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Crisis de coronavirus | Repercusiones

La pandemia germina un cambio para la atención a la salud mental en las Islas

Canarias contrata a 40 especialistas para impulsar el plan regional de atención

v El presupuesto para las patologías duplica los 1,4 millones invertidos en 2021

Celebración del Día Mundial de la Salud Mental en la Plaza del Rosario de Agüimes, en 2019. | LA PROVINCIA/DLP

La pandemia ha supuesto un motor de cambio en la sociedad española. Los dos años de pandemia han mostrado que el sistema sanitario no estaba preparado para asumir una carga extra de trabajo; y tampoco lo está para asumir la «oleada silenciosa» de los trastornos mentales. El porcentaje de personas que demandan estos servicios se ha incrementando entre un 15 y un 20%, «lo que no quiere decir que vayan a desarrollar una patología, pero sí que deben ser atendidos», como argumenta el experto en salud pública, Rafael Bengoa. De ahí la necesidad imperiosa de preparar y blindar al sistema sanitario, dotándolo de los recursos necesarios (tanto humanos como materiales) que permitan dar respuesta a esta petición cada vez más recurrente en la sociedad.

La visibilización de la patología mental gracias a la covid-19 y las oportunidades de acción política que se abren a partir de ahora fueron los ejes sobre los que pivotó la Jornada de Salud Mental posCovid-19: ¿una oportunidad política para actuar?, organizada por la Fundación Juana Reyes y celebrada en la mañana de ayer en el Real Casino de Tenerife. El acto contó con la participación de expertos, entre ellos Rafael Bengoa y enfermero de salud mental Javier Castro Molina; representantes de distintos partidos políticos canarios y del Gobierno autonómico, concretamente, la directora de programas asistenciales del Servicio Canario de la Salud (SCS), Elisabeth Hernández. El acto, además, estuvo conducido por la actual presidenta de la Fundación Juana Reyes, Isabel Aguilar, quien además narró su experiencia como familiar y paciente.

Canarias se encuentra en el camino de mejorar los recursos de salud mental con los que dispone. Este año pasado 2021 invirtió 1,4 millones de euros en contratar a 40 efectivos para sus áreas de Salud Mental, con distintos perfiles profesionales, como psiquiatras, enfermeros, psicólogos o administrativos. Para el 2022 el presupuesto es el doble (3,1 millones de euros) y se espera que pueda ser superior gracias a la inyección de fondos europeos de recuperación, así como de los fondos estatales que se derivarán de la nueva Estrategia de Salud Mental estatal. De esta forma, esperan poder fortalecer el área y cumplir con los objetivos establecidos en el Plan de Salud Mental canario 2019-2023. «La pandemia nos ha enfrentado a un enorme reto que ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del ser humano», señaló Hernández durante su intervención. La representante de la Consejería de Sanidad hizo hincapié en la necesidad de «caminar juntos» para poder llevar a cabo esta tarea.

Canarias hasta ahora, al igual que el resto de España, ha tenido una Sanidad «compartimentada». «Nuestro sistema está pensado para atender a agudos; está fragmentado y ofrece unos cuidados discontinuos», alegó Bengoa, que aseguró que «el modelo actual está roto». Los problemas del sistema sanitario español han crecido conforme los problemas crónicos han adquirido relevancia. En estos momentos, el 70% del gasto de sanidad se deriva en la atención a la cronicidad y el 91% de la mortalidad en España sucede justamente en estos pacientes, entre los que se incluyen los que tienen alguna patología que merma su salud mental.

Ayuda durante toda la vida

«Es un caldo de cultivo perfecto para que, al aparecer nuevos virus, seamos más vulnerables», remarcó Bengoa. El experto insistió en que se debe ofrecer una «trayectoria» que los pacientes puedan seguir en un modelo más integrado. «El modelo troceado está bien para la medicina aguda, pero si voy a necesitar una ayuda durante toda mi vida, tiene que ser algo más complejo», insistió. Para ello, el experto insistió en que se requiere colaboración, financiación con la que dotar de más recursos a la estructura, tecnología y aprender de las experiencias más innovadoras.

Los representantes políticos estuvieron de acuerdo con la tesis mostrada por los expertos, e incluso admitieron que han tardado en reaccionar. «Hemos llegado tarde», afirmó José Alberto Díaz Estébanez, portavoz de sanidad del grupo parlamentario nacionalista, quien sostuvo que «hasta ahora se veía como algo incómodo y se invisibilizaba». Por su parte, Marcos Hernández, portavoz de sanidad del grupo parlamentario socialista, recordó que existe un compromiso del Gobierno tanto central como autonómico, por realizar una apuesta en esta materia. María Teresa del Río, su homóloga en Podemos, resaltó en que la salud mental en nuestro país está relacionado con la pobreza, pues las personas con menor capacidad adquisitiva tienen menos oportunidades para acceder a los recursos. Una de las hazañas más importantes que ha logrado la sociedad en los últimos años visibilizar los problemas de salud mental. «La pandemia ha hecho que la sociedad se preocupe por la salud mental y, eso también ha sido fuente de desestigmatización», señaló Aguilar, quien, desde su Fundación, trabaja justamente para esto. Aguilar insistió en la necesidad de que se «escuche» la voz de los afectados. «No solo queremos ser beneficiarios, queremos ser actores en este cambio», reclamó. Asimismo, hizo un llamamiento para «mirar hacia delante» y dejar en el pasado los reproches por aquello no se ha hecho bien.

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