"Estamos en un mundo digital en el que están ocurriendo cosas impresionantes. En esta Universidad somos conscientes de todo ello, y por eso, la digitalización va a estar, ya lo está, dentro de nuestra forma de ser, dentro de nuestro ADN", afirmó ayer José Ramón Pin Arboledas, rector de la Universidad del Atlántico Medio, en el acto de apertura del curso 2019/2020.

Durante su intervención, el rector señaló los avances que está experimentando esta Universidad, aunque no al ritmo que desean, debido a las trabas burocráticas por parte de la agencia estatal de acreditación de títulos universitarios, que ralentizan la ampliación de la oferta académica. "Este curso es especial, incluso histórico, en la Universidad del Atlántico Medio. Empezamos, por fin, con las autorizaciones de Aneca el grado de Derecho y el de ADE, transformando el título de Escoex, que a su reconocimiento inglés añade el oficial español. Todo, además de continuar con los grados oficiales de comunicación, cine y organización de eventos y protocolo, amén de los masteres oficiales y de título propio", anunció. "Pero llegar hasta aquí no ha sido fácil. Con esfuerzo hemos ido superando las trabas de una maquinaria anclada en la era analógica".

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Pin Arboledas advirtió de la desfazada burocracia de la enseñanza universitaria en la era digital. "Estamos ante una realidad muy diferente de la que la burocracia de la enseñanza universitaria parece contemplar. Pero ese no va a ser nuestro caso. Al contrario, los promotores de esta Universidad quieren que vayamos por delante, a la vanguardia de la sociedad. Porque hemos sido y queremos seguir siendo innovadores".

Por este motivo, el rector hizo un llamamiento a las autoridades para que descentralicen y agilicen al máximo organismos como Aneca, y apuesten por una agencia autonómica. "Los grados, postgrados, doctorados y titulaciones universitarias tienen que cambiar continuamente si queremos que los alumnos sean útiles al mundo laboral, como ocurrió con Escoex, cuya fundación respondió a una de las empresas. Lo hizo porque estaba pegada al terreno, a las necesidades propias de la sociedad. Ahora que se empieza a repensar la utilidad del Estado Autonómico, yo hago una defensa, al menos en este campo, de su descentralización política y administrativa. ¿Quién mejor que una agencia acreditadora autonómica universitaria puede conocer la realidad y necesidades de su territorio? Por eso, aconsejaría a las autoridades canarias a buscar la transferencia de esta competencia, como la tiene Cataluña".

La adaptación al mundo digital y la apuesta por las nuevas tecnologías son, a su juicio una necesidad inminente en todas las áreas de la Universidad. "Incluso en algo que parece tan lejano a la tecnología como es el Derecho, un abogado no puede trabajar hoy en día sin utilizar algoritmos de la inteligencia artificial", y puso como ejemplo un algoritmo que se está utilizando en Estados Unidos para decidir los años de cárcel de una sentencia, denominado COMPAS, a través del cual se calcula la probabilidad de reincidencia y, según ella, dictar sentencia con más o menos años de cárcel. "Un grado, un master o un postgrado jurídico que no contenga un curso de digitalización, inteligencia artificial, big data, etc. aplicado al Derecho puede estar, está, incompleto. Y si esto ocurre en el Derecho ¿qué no decir del mundo de la empresa? Hay empresas, como Netflix que conocen mejor los gustos en entretenimiento audiovisual de las personas que sus parejas".

En este mundo digital, el rector destacó el objetivo de la Universidad de promover entre los alumnos que, además de inteligentes, sean, sobre todo, sabios. "La Universidad, sobre todo una universidad de Humanidades como la nuestra, debe enfocarse a la sabiduría sin olvidar el conocimiento. Queremos que nuestros graduados y postgrados aporten sabiduría a su quehacer profesional cuando acaben sus estudios. Sabiduría para cambiar el mundo. Para hacerlo mejor".

Esta es la filosofía que asumió el Patronato de la Fundación Bravo Murillo cuando se ideó la creación de esta Universidad, " para aportar sabiduría a la sociedad que le rodeaba, por sentido de responsabilidad y de gratitud".