Gran Canaria y Lanzarote ya se encuentran en nivel 2 de alerta por covid al haber entrado en vigor, desde esta medianoche, el decreto aprobado por el Ejecutivo canario durante la celebración de la reunión del Consejo de Gobierno del pasado jueves. Esto implica un endurecimiento de las medidas restrictivas, que se traduce, entre otros preceptos, en el adelanto del toque de queda a las 23.00 horas, la reducción del aforo al 50% en el transporte público, así como en las reuniones entre no convivientes, que pasan de seis a cuatro personas. Desde el sábado, el Boletín Oficial de Canarias (BOC) recoge el Decreto 1/2021, de 7 de enero, que contiene estas disposiciones específicas y temporales para lograr contener la propagación del SARS-CoV-2 en el Archipiélago.

Tal y como comunicó el presidente del Gobierno autonómico, Ángel Víctor Torres, en su comparecencia posterior a la reunión, el resto de islas no cambia su situación. En este sentido, Tenerife se mantiene en nivel 3, pues es la que registra los peores datos, a pesar de haber logrado reducir la incidencia del patógeno; La Gomera, en nivel 2; y Fuerteventura, El Hierro y La Palma, en nivel 1.

Contagiosidad

Las decisiones han ido de la mano de un análisis de la situación de la contagiosidad en la región, entre el 22 de diciembre y el 4 de enero, que figura en un informe elaborado por la Dirección General de Salud Pública, y que desvela aumentos notables en Gran Canaria y Lanzarote. El nuevo decreto estará vigente hasta el 24 de enero y será revisado el próximo jueves, solo para determinar si La Gomera y Tenerife pueden pasar a un nivel más favorable.

Al igual que sucede en La Gomera, ya en Gran Canaria y Lanzarote el toque de queda se encuentra establecido entre las 23.00 y las 6.00 horas; los locales de hostelería deben cerrar sus puertas antes de las 23.00 horas; y la actividad deportiva en grupo se encuentra reducida a un máximo de cuatro personas, quedando exentos de esta medida los equipos deportivos federados.

También, se limita las reuniones de personas no convivientes a un máximo de cuatro, tanto en espacios públicos como en privados, por lo que tampoco podrá haber más de cuatro comensales en las mesas de los locales de restauración. Además, se reduce el aforo en el transporte público al 50%, siendo reforzada la vigilancia en horas punta para evitar aglomeraciones.

Por lo que concierne a las visitas a los centros sanitarios y residencias de mayores, en el nivel 2 de alerta quedan limitadas y deben ser supervisadas por el propio personal de estos centros. Se recomienda además aumentar la ventilación en los espacios para reducir el riesgo de contagio.

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En base a las palabras de Torres, las medidas se emprenden después de registrar un aumento de la incidencia acumulada en las citadas islas entre el 22 de diciembre y el 4 de enero, que pasó de 61 casos por cada 100.000 habitantes a 97, en el caso de Gran Canaria, y de 34,8 a 122,8 en el de Lanzarote. “Esperamos que con estas medidas podamos ir mejorando, porque hay que tener en cuenta que los efectos del fin de año y de los Reyes aún no han sido valorados”, advirtió Torres.

Asimismo, según declaró a la COPE el portavoz del Comité Científico que asesora al Gobierno de Canarias en el manejo de esta crisis sanitaria, Luis Serra Majem, ”quedan seis meses difíciles hasta que se vacune la mayoría de la población”, al tiempo que manifestó su deseo por que la sociedad “no obligue a tomar medidas más restrictivas”.