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Volcán de La Palma | Gestión del material que expulsa el volcán

Montañas de cenizas del volcán crecen en un barranco de Santa Cruz de La Palma

El material volcánico y los envoltorios plásticos se acumulan sin control en el cauce de Las Nieves y en la pista de Maldonado

La lluvia de ceniza se hace más intensa en los barrios cercanos al volcán

La lluvia de ceniza se hace más intensa en los barrios cercanos al volcán Video: Agencia Atlas | Foto: EFE

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La lluvia de ceniza se hace más intensa en los barrios cercanos al volcán Ramón Pérez

Desde que el domingo 19 de septiembre se abriera la tierra en Tajogaite, casi un centenar de millones de metros cúbicos de material han salido a la superficie y la atmósfera: lava, piroclastos, cenizas y gases han configurado un paisaje apocalíptico que ha cambiado la imagen de toda la Isla. Basta con echarle un vistazo al barranco de Las Nieves de la capital palmera para calibrar el acierto de la medida que ha tomado el consistorio a la hora de almacenar las cenizas.

Los expertos recomiendan que se sigan unas medidas de precaución a la hora de recogerlas: no usar agua y hacerlo provistos de guantes, mascarilla y gafas protectoras. ¿Pero qué hacemos con las cenizas?

De momento, no solo son las administraciones quienes lideran esta recolección, ya que mayoritariamente es la ciudadanía quien se encarga de la limpieza de sus viviendas y zonas comerciales. Por ahora, gran parte de las cenizas están siendo recogida y almacenando por empresas especializadas contratadas por ayuntamientos y Cabildo. La institución insular ha instalar contenedores especiales en puntos estratégicos de los municipios de Los Llanos y El Paso para depositar esos residuos, y en lugares como Santa Cruz de La Palma, el propio consistorio solicitó la colaboración ciudadana para depositar las cenizas retiradas de sus domicilios en bolsas bien selladas y verterlas en los contenedores de escombros que se han habilitado en nueve zonas.

La responsable insular de Servicios Públicos y Cambio Climático, Nieves Rosa Arroyo, muestra su preocupación por la gestión de estos residuos, no solo porque considera que hay gente que no cumple con las medidas de seguridad para recogerlos, sino también por el problema que puede suponer la gestión de los mismos.

Vecinos de la zona de acumulación denuncian que el material volcánico se cuela en sus casas

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En ese sentido, en el Valle de Aridane se busca un lugar habilitado para su acopio, además de contar con una empresa encargada de la explotación de áridos encargada de su recogida y tratamiento. El objetivo es que ese material sea reutilizado en componentes de construcción o asfalto. En esa línea, casi todos los consistorios de la Isla han alcanzado acuerdos con empresas locales para la gestión y reutilización de esta arena volcánica. Por el contrario, Santa Cruz de La Palma está depositando este material en barrancos. Las bandejas en las que la ciudadanía vierte sus bolsas con arena son vaciadas en el barranco de Las Nieves y en la pista que desde el barrio de Maldonado circula de manera paralela a la costa y accede a la depuradora municipal, en Barranco Seco.

Acumulación de plástico en el barranco de Las Nieves de la capital palmera. | | RAMÓN PÉREZ

Varios vecinos de ambas zonas han denunciado públicamente el hecho de que en los montículos generados por el material se mezcla la arena con bolsas de plástico, la mayoría de ellas rotas, provocando no sólo un gran impacto visual, sino mayor contaminación al arrastrar el viento estos plásticos.

En el caso del barranco de Las Nieves, el Consejo insular de Aguas está sustituyendo tuberías, donde más material se está depositando, con varias toneladas de arena, mucha de ella acumulada aún dentro de una bandeja transportada hasta allí, y en su mayoría dentro de envoltorios de plástico. Este depósito está a pocos metros de la urbanización Benahoare, uno de los barrios más populosos de la capital insular.

Una de sus vecinas, María Brígida, expresa su descontento. «Hay mucho viento», lo que está provocando que «la ceniza siga en el ambiente». Además, se queja de que han tenido que ser los propios vecinos quienes se encargaran de la limpieza de las plazas del barrio. «Y ahora», lamenta, «tenemos que volver a limpiar la arena que nos trae el viento desde el barranco», y que provoca depósitos de arena en los balcones.

En la costa del barrio de Maldonado, prácticamente se han dejado en el rompiente de la ola. No es una zona muy transitada, pero pescadores deportivos la aprovechan. Uno de ellos, Ángel Hernández, se muestra sorprendido al encontrarse con hasta cinco grandes cúmulos de arena, denunciando que «se mezclan con las bolsas de plástico», que dice «ya están también en el mar».

El Paso y Los Llanos han entregado este cometido a unas empresas para darle un uso posterior

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Recuerda este pescador que esa zona sufrió durante décadas la negativa influencia del vertedero de Barranco Seco, situado a un par de centenares de metros hacia el norte, que provocaba que esa zona estuviera «llena de basuras y bolsas de plástico flotando». No entiende que ahora, tras varios años de su clausura y al recuperar la limpieza de la zona y la claridad del agua, «vengan y coloquen esto aquí», incidiendo en que se ha hecho «sin control y sin vigilancia». Y es que señala que «se nota que han abierto algunas bolsas para hacer las montañas de arena, pero otras las han dejado ahí», siendo arrastradas por el viento.

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