hasta que llegó esa especie de adolescente al poder... Trump representa la mentira constante. Los medios también tienen responsabilidad en ser loritos de repetición. Creamos un titular con una barbaridad porque lo dijo alguien y se le da credibilidad. En el caso del trumpismo, reaccionaron tarde. Al principio fueron potenciadores de la vulgaridad y, al potenciar la vulgaridad y la barbarie, incitas a crear un ambiente en ese tono. Trump no existiría si no fuese gracias a lo que llama sus enemigos, la prensa.
Estados Unidos parece querer rebajar la tensión internacional. Tendió la mano a Irán para renegociar el acuerdo nuclear.
Un día la posibilidad de bombardear Irán parece clara y al día siguiente, la de llegar a acuerdos. Podemos especular, la realidad es que es un presidente errático. Uno espera que su administración vaya conteniendo al personaje, pero sería muy peligroso para las democracias europeas tener a un presidente en la Casa Blanca que quiera desequilibrar en exceso las alianzas internacionales. Por eso, su disrupción a favor del brexit o contra la OTAN parece un golpe de estado contra Europa y esta debe mantenerse firme y clara en el tipo de estructura política que quiere tener, porque, por primera vez en la historia, a lo mejor Washington deja de ser un aliado.
La sombra del brexit duro es una amenaza en el horizonte.
EEUU quiere secuestrar a Gran Bretaña y hacer una alianza bilateral y eso se traduce en un golpe de estado de baja intensidad contra Europa. Si ocurre, algunos grupos de poder harán negocio, pero desde un punto de vista geopolítico e ideológico, de unidad y de sentimiento europeísta, es muy peligroso para Europa. Es la primera vez que en Washington hay un presidente antieuropeo.
¿Cómo ve la guerra comercial entre China y EEUU?
Más postureo que política real. Una guerra comercial con China acaba afectándonos a todos.
Macron advertía del "fin de la hegemonía occidental".
Nada es para siempre: ni el imperio romano, ni el americano, y el mundo es cada vez más multipolar. La aparición de China es un elemento a considerar y Washington tiene aún mucho que decir, porque militarmente es la potencia. Yo diría que lo que estamos viviendo, más que el final de una hegemonía occidental, es el inicio del cuestionamiento del capitalismo como lo conocíamos. A lo que más temo es a lo que algunos llaman nuevas ideologías. Los populismos se expresan en ideologías del pasado que existían en una Europa que vivió dos guerras. El futuro del capitalismo debe estar sustentado en la gente y en el bienestar social.
El mayor reto que afronta la humanidad, ¿cuál sería?
A nivel global, las crisis no son nuevas: son las tensiones geopolíticas, la aparición de nuevos grupos de poder en Asia, los miedos de la madre Rusia a ser escindida, la inseguridad del titán americano por su identidad... Pero si tengo que decir cuál es el mayor reto para mí, es conseguir que grandes extensiones del continente africano pasen a convertirse en estados de pleno derecho con poblaciones felices.
¿Se toman en serio los gobiernos el cambio climático?
Muchos lo hacen, pero otra cosa es lo que los gobiernos son capaces de negociar con la industria y el mundo financiero. Yo soy un optimista y espero que la tecnología ayude a mitigar la perversión de los dinamitadores de La Tierra. No ayudan los políticos que inventan realidades paralelas, pero estoy convencido de que el bien siempre triunfa sobre el mal, aunque suene a película americana, entre otras cosas porque hacer las cosas bien acaba redundando en los intereses de los ambiciosos. Lo que pasa es que piensan que van a conseguir más poder y beneficios en el corto plazo y el corto plazo ataca a La Tierra.
La Amazonía provocó un roce entre Bolsonaro y Macron que defendía un "estatuto" internacional para la zona.
Intentar utilizar la Amazonía con una meta de beneficio es antiguo en Brasil. La dictadura brasileña tenía una agenda muy clara con respecto a la Amazonía que, si hoy se intenta poner en práctica, nos llevaríamos las manos a la cabeza. La Amazonia es algo que compete casi a toda la humanidad, pero ocurre lo mismo en África y otras partes. Nos falta ese organismo planetario donde las voces se pongan sobre la mesa y las intervenciones se hagan por consenso y no solo respondiendo a intereses de grupos.
Supuestamente está la ONU. ¿Ya no significa nada?
Significa que la ONU es un organismo débil desde hace tiempo, por ejemplo, desde que se fundó.
La onda expansiva del # metoo sigue. El último salpicado en España es Plácido Domingo.
Yo conocí a Plácido en Washington, hace muchos años, cuando estrenó allí una zarzuela, y lo que hoy piense de él, y lo que muchos amigos míos, que son amigos reales o discípulos de él piensan, es lo que cualquiera te puede decir de un amigo, la gente piensa bien de sus amigos y no tienen pruebas para pensar mal. Para mí una cosa es el movimiento metoo, los derechos de las mujeres y los derechos de las víctimas, y otra cosa son las pruebas que pueda haber para incriminar a alguien, para juzgar a alguien. Espero que lo de Domingo no sea más que un exabrupto. Si es algo más, alguien deberá decidir en un juzgado. Porque a veces tengo la sensación de que cuando los medios promocionan y repiten una acusación, se convierte en verdad en la percepción pública y eso es muy peligroso, porque destruye personas y reputaciones.
Aboga por los derechos humanos. ¿Cómo puede solventar Europa la crisis de los refugiados?
Los movimientos de personas desesperadas en busca de oportunidades ocurren desde el deshielo; el problema es su ideologización y su uso político. Las sociedades industrializadas tienen una responsabilidad respecto a esos países destruidos social y económicamente. Y si no entienden que tienen una responsabilidad de ayudarlos e intentar estabilizarlos lo mejor posible, vamos a tener cada vez más refugiados. El problema no son los refugiados, sino qué causa su llegada. Una vez aquí, solo hay un camino y está en la racionalidad política, la compasión, la caridad cristiana... Cada ideología da una respuesta, excepto las ideologías fascistas, xenófobas, del miedo. Excepto esas, todas las demás tienen respuesta a tratar de manera humanista a estos flujos migratorios. Pero a partir de ahí, este no es un problema de España o de Suecia, sino de la comunidad internacional.
