Un total de 717 aspirantes a una plaza en Formación Sanitaria Especializada de la provincia de Las Palmas se dieron cita ayer en el Campus Universitario de Tafira de la capital grancanaria para completar la prueba de evaluación de conocimientos, que les concederá la posibilidad de ocupar una de las vacantes ofertadas por el Ministerio de Sanidad en esta convocatoria. Los exámenes comenzaron a las 14.30 horas, en consonancia con el resto del territorio estatal, y reunieron esta vez 175 preguntas tipo test -en lugar de 235-, más diez de reserva, que tuvieron que ser resueltas en cuatro horas, frente a las cinco habituales.

A nivel nacional son 9.539 las plazas disponibles (1.137 más que el pasado año), de las que 386 se sitúan en el Archipiélago. El dato refleja un aumento de un 19,1% en las Islas, en contraste con el registrado el pasado año. Un logro que ha sido posible gracias a la insistente demanda de las comunidades autónomas para potenciar la formación de los profesionales del sector. Siguiendo esta línea, son 296 las plazas reservadas para la especialidad de Médico Interno Residente (MIR); 71 para Enfermero Interno Residente (EIR); 12 para Farmacéutico Interno Residente (FIR); 4 para Psicólogo Interno Residente (PIR); y 3 para Radiofísico Interno Residente (RFIR). Asimismo, los biólogos y los químicos se verán obligados a realizar la residencia fuera de Canarias.

Orestes Díaz fue uno de los opositores que acudió ayer, por segunda vez consecutiva, al examen MIR -7.512 vacantes en el territorio-. Su meta es muy clara: lograr una plaza en la especialidad de Cirugía General. "Creo que estoy muy bien preparado y espero tener más suerte esta vez", manifestó con convencimiento, mientras consultaba el listado que se encontraba a las puertas del Edificio de Ingeniería Industrial de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

A juicio del graduado en Medicina, son las características de las preguntas las responsables del "elevado" nivel de complejidad del examen. "Durante la carrera no se suelen abordar estas cuestiones de forma tan técnica. En realidad, en la prueba nos exigen conocer unos detalles mucho más minuciosos, por lo que hay que dedicar muchísimas horas de estudio si queremos lograr nuestro objetivo", apostilló con convencimiento.

Por lo que concierne a la decisión de reducir el número de preguntas y, por tanto, el tiempo de duración de la evaluación, Díaz analizó su experiencia adquirida en la prueba celebrada el pasado año para después admitir que, "representa un cambio en la dinámica ". Y añadió que, " lo peor de todo es la gestión de los tiempos, pues hay que responder de una forma muy rápida y solo podemos detenernos lo justo y necesario".

Visiblemente más nerviosa se encontraba Zulema Acosta, que también repite en esta nueva convocatoria. Su sueño es poder especializarse en Ginecología, pero es consciente que el examen MIR es "complicado" y lamenta que las plazas sean tan escasas. "Somos muchísimas personas y más de la mitad se va a quedar fuera. Me alegro por el aumento, pero creo que sigue siendo insuficiente", comentó la titulada.

Temario

En base a sus palabras, el mayor obstáculo que deben superar los candidatos a la Formación Sanitaria Especializada pasa por asumir el reto de presentarse a una prueba que no se basa en un temario cerrado. "Siempre está presente la incertidumbre, porque nunca sabemos si hemos estudiado lo suficiente. En realidad, el factor suerte juega un papel importante", valoró.

En cuanto al cambio registrado en la duración del examen, Acosta se mostró contundente al decir que, en realidad, "no se ajusta al número de preguntas". Si bien es cierto que valora como "muy positivo" el hecho de que sirva para contribuir a reducir la "saturación mental" que puedan llegar a experimentar los opositores, tras pasar largas horas en las aulas.

Una opinión que compartió Silvia Quevedo, que espera poder especializarse en Medicina Familiar y Comunitaria, un colectivo que cuenta este año con nueve vacantes más en las Islas. "Es muy duro tener que estar cinco horas exigiéndole al cerebro su máximo rendimiento", reconoció. "Lo más difícil que me resulta", prosiguió Quevedo, "es controlar los nervios para poder concentrarme en el ejercicio".

Por su parte, la enfermera Idaira Hernández echaba el último vistazo a los apuntes, mientras aguardaba a ser llamada para acceder al aula. "Quiero ser Matrona, pero soy consciente de que hay muy pocas plazas -1.463 en todo el país-. Este año tenemos más, pero aún así somos muchos los aspirantes y muy pocas las vacantes", detalló, sin poder ocultar su nerviosismo.

Con una actitud positiva Lidia Soriano probó suerte ayer en el examen PIR. Sin embargo, no es la primera vez que se presenta y con este sumará ya dos intentos. "Los psicólogos lo tenemos mucho más complicado. Las plazas son muy escasas en todo el territorio -solo 189-, pero no hay que perder la esperanza", dijo con resignación.

En total, fueron 1.384 los aspirantes que concurrieron a los exámenes en Canarias (717 en Las Palmas y 667 en Santa Cruz de Tenerife), mientras que en el conjunto estatal la cifra se tradujo en 35.473.